FUENTES Y R?OS JUNTO AL ATL?NTICO CANARIO
El escritor mexicano y el rockero granadino recibieron ayer sendos homenajes en el festival Son Latinos, en Tenerife. Los dos dialogan sobre la literatura, la m¨²sica, la globalizaci¨®n y las nuevas tecnolog¨ªas.
Fuentes, R¨ªos, el limpio Atl¨¢ntico de Canarias.... Todo es agua. Como el hielo del estrecho de Bering que cruzaron los ind¨ªgenas que poblaron la virgen Am¨¦rica, como la mar oc¨¦ana desde la que desembarcaron los primeros europeos, como el sonido del torrente de ideas, pensamientos y frases de impacto que fluyen de la mente de los dos grandes homenajeados de la programaci¨®n cultural del Festival Son Latinos: el escritor premio Pr¨ªncipe de Asturias y premio Cervantes Carlos Fuentes (Panam¨¢, 1928), y el incombustible rockero Miguel R¨ªos (Granada, 1944). Aunque sab¨ªan el uno del otro, nunca antes hab¨ªan intercambiado pareceres sobre el espa?ol, lo latino, el mestizaje, la globalizaci¨®n y sobre qui¨¦n es m¨¢s golfo, si un poeta o un rockero. Hablaron de ello durante largo tiempo y el resultado es salado, policromado, huele a especias y se mueve a ritmo de rai, reggae, bolero, corrido y, claro, rock.
'Ahora, en Estados Unidos, lo hispano es un emblema de orgullo, de 'pride', de identidad'
Pregunta. ?Se acerca el fin del pur¨ªsimo wasp (White anglo saxon protestant) en favor de lo mestizo?
Carlos Fuentes. Lo wasp, que tambi¨¦n quiere decir avispa en ingl¨¦s, est¨¢ un poco alica¨ªdo y enfermizo. Los Estados Unidos han dejado de ser un pa¨ªs wasp. Ya nadie es tan puro, ni siquiera all¨ª. Hay 35 millones de hispanoparlantes. Un candidato que quiera ganar las elecciones hasta nos echa un discursito en espa?ol.
Miguel R¨ªos. S¨ª, s¨ª; es terrible. Y en la m¨²sica, como esa banda m¨ªtica que son El Tri, con m¨¢s de treinta a?os, que tocan en todos los Estados del sur en locales de la franquicia The House of Blues, cuyos due?os no hablan ni una palabra de espa?ol y que se abarrotan de p¨²blico.
C. F. ?ste no es un fen¨®meno nuevo: miremos la popularidad de la conga, la rumba, el mambo, el cha-cha-ch¨¢...
M. R. El incre¨ªble Xavier Cugat...
C. F. ?Y qu¨¦ me dices de la enorme cantidad de boleros mexicanos que se han adaptado al ingl¨¦s? El B¨¦same mucho, de Consuelito Vel¨¢zquez, debe ser de los mayores ¨¦xitos musicales de todos los tiempos.
M. R. En el rock, el mestizaje siempre ha sido muy intenso. Desde peque?o he conocido bandas multirraciales. El mismo rock es una forma muy clara de mestizaje cultural. Los blancos pol¨ªticamente guapos y correctos les robaban constantemente a los negros de los guetos. Del abuso de robar se establece una forma de cultura y el rock ha pervivido a su propio tiempo y se ha ido mestizando con otras f¨®rmulas.
C. F. Acabamos de celebrar un aniversario m¨¢s de la muerte de Elvis Presley. Era un blanco con voz negra. Pas¨® por encima de tab¨²es musicales e incluso sexuales. Y c¨®mo en Ed Sullivan Show s¨®lo lo cortaban de cintura para abajo para evitar aquello de Elvis the pelvis. Aun as¨ª, Mick Jagger y otros lo copiaron enseguida.
