'MEN IN BLACK' SON DON QUIJOTE Y SANCHO GAL?CTICOS'

A Tommy Lee Jones (Tejas, 1946) hay pocas cosas que le produzcan tanto placer como cabalgar por las praderas tejanas. Quiz¨¢ por eso, este actor de mirada fija, intensa, int¨¦rprete curtido desde sus comienzos en los a?os sesenta, amante incondicional de los caballos -sobre todo de los que tiene en su rancho de 3.000 acres en San Saba, el pueblo de Tejas donde naci¨® en 1946- saca a relucir a Don Quijote y a Sancho, otros dos jinetes de arte y parodia. Lo hace para explicar las claves del ¨¦xito de algo aparentemente tan distante como Men in Black II, la secuela de esta banda de polic¨ªas gal¨¢cticos, que persiguen a la escoria del universo en Nueva York y que se estrena hoy en Espa?a, protagonizada por Will Smith y Lee Jones, una c¨®mica pareja que se hace de contrapunto. ?Les suena?

'Creo que nuestra relaci¨®n en la pantalla sale bien por varias razones', asegura Lee Jones. 'A los dos nos gusta la comedia y los duelos que ella produce. No hacemos m¨¢s que sacar jugo a los mecanismos de contraste, como pasa con Don Quijote y Sancho, un ejemplo que en Espa?a conocen de sobra, o como el gordo y el flaco y Abott y Costello que han funcionado desde siempre en Estados Unidos'.

Las referencias literarias no son una casualidad en Lee Jones. Este hombre de cabeza prominente, corpulento, serio, que hizo temblar al p¨²blico en El fugitivo o que expandi¨® ternura en la pantalla con El cielo y la tierra, una historia de amor vietnamita de Oliver Stone y produjo grima con su desagradable papel de Clay Shaw, conspirador en el asesinato de Kennedy en JFK, es un experto fil¨®logo, que estudi¨® en la Universidad de Harvard y tuvo un curioso compa?ero de habitaci¨®n: Al Gore, ¨²ltimo candidato dem¨®crata a la presidencia de Estados Unidos y amigo suyo.

A Tommy Lee Jones le gustan los cl¨¢sicos, aunque reconoce que no se divierte tanto con Shakespeare como haciendo Men in Black: 'Me r¨ªo m¨¢s hoy rodando esta pel¨ªcula que lo que me re¨ªa en los a?os sesenta, cuando llegu¨¦ a hacer hasta nueve obras diferentes de Shakespeare en mis comienzos', afirma. Lleg¨® a decir, en broma, obviamente, que no val¨ªa para la comedia: 'No se lo tomen en serio', aclara. 'Aunque es verdad que no puedo forzar a la gente a que se r¨ªa, para la risa se necesita ser espont¨¢neo y en eso Will es un maestro, aprend¨ª mucho de ¨¦l'.

Lee Jones reivindica la necesidad de comedia ahora, cuando en este mundo que est¨¢ a punto de recordar el trauma del 11-S, la risa parece terapia necesaria: 'La comedia es m¨¢s importante hoy que nunca', anima. Y se?ala lo que en realidad para ¨¦l es la escoria del universo: 'Todo lo que suponga una amenaza global, tambi¨¦n de manera industrial y econ¨®mica'. Tampoco es partidario de la correcci¨®n pol¨ªtica -'me suena a fascismo'-, algo contra lo que el equipo de Men in Black, capitaneado por la pareja de actores y el director, luchan activamente.

En Madrid, donde estuvo el pasado mes de julio para presentar la pel¨ªcula, acompa?ado del otro protagonsita del filme y de su director Barry Sonnenfeld, recorrieron restaurantes t¨ªpicos y degustaron jam¨®n a mansalva, una delicia de otra galaxia para los habitantes del planeta Hollywood.

El estilo de vida de las estrellas, algo teledirigido no es algo que moleste a Lee Jones: 'No creo que los actores estemos peor ahora que antes en este sistema, m¨¢s cuando venimos de un fen¨®meno, el de los grandes estudios, donde hab¨ªa salarios establecidos, contratos leoninos que no se pod¨ªan romper, vidas controladas, donde no pod¨ªas divorciarte, te eleg¨ªan la ropa y cuanto m¨¢s ¨¦xito ten¨ªas m¨¢s te met¨ªan en prisi¨®n, no he notado que nada de eso me pase hoy a m¨ª'.