En recuerdo de Jos¨¦ J. Gonz¨¢lez Encinar

Conoc¨ª a Gonz¨¢lez Encinar, catedr¨¢tico de Derecho Constitucional, en las p¨¢ginas de EL PA?S. Hab¨ªa escrito un art¨ªculo, Rebeli¨®n... pero en Praga, referido al encierro de los profesionales de la radiotelevisi¨®n p¨²blica de la Rep¨²blica Checa en protesta por el nombramiento a dedo de un nuevo director por parte del Gobierno, y del subsiguiente apoyo social, con manifestaciones de hasta 10.000 personas. A partir de ah¨ª, y de la reafirmaci¨®n de la necesidad de unos medios p¨²blicos de comunicaci¨®n realmente independientes para poder ser veraces, lamentaba la falta de reacci¨®n de los profesionales y de la sociedad espa?ola en general ante una situaci¨®n perversa de control gubernamental de los medios en todas las radiotelevisiones p¨²blicas, que sin reparo calificaba de 'predemocr¨¢tica'.

Le contest¨¦ en una carta en la que informaba de peque?as rebeliones, en Catalu?a, en la Comunidad Valenciana, en Galicia, por parte de sectores de profesionales de la informaci¨®n en las radiotelevisiones auton¨®micas de esas comunidades y de los esbozos de apoyos sociales en algunos de esos procesos. Pronto conectamos telef¨®nicamente, y coincidimos en el apoyo y la difusi¨®n de la iniciativa legislativa popular impulsada por profesionales de la RTVG para cambiar la ley que, bas¨¢ndose en el Estatuto de RTVE de 1980, consagra que es el Gobierno de turno el que elige al director general de la radiotelevisi¨®n p¨²blica, sea estatal o auton¨®mica. Luego nos conocimos personalmente en Barcelona, en la Jornada Anual de los Periodistas Catalanes, donde defendi¨® su radical opci¨®n de separar a los medios p¨²blicos de los pol¨ªticos para garantizar una verdadera democracia.

M¨¢s tarde ya no pudo acudir a la III Convenci¨®n de Periodistas de Espa?a, en Tarragona, donde estaba invitado para hablar de la democratizaci¨®n de los medios p¨²blicos, ni a las jornadas de Madrid organizadas por la Plataforma en Defensa de la RTV P¨²blica. En ambos casos se ech¨® en falta su lucidez y su honesta radicalidad, que para muchos son una gu¨ªa en el proceso (demasiado lento en su opini¨®n) de toma de conciencia de los profesionales y de la sociedad de la urgencia de legislar modelos independientes y neutrales de comunicaci¨®n p¨²blica, al estilo de los pa¨ªses de nuestro entorno europeo, entre los cuales Encinar optaba, como dej¨® escrito en diversas obras, por el modelo alem¨¢n.

Sirvan estas l¨ªneas como homenaje y como apoyo a su compromiso.