M¨²sico y 'gourmet'
El maestro italiano Rossini amaba tanto una buena mesa como una buena partitura
El reciente y exitoso recital, dentro de la 63? edici¨®n de la Quincena musical donostiarra, de la soprano navarra, Mar¨ªa Bayo dedicado a Gioacchino Rossini (1792-1868) evoca asimismo las otras virtudes art¨ªsticas (no s¨®lo musicales) del maestro italiano, del que se dijo que 'podr¨ªa haber sido m¨¢s famoso como gourmet si su talento gastron¨®mico no hubiera sido superado por su genio musical'.
Y es que este genio de la m¨²sica, autor de ¨®peras universales y eternas como Otello, El barbero de Sevilla o La italiana en Argel, adem¨¢s de ser m¨¢s que un aceptable cocinero y creador de diversas preparaciones, fue tambi¨¦n inspirador de otras tantas que hoy llevan su nombre: escalopes de foie gras a la mantequilla, fondos de cocci¨®n, filetes de lenguado y los huevos Rossini, as¨ª como el conocid¨ªsimo tourned¨® Rossini. En casi todas estas recetas intervienen el foie gras y las trufas, de los que era un aut¨¦ntico apasionado, y por lo general se sol¨ªan acompa?ar de glasa de carne y se perfumaban con vinos de Madeira u Oporto.
Se dijo de ¨¦l que 'hablaba de gastronom¨ªa con los m¨²sicos y discut¨ªa sobre m¨²sica con gastr¨®nomos'. En su madurez, como se prueba por su prolija correspondencia, Rossini comparte con sus mejores amigos ambas facetas. As¨ª, al maestro Catelani le escribe de partituras y lacones; al tenor Donzelli sobre contratos y rosquillas napolitanas; al editor Ricordi, sobre las ediciones de sus obras musicales y bizcochos. Es muy conocida asimismo la carta que en 1816 dirige a su amante y en la que apenas le habla de la inminente representaci¨®n de El barbero de Sevilla, mientras es prolijo en la descripci¨®n de una nueva receta de ensalada.
En cualquier caso, lo cierto es que su arrolladora personalidad y sus gastron¨®micas debilidades forjaron mil y una an¨¦cdotas (muchas fantasiosas), en una ¨¦poca de feliz para la gastronom¨ªa, de lujo y despilfarro. Es famosa aquella que relata que uno de sus tantos admiradores salud¨® al orondo y risue?o maestro dici¨¦ndole: '?No recuerda aquel magn¨ªfico plato de macarrones que comimos juntos?' A lo que el m¨²sico contest¨®: 'El plato de macarrones con trufas lo recuerdo perfectamente. ?C¨®mo quiere que me olvide! A quien no recuerdo es a usted'. Este arrebatado amor por la trufa le llev¨® a exclamar con ¨¦nfasis: 'La trufa es el Mozart de los champi?ones'.
Legado gastron¨®mico
Pero, sin duda, el plato m¨¢s importante del recetario rosiniano son los tournedos, el mayor monumento gastron¨®mico a su memoria. Surgidos en Par¨ªs en pleno siglo XIX, se fueron haciendo famosos en todo el mundo. Hay muchas leyendas que hablan de su origen, una de ellas dice que en el Caf¨¦ Anglais, uno de los mejores restaurantes de aquella ¨¦poca de Par¨ªs, al no gustarle nada el men¨², dict¨® la receta al maitre. Otras versiones m¨¢s fant¨¢sticas sugieren que el nombre se debe al hecho que Rossini obligaba al cocinero a ponerse de espaldas para mantener el secreto de la receta.
?Pero fue el maestro de Pesaro que invent¨® el tournedo Rossini? Algunos dudan de ello y otros piensan que detr¨¢s de un manjar tan brillante se encontraba el ingenio de un gran admirador del maestro, el gran chef Car¨ºme, del que llegar¨ªa a decir: 'Es el ¨²nico que me ha sabido comprender'.
Esta receta no tard¨® en extenderse por toda Europa. Se encontraba, por ejemplo, en el Carlton y Savoy en tiempos de Escoffier y hasta los a?os cincuenta en el Doney, el que fuera restaurante m¨¢s prestigioso de Florencia.
Como colof¨®n nos quedamos con la frase mas ir¨®nica de este inolvidable m¨²sico y bon vivant: 'Comer y amar, cantar y digerir, estos son, a decir verdad, los cuatro actos de esta ¨®pera bufa que es la vida y que se desvanece como la espuma de una botella de champa?a'.
Restaurante Txarrantxena
En menos de dos a?os este coqueto restaurante situado en un bello pueblo a escasos kil¨®metros de la capital navarra, Soaruren, se ha hecho un hueco entre lo m¨¢s granado de la culinaria de esta zona. La casa donde se encuentra mantiene parte del aspecto rural, si bien su cocina es espl¨¦ndida y muy actual. Al frente de sus fogones, una pareja de j¨®venes profesionales forjados en restaurantes de renombre. (Arzak, Nicolasa, Urepel, Rodero...): el donostiarra Gonzalo Fern¨¢ndez Echeverr¨ªa y la barcelonesa Ana L¨®pez de Lamadrid Satrustegui. Su corta carta no tiene desperdicio. En la misma brillan especialmente la sutil terrina de foie gras rellena de higos, la suculenta ensalada pochas con bacalao y vinagreta de aceitunas negras o los delicados raviolis de centollo con salsa de setas. Los pescados, con un extraordinario punto de cocci¨®n, como en su merluza asada con jugo de piment¨®n, ajos confitados y guindillas fritas, que recuerda a la ajada gallega pero hecha con finura. Fabulosas las manicas de cerdo rellenas de morcilla a la canela con salsa de orejones y vainilla. Los postres, en la misma l¨ªnea de refinamiento que el resto de sus ofertas. Precios atractivos (men¨² degustaci¨®n, 24 euros). Magn¨ªficos comienzos. Atentos a su evoluci¨®n. Tel¨¦fono: 948 33 18 05.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.