P. ?Cu¨¢l ha sido la influencia real de lo negro en la literatura y la m¨²sica?
C. F. Desde luego, en todo el Caribe y Brasil la m¨²sica ser¨ªa inconcebible sin la influencia africana. F¨ªjate en el bossa nova, por ejemplo, no existir¨ªa sin la influencia africana.
M. R. Recuerdo un viaje a Marraquech y c¨®mo cuando tocaban el la¨²d hab¨ªa dejes de la m¨²sica que se escucha en Bah¨ªa. Me explicaron que, cuando la esclavitud, despu¨¦s de las largas traves¨ªas del desierto, los esclavos descansaban unos d¨ªas all¨ª para que pudieran aguantar el duro viaje por mar hasta Am¨¦rica y poder ser vendidos a buen precio. Todo el concepto r¨ªtmico viene de ah¨ª.
C. F. Es una tradici¨®n que se renueva. ?Cu¨¢ndo empieza el calipso y el reggae, lo fuerte que fue el reggae en la independencia de Jamaica hace tan poco tiempo, en 1962? Y, sin embargo, tienen una ra¨ªz muy profunda.
P. ?Perciben como real la influencia de lo hispano en el mundo anglosaj¨®n?
C. F. En los a?os setenta fui a dar una conferencia a la Universidad de California, en San Diego. La di en ingl¨¦s, hasta que me di cuenta de que el 90% de los estudiantes eran de origen mexicano. En el di¨¢logo con ellos pregunt¨¦: '?Por qu¨¦ no hablamos en espa?ol?'. Y se hizo el silencio. La tumba. Hasta que una muchacha valiente, a lo lejos, levant¨® la mano y dijo: 'El espa?ol es una lengua de los esclavos'.
M. R. ?Sabes que cuando en el 83 grab¨¦ El rock de una noche de verano en los estudios de Jimi Hendrix en Nueva York (Electric Ladyland), toc¨® con nosotros Frank Rivera, de Puerto Rico. No hablamos espa?ol. Me dijo que su generaci¨®n fue marcada en los Estados Unidos para distanciarse del mundo de sus padres, que era muy pueblerino. Y ¨¦l se lamentaba de haber perdido todo aquello.
C. F. La m¨²sica lleva ganado mucho a la literatura, no necesita traducirse y llega inmediatamente. Hubo un tiempo en que en Estados Unidos hab¨ªa una especie de stigmata contra lo espa?ol. Ahora, sin embargo, lo hispano es un emblema de orgullo, de pride, de identidad. Cuando me dec¨ªan english only, yo respond¨ªa que era el ¨²nico pa¨ªs del mundo que quer¨ªa ser monoling¨¹e, cuando saber una segunda lengua no da?a a nadie. En honor de Puerto Rico hay que decir que, tras cien a?os colonizado por Estados Unidos, sigue siendo hispanoparlante. Es como aquella escena de West side story: I want to be in America.
M. R. Eso, que, por cierto, es una buler¨ªa.
C. F. ?C¨®mo rechazar la lengua de Cervantes, de Borges, de Neruda y Garc¨ªa Lorca? Hoy, ese problema no existe. Recuerdo unos stickers (pegatinas) donde le¨ªas: 'El monoling¨¹ismo es una enfermedad curable'.
M. R. Yo le¨ª uno que dec¨ªa Honk if you love Jes¨²s (Toca el claxon si amas a Jes¨²s), y otro coche ten¨ªa Honk if you wanna fuck (Toca si quieres joder). [Risas].
P. Cambiando de registro, literatura y rock tienen tambi¨¦n una leyenda oculta de sexo, drogas, alcohol...
M. R. Dec¨ªa Joaqu¨ªn Sabina en una reciente entrevista que, ahora que hab¨ªa conocido mejor el mundo de la literatura, los rockeros son unos beb¨¦s en pa?ales al lado de los poetas, que no hab¨ªa m¨¢s golfos que los poetas. Y si lo dice Sabina, que ha vivido lo suyo... Los que yo he conocido est¨¢n muy cerca de la opini¨®n de Joaqu¨ªn. Todo est¨¢ relacionado con el proceso de la creaci¨®n. F¨ªjate que yo pensaba que todos los escritores eran iguales hasta que le¨ª una entrevista con Garc¨ªa M¨¢rquez donde aseguraba ser un met¨®dico de la literatura, que ten¨ªa que levantarse a una hora determinada, escribir en un cuarto, con una rosa amarilla, desplegando toda una liturgia antes de escribir, aunque creo que debe ser el ¨²nico.
