Toni Alb¨¤, el pregonero del reino

No puede decirse que el actor Toni Alb¨¤ no hubiera pronunciado en su vida un preg¨®n de fiesta mayor. Nada m¨¢s lejos de la realidad, porque cada verano sol¨ªan requerirle en cinco o seis municipios para tal menester. Pero lo que le ha ocurrido este a?o es algo desmesurado que rompe con anteriores estad¨ªsticas. Cuando acabe la temporada estival, Alb¨¤ habr¨¢ pronunciado cerca de una treintena de pregones. Uno cada dos d¨ªas. Aunque la media es una vez m¨¢s injusta: en ocasiones, como le ocurri¨® ayer, ha le¨ªdo dos en una misma jornada. Entre uno y otro, ha realizado numerosas representaciones con los dos espect¨¢culos que tiene en repertorio, L'ombra y Brams o la kum¨¨dia dels herrors, m¨¢s los ensayos del montaje que estrenar¨¢ el 13 de septiembre, Els bufons del regne. Tan rico en trabajo como en horas de sue?o pendientes, Toni Alb¨¤ sue?a con los tiempos de una ¨²nica actuaci¨®n al d¨ªa.

'Yo no imito a nadie, hago transposiciones. Los personajes dicen lo que yo quiero'

'Estoy agotado, esta noche he dormido s¨®lo cuatro horas', confiesa el actor minutos antes de inaugurar oficialmente las fiestas del barrio barcelon¨¦s de Sants. Este verano, el ¨¦xito profesional es para Alb¨¤ incompatible con el descanso. Y la raz¨®n de tanto ¨¦xito se debe sin duda al paso del actor por el programa Set de nit, conducido por Toni Soler. En ¨¦l, Alb¨¤ sac¨® brillo a unas lucidas caricaturas -¨¦l las llama 'transposiciones' y explica por qu¨¦: 'Yo no imito a nadie, hago que los personajes digan lo que yo quiero'- del presidente Aznar, del conseller en cap, Artur Mas, de Pasqual Maragall y del rey Juan Carlos. ?l no reconoce la identidad de este ¨²ltimo personaje y dice que el suyo es 'un rey', sin nombre ni estirpe concretos. Pero no lo deb¨ªa entender as¨ª la Casa Real cuando se quej¨® por el trato dado al Monarca. Toni Alb¨¤, que tanto aport¨® al tono sat¨ªrico del espacio de TV-3, tiene previsto regresar a la televisi¨®n aunque todav¨ªa no sabe si lo har¨¢ en el nuevo programa de Andreu Buenafuente o con Toni Soler.

Vestido con lo que ¨¦l denomina 'traje de bolos' -camiseta de algod¨®n, bermudas, sandalias y monedero al cinto-, una c¨®moda ropa para conducir y para montar y desmontar escenograf¨ªas, Alb¨¤ pasa casi desapercibido. Pero el actor tiene gran maestr¨ªa para cambiar de personalidad y claro, nadie se resiste a tener de pregonero a un monarca o un presidente del Gobierno. De todos los personajes que saca de su chistera, el rey es el m¨¢s solicitado cuando se le contrata como pregonero, seguido de cerca por Aznar. ?l asegura que les quiere a todos por igual, y a veces tiene ocasi¨®n de repartir equitativamente el protagonismo entre ellos porque en algunos lugares quieren que el preg¨®n lleve la voz de todos. Para estos casos, Alb¨¤ se ha inventado una f¨®rmula que consiste en presentarse a s¨ª mismo vestido de calle y leer a los presentes las cartas supuestamente enviadas por cada personaje. Sazona sus parlamentos con referencias a la actualidad y sin censurarse demasiado: 'A veces no me corto, pero acostumbro a guiarme por el sentido com¨²n para decidir qu¨¦ puedo decir y qu¨¦ no'.

As¨ª, el actor se ha convertido en padrino de unas fiestas asociadas a vacaciones de las que ¨¦l no ha podido disfrutar: tan s¨®lo ha librado dos d¨ªas en todo el est¨ªo, y los aprovech¨® parcialmente para escribir, con fines laborales. 'Este a?o no tendr¨¦ vacaciones', dice resignado. En su itinerario loco por todo el territorio catal¨¢n, Toni Alb¨¤ viaja con una furgoneta cargada con los decorados de sus dos espect¨¢culos en cartel, y participa en el montaje y desmontaje de la escenograf¨ªa.

Tras la vor¨¢gine no llegar¨¢ el descanso. Se acaban los pregones, pero llegan los nervios de un doble estreno: una pel¨ªcula sobre Lis¨ªstrata dirigida por Francesc Bellmunt y un montaje, Els bufons del regne, en el teatro Condal de Barcelona. ?sta es una obra en dos partes, ambas dirigidas por ¨¦l, y el Alb¨¤ int¨¦rprete interviene s¨®lo en la primera, en tanto que la segunda se reserva a la compa?¨ªa Trotam Teatre. Mientras se entrena para buf¨®n del reino, de lo que puede presumir sin ning¨²n g¨¦nero de dudas este a?o es de ser su pregonero.