Guardamar, basti¨®n fenicio

Las dunas de Guardamar no s¨®lo constituyen un paraje natural admirable para el turista, tambi¨¦n albergan los restos de una de las ciudades fenicias m¨¢s importantes del Mediterr¨¢neo. El yacimiento arqueol¨®gico de La Fonteta custodia, en el entorno dunar, las huellas de una civilizaci¨®n que adquiri¨® un gran protagonismo durante los siglos VII y VI a.C. La ciudad portuaria se encontraba en un punto estrat¨¦gico ya que facilitaba la explotaci¨®n de los recursos primarios, pero al mismo tiempo la confluencia del cauce fluvial convert¨ªa a este emplazamiento en un eje de comunicaci¨®n y comercio vital con la Alta Andaluc¨ªa.

El equipo de arque¨®logos que dirige el profesor Gonz¨¢lez Prats, catedr¨¢tico de Prehistoria de la Universidad de Alicante, ha desarrollado este verano la sexta campa?a de excavaciones en el yacimiento fenicio y los trabajos han arrojado algunos hallazgos significativos.

La ciudad portuaria de La Vega Baja, punto estrat¨¦gico para el comercio de minerales

La abundancia de sal anim¨® a los fenecios a instalarse en esta ¨¢rea del Mediterr¨¢neo

Las labores arqueol¨®gicas se han centrado en tres ¨¢reas. En la primera, y a trav¨¦s del desalojo de varias toneladas de arena, ha aflorado un tramo de la muralla que fue construida a finales del siglo VII a.C. La estructura actual tiene una altura de veinte metros y su descubrimiento ha permitido a los expertos confirmar la existencia de un basti¨®n exterior que rodeaba el poblado y que culminaba en una torre cuadrangular de 4,25 metros. El conjunto que ha aparecido ahora ratifica la envergadura del sistema de fortificaci¨®n de La Fonteta, uno de los m¨¢s relevantes y mejor conservados entre la cultura fenicia. Su valor arquitect¨®nico y patrimonial se eleva adem¨¢s en la medida en que demuestra la envergadura que ostent¨® estapoblaci¨®n fenicia.

El equipo de arqueol¨®gos ha excavado tambi¨¦n el foso que completa el sistema defensivo. Los datos de car¨¢cter paleoecol¨®gico hallados en esta colonia fenicia indican que sus habitantes residieron en un entorno muy similar al actual, con bosques de pinos y una fuerte presi¨®n de la arena dunar. Los especialistas sopesan la tesis de que el recio cintur¨®n fortificado que se conoce hoy y el posterior abandono de la Fonteta a mediados del siglo VI a.C. fuera motivado por el creciente empuje del sistema dunar, un fen¨®meno que acabar¨ªa cubriendo la posterior R¨¢bita califal isl¨¢mica en ¨¦poca medieval y que recientemente oblig¨® al ingeniero Mira a proteger el pueblo de Guardamar con la plantaci¨®n del conjunto forestal que hoy se conoce.

Seg¨²n el catedr¨¢tico Gonz¨¢lez Prats, 'con el descubrimiento de esta ciudad el territorio del Sudeste de la pen¨ªnsula ib¨¦rica ha cobrado un protagonismo de primer orden tanto en lo referente a la din¨¢mica de colonizaci¨®n fenicia en el Mediterr¨¢neo occidental como al papel que desempe?¨® con las poblaciones ind¨ªgenas del Bronce Final'.

Un estudio minucioso de este yacimiento ha permitido a la Universidad de Alicante atestiguar 'la dedicaci¨®n de los fenicios a la metalurgia del cobre, del hierro y de la plata, materias primas -indica Prats- que debieron captar del inmediato territorio alicantino y murciano'.

La Vega Baja del Segura fue un territorio con amplias posibilidades para la cultura fenicia ya que reun¨ªa las caracter¨ªsticas que esta civilizaci¨®n siempre encontr¨® id¨®neas para fijar su lugar de residencia. La elecci¨®n de los centros fenicios estuvo condicionada de hecho por dos factores econ¨®micos: la facilidad de abastecimiento de materias primas y las posibilidades de comercio con otras poblaciones cercanas. Y ambos requisitos estaban presentes en Guardamar del Segura. La abundancia de sal fue otro recurso que estos hombres y mujeres supieron aprovechar e impulsaron sabiamente una pr¨®spera industria de salazones.

Pero las excavaciones efectuadas desde 1996 en este yacimiento guardamarenco ha desvelado algunos aspectos singulares de esta colonia del sudeste peninsular, 'cuyos rasgos arquitect¨®nicos, religiosos, funerarios, econ¨®micos y culturales nos emplazan a uno de los centros paradigm¨¢ticos de la presencia fenicia en ultramar'. El profesor concluye que esta colonia despunt¨®, sin duda alguna, en toda la franja mediterr¨¢nea.