C. F. ?Qu¨¦ va, no, no! Y muchos otros. Es casi como una misa. Como dice el famoso corrido mexicano: 'Para empezar a cantar, pido permiso primero'. Yo soy igual. Para escribir, tambi¨¦n hay que pedir permiso.
P. ?C¨®mo creen que la m¨²sica y literatura de ambos han afectado a la vida de la gente?
C. F. Est¨¢ usted agrediendo nuestra modestia, nuestra reconocida humildad. [Risas].
M. R. Recuerdo un paseo por las calles de M¨¦xico con Saramago. Era como ir con Mick Jagger. Nos paraban por todos lados y le ten¨ªan una gran devoci¨®n. Tenemos una gran deuda con la literatura. Nos rellenan todos los huecos de nuestra existencia como ninguna otra arte. El refugio que nos ofrece la literatura es absoluto. Yo, que soy un t¨ªo sin una formaci¨®n acad¨¦mica importante, encuentro que las novelas son como los mensajes de las botellas que lanzan los n¨¢ufragos, por todos los registros que nos ofrecen un escape ¨²nico. Me siento deudor con la literatura. Claro que es mejor que vayas por la calle y que la gente te diga 'bien, Miguel, sigue as¨ª, ten fuerza', a que digan 'canalla, ladr¨®n'.
C. F. Como si fueras un Menem o Fujimori cualquiera... [Risas]. Yo recuerdo una actuaci¨®n tuya en el Auditorio Nacional de M¨¦xico ante... No s¨¦ cu¨¢ntas personas podr¨ªa haber all¨ª.
M. R. Unas doce mil, pero yo minimizar¨ªa mi impacto sobre la sociedad comparado con el tuyo y otros escritores.
C. F. Yo tambi¨¦n he caminado las calles de Cartagena junto a Garc¨ªa M¨¢rquez, y todo el mundo se rinde ante ¨¦l y le dicen 'adi¨®s, Don Nobel', y, sin embargo, mira c¨®mo le fue a otros como Edgar Allan Poe, sin p¨²blico, desconocidos, perdido en los bares de Baltimore.
P. ?Pueden revelar alguna cl¨¢usula del contrato que, como Fausto, les ha garantizado la eterna juventud?
M. R. Por favor, no nos llames dinosaurios. Maruja Torres escribi¨® hace unos dos a?os sobre Raphael y su pacto con el diablo, donde dec¨ªa que uno de los dos no lo cumpl¨ªa. Si nosotros tenemos pacto, lo estamos cumpliendo.
