V?ZQUEZ Y EL CAMBIO TRANQUILO
El adi¨®s de los hist¨®ricos no ha tra¨ªdo la revoluci¨®n
'?C¨®mo es posible que llevemos 31 jornadas en los puestos de descenso cuando hay muchos equipos peores que el nuestro?'. Esta frase, que tuvo un mont¨®n de padres (tantos como jugadores hab¨ªa en la plantilla con pleno dominio del castellano), golpe¨® d¨ªa tras d¨ªa las cuatro paredes del vestuario del Rayo, incr¨¦dulos como estaban sus componentes ante el suplicio que vivieron durante la pasada temporada. Pero en un formidable tramo final, el equipo no s¨®lo abandon¨® el s¨®tano de la clasificaci¨®n sino que acab¨® en el puesto 11?, un lugar tan digno como insospechado.
Buena culpa de ello la tuvo Gregorio Manzano, t¨¦cnico por entonces del equipo, que no utilizaba m¨¦todos hipt¨®nicos con los jugadores, pero casi. Agarrado a sus entrenamientos visuales, Manzano buscaba que sus futbolistas vieran el triunfo. Y a fe que lo vieron. Hasta cinco consiguieron en las cinco ¨²ltimas jornadas, lo que les dispar¨® en la clasificaci¨®n. Logrado el prop¨®sito, Manzano abandon¨® la nave, para desaz¨®n de los rectores del club.
Durante alg¨²n tiempo los Ruiz Mateos buscaron repuesto. Y por Somosaguas, por la casa del patriarca del club, fueron desfilando Lotina, Schuster, Pepe Mel y Fernando V¨¢zquez. Al final fue ¨¦ste quien acept¨® las condiciones del jefe. Entre las que destacaba una por encima de todas: 'Ya podr¨¢ usted echar mano de la cantera porque aqu¨ª no hay un euro para fichajes'.
Acept¨® el reto V¨¢zquez, un t¨¦cnico acostumbrado a trabajar con los j¨®venes, y que con los j¨®venes se estrell¨® en Las Palmas, equipo con el que descendi¨®. As¨ª que el Rayo no presenta m¨¢s caras nuevas que las de Dorado, Julio ?lvarez y un pu?ado de chavales, a la espera de la llegada del deseado Onopko. En junio pasado, el club abri¨® la puerta de salida de mala manera a sus tres futbolistas m¨¢s hist¨®ricos: Cota, Alc¨¢zar y Lopetegui. Lo que se antojaba una revoluci¨®n no fue tal. El Rayo sigue teniendo un trazo reconocible, aunque en esta ocasi¨®n se espera que su trato al bal¨®n sea m¨¢s aseado que de costumbre, pese al c¨¦sped de Vallecas. V¨¢zquez, en este su cambio tranquilo, se agarra a la recuperaci¨®n de los lesionados M¨ªchel y Luis Cembranos para so?ar con lo ¨²nico con lo que se atreve a so?ar este club: la supervivencia.
LAS CARAS
BOLIC: GARANT?A DE GOL
El mejor definidor del equipo. No es el colmo de la fantas¨ªa, pero tiene un instinto especial para hacer da?o. La pasada campa?a logr¨® 11 tantos, una buena cifra trat¨¢ndose del Rayo. Garantiza presencia en el ¨¢rea y goles. Se maneja bien aun jugando solo en punta y saca provecho de jugadas que no prometen nada.
JULIO ?LVAREZ: ANTE SU GRAN RETO
A sus 21 a?os le ha llegado la hora de explotar. Cedido por el Madrid, que no quiere desprenderse de ¨¦l, el Rayo le va a dar minutos, que no es poco. La banda derecha debe ser suya, en lucha con Perag¨®n, y s¨®lo queda comprobar si ha adquirido la suficiente madurez futbol¨ªstica como para lucir en Primera.
LUIS CEMBRANOS: EL MEJOR FICHAJE
El Rayo no presenta mejores 'fichajes' que el suyo y el de M¨ªchel, que se rompieron gravemente durante la pasada temporada. Luis lo hizo en el mes de octubre y durante mucho tiempo el equipo le ech¨® de menos. La imaginaci¨®n es cosa suya y de M¨ªchel. A ambos les espera Fernando V¨¢zquez con los brazos abiertos.
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