LA RUMBA INSURGENTE DE LOS DELINQ?ENTES SUENA DE MADRUGADA
Su nombre es un homenaje a Veneno. El grupo jerezano vive otro verano loco por las ferias del Sur, donde tocan hasta las claras del d¨ªa. Su ¨²ltimo concierto fue la madrugada del jueves en un pueblo de Huelva. Acabaron con un '!Viva Nerva York!'.
La garrapata es un bicho que te agarra y no te suelta. Y te saca la sangre'. A Migue Ben¨ªtez se le qued¨® grabada la frase cuando de chico ayudaba a su padre a hacer cestas de mimbre. Ahora, a sus 18 a?os, lleva m¨¢s de un a?o dando a conocer al mundo lo que significa la m¨²sica garrapatera, basada en el sentimiento que le qued¨® de entonces. Migue es de Jerez y no hab¨ªa nacido en 1977, cuando Veneno -el tr¨ªo formado por los hermanos Raimundo y Rafael Amador y Kiko Veneno- lanz¨® su primer y visionario disco cuya portada era una enorme piedra de hachis, pero ahora se ha inventado el grupo Los Delinq¨¹entes, un homenaje velado a una canci¨®n de aquel deb¨² glorioso que comenzaba con lo de 'Me junto con toda clase de delincuentes, a veces comen en fr¨ªo, y otras en caliente'.
De momento ya ha conseguido que en el sur se vaya conociendo la m¨²sica garrapatera, donde Los Delinq¨¹entes van arrasando por las ferias de los pueblos. La catarsis que provocan entre los que acuden a sus salvajes conciertos no se corresponde todav¨ªa con el escaso impacto medi¨¢tico del grupo ni con la cantidad de discos vendidos de su ¨®pera prima, El sentimiento garrapateao, que a poco m¨¢s de un a?o de su publicaci¨®n est¨¢ a punto de alcanzar la cifra de cuarenta mil copias vendidas. Los Delinq¨¹entes son los favoritos de cierta prensa especializada y apabullaron en las dos ¨²ltimas ediciones de Festimad y Esp¨¢rrago Rock, donde fueron de relleno en las de hace un a?o y casi de cabezas de cartel en las de ¨¦ste.
Migue, Diego Pozo y Marco del Ojo, Canijo, forman el n¨²cleo que sustenta la desbocada banda. Tres personajes irrepetibles que aporrean las guitarras de palo con m¨¢s fiereza que muchos legendarios rockeros h¨¦roes de la el¨¦ctrica. Ah¨ª se vislumbra su mayor aportaci¨®n a la m¨²sica espa?ola. Algo similar a aquello que se dijo de los primeros Veneno cuando se defini¨® su m¨²sica como rock tocado con pulsaci¨®n flamenca, o flamenco tocado con tensi¨®n el¨¦ctrica. Ellos van a m¨¢s, y a esos instrumentos de madera que suenan a rumba, a sucio, a punk y a velocidad a?aden sus letras marginales y surrealistas. De ese barrio que, adem¨¢s de con Veneno y Pata Negra, tambi¨¦n entronca con Mano Negra, The Clash, Manu Chao, Maldita Vecindad, Fabulosos Cadillacs o Sargento Garc¨ªa.
Rumba insurgente y raggammuffin canalla que la otra noche en Nerva (Huelva) empez¨® a sonar casi a las tres de la ma?ana, como hab¨ªa pasado d¨ªas antes en Valverde del Camino, Cambil, El Coronil, Puerto Real y otras villas sure?as que viven su agosto en fiestas. Ellos hacen realidad la canci¨®n de Veneno y no siempre comen en caliente. Nerva, en las estribaciones de la serran¨ªa de Aracena, un pueblo que vive estos d¨ªas las Fiestas de san Bartolom¨¦ y el resto del a?o de las minas de R¨ªo Tinto, est¨¢ a dos horas de Jerez, su casa.
Los Delinq¨¹entes han llegado a media tarde y son un torbellino en el lento autob¨²s que les transporta. Han cogido un par de habitaciones en un hostal para ducharse, pero no para dormir. Desde la prueba de sonido (ocho de la tarde), hasta la actuaci¨®n, ya de madrugada, pasan muchas horas. Para matar la espera, hay quien ve el partido de la nueva etapa de la selecci¨®n o quien se tumba en una de las camas. Es imposible descansar. Los m¨²sicos del nutrido combo, antiguos miembros de Palocortado, son unos juerguistas que prefieren unas risas antes que una cabezada.
Son las tres de la ma?ana y Los Delinq¨¹entes va a perpetrar su atraco. Canijo agarra una bici que encontraron en un contenedor e irrumpe en el escenario. Le sigue la banda. El ritmo empieza a ser infernal y no para hasta el final, con una catarsis salvaje de los tres guitarristas garrapateros rondando en c¨ªrculo por el escenario, el resto de m¨²sicos saltando sin parar y los dos mil j¨®venes congregados en la caseta municipal reclamando que no se vayan, auque sean casi las cinco de la ma?ana. Lo dijo Morilla, uno de los m¨¢s gamberros y de m¨¢s labia del grupo que improvisa chascarrillos sin parar: 'Gracias Nerva por tratarnos as¨ªn y a nuestras rumbitas, ?viva Nerva York!'.
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