C. F. Yo creo que es el amor al trabajo, amor al sexo y los genes.
El futuro, un a?o despu¨¦s del 11-S
Cu¨¢l es su opini¨®n a prop¨®sito del ascenso generalizado de la actual cultura kleenex? M. R. El mercado pide que nazcas para morir pronto. ?lvaro Serrano, un trompetista que toc¨® conmigo, sol¨ªa decir con acierto que el ¨¦xito es el pr¨ºt-¨¤-porter de la gloria. C. F. Siempre tengo presente una frase de Plat¨®n: 'Cuando la eternidad se mueve, lo llamamos tiempo'. Estoy de acuerdo. Una obra perfecta ser¨ªa ilegible. La habr¨ªa escrito Dios, pero nadie la habr¨ªa podido leer [risas]. Una partitura perfecta no se oir¨ªa, existir¨ªa en un ¨¦ter. La obra tiene que sangrar, tener una herida, imperfecci¨®n, para continuar viviendo. P. ?Qu¨¦ impulso les mueve a seguir creando? M. R. Yo, sinceramente, es que no s¨¦ hacer otra cosa [risas]. C. F. Yo suscribo esa respuesta. Lo extraordinario es que no sabemos hacer otra cosa, pero eso es lo ¨²nico que nos da la felicidad. Y el secreto de la vida consiste en descubrir lo que uno sabe y le gusta hacer. P. ?C¨®mo ven el futuro despu¨¦s del 11 de septiembre? C. F. Soy muy pesimista. Estados Unidos tiene un Gobierno presidido por un tonto, ignorante, con la cabeza vac¨ªa, rodeado de terribles halcones, como Cheney o Ashcroft, que recortan las libertades como en los peores tiempos del macartismo. Todos estamos implicados en las decisiones futuras de los Estados Unidos. M. R. Vivimos una cat¨¢strofe real, en directo, en prime time. Con toda esa angustia, hab¨ªa un corte en la transmisi¨®n y la publicidad nos segu¨ªa vendiendo natillas sin saber si hab¨ªa 200.000 o 2.000 muertos. Europa se ha convertido en una comparsa del amigo americano, con m¨ªnimas posibilidades de independencia real, tipo Orwell en 1984. ?sta es la puerta a un mundo m¨¢s policiaco. P. ?Y qu¨¦ funci¨®n le queda al arte? C. F. El que siempre ha tenido: el de decir que hay otro mundo posible, que ¨¦ste no es el mejor. So?emos por un mundo mejor y luchemos por ¨¦l. Odio todo lo que interrumpe esa potencialidad. M. R. Am¨¦n.
La influencia de la televisi¨®n y de Internet
Qu¨¦ influencia le dan a la televisi¨®n en el fen¨®meno de la globalizaci¨®n? C. F. Todos los aspectos de la globalizaci¨®n son moneda de dos caras. Con la televisi¨®n ocurre lo mismo. Por un lado, ofrece mayor informaci¨®n sobre todos los rincones del mundo a donde no llegaba la luz y nos revela las fechor¨ªas abominables de tiranos como Pinochet. Pero debemos estar atentos al bombardeo de banalidad, de tanta saturaci¨®n de informaci¨®n que no nos importa para nada. Nos puede convertir en lo que el soci¨®logo americano Mills llamaba los robots alegres. M. R. Saramago dice que tengamos cuidado con el pensamiento ¨²nico, porque lo ¨²nico que genera es pensamiento cero. Y lo que hoy se oye por las radios musicales es pensamiento cero. Por eso, el rock ha subsistido, como una contramedida a todos los sistemas. Hay que recordar siempre que ¨¦ste no es el mundo que nos est¨¢n vendiendo por la radio. P. ?Qu¨¦ papel dan a Internet en la globalizaci¨®n? C. F. Sigo muy vagamente ese fen¨®meno. En eso, soy muy anticuado, como el de las tiras c¨®micas que viv¨ªa en una caverna. Reconozco su utilidad para rescatar informaci¨®n sobre el pasado o sobre un pa¨ªs. M. R. Yo tambi¨¦n creo en la potencialidad de la red como tabla de salvaci¨®n para muchos m¨²sicos j¨®venes que, con pocos recursos, pueden difundir su trabajo y ganar algo de dinero cada vez que alguien se baje sus canciones. P. Tal como est¨¢n las cosas, ?creen que la Red podr¨ªa convertirse en el top manta de la literatura? M. R. El soporte del libro es insustituible. C. F. Stephen King intent¨® vender su ¨²ltima novela en Internet y el proyecto se le hundi¨® al segundo cap¨ªtulo. El libro es como una mujer, hay que abrirla, olerla, tocarla, abrazarla, tenerla cerca. Un libro es un objeto muy ¨ªntimo, no se puede sustituir por nada m¨¢s. Es como Borges: 'No hay nada comparable a dormir rodeado de libros'.
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