En Puerto Espa?a se baila calipso
Las claves de la ca¨®tica y excitante capital de Trinidad y Tobago
La gente de Puerto Espa?a baila el calipso, que es un invento de la isla, y lo que le echen. Baila hasta tarde y bebe ron. Las mujeres de espaldas a los hombres, insinu¨¢ndose. En la mayor¨ªa de los locales, la m¨²sica es en vivo y la pone un grupo local, que se afana en modelar los sonidos del steel pan (una especie de tambor de acero propio de la isla). La m¨²sica y el baile, mezcladas con las m¨¢scaras, la sensualidad, y los enormes zancos sobre los que se alzan los danzantes alcanzan su m¨¢xima expresi¨®n en el carnaval, uno de los m¨¢s famosos de todo el Caribe (que se celebra entre los meses de febrero y marzo).
Puerto Espa?a es la capital de Trinidad, una isla doble a orillas de la desembocadura del Orinoco y del c¨¢lido mar Caribe. La primera parte de un pa¨ªs con nombre compuesto, dos cuerpos y dos almas. La primera parte y la m¨¢s importante. La m¨¢s grande (60 kil¨®metros de ancha por 80 de larga), la m¨¢s compleja, la m¨¢s desordenada y la m¨¢s poblada de este peque?o pa¨ªs de 1,3 millones de habitantes repartidos entre negros (38%) e indios (42%). La otra isla es Tobago, muy peque?a y repleta de palmeras y turistas.
Puerto Espa?a se aparece como una capital de colores y f¨¢bricas. De selva muy verde y mar muy azul. En la novela Una casa para el se?or Biswas, el protagonista, un periodista de ficci¨®n inventado en 1961 por un tipo pol¨¦mico con barbita de chivo, enormes bolsas bajo los ojos, un reciente premio Nobel en el bolsillo y rasgos indios de la India llamado V. S. Naipaul (Chaguanas, 1932), vaga buscando trabajo por el barrio hist¨®rico. Una zona de arquitectura colonial con casitas bajas de colorines y otros edificios m¨¢s solemnes, que es la m¨¢s cercana a la l¨ªnea de la costa. La m¨¢s alejada de las colinas verdes, de los ¨¢rboles, de las gotas de lluvia y de los hoteles caros que se agazapan en la intimidad de las alturas, como el imponente Hilton. La misma vieja Puerto Espa?a que ahora recorren de punta a punta montones de coches autom¨¢ticos japoneses. Un barrio de ¨¢ngulos rectos que siempre desemboca en Charlotte Street. Una calle estrecha que parte de la falda de una de las colinas verdes que acunan la ciudad y desciende en l¨ªnea recta.
Pero Charlotte Street no es una calle, es un pasillo lleno de puestos de fruta y de otras cosas. Un pasillo por el que la gente sube y baja con la mirada puesta en Independence Square, que es donde dicen que desemboca los que han llegado alguna vez al final de la calle. Charlotte y su gemela, Nelson, son dos corredores ca¨®ticos en los que ahora se esconden dos grandes almacenes modernos. Luego se llega a Woodford Square, una cuidada plaza con jardincillos por la que camina hablando solo el c¨¦lebre se?or Biswas, quej¨¢ndose de que 'los mendigos profesionales deambulan junto a los quioscos de m¨²sica'. En Puerto Espa?a hay bastante gente que deambula, pero ahora esos se?ores inofensivos que se dedican a holgar y que en manadas, con el torso al descubierto y la sonrisa blanca bajo los ricitos del cabello negro, siguen vagabundeando, lo hacen en torno a un restaurante de la cadena estadounidense Kentucky Fried Chicken, en Independence Square. Una plaza rectangular lindante con la autopista que conmemora la autonom¨ªa de la isla de su antigua metr¨®poli, el Reino Unido, en 1962.
Puerto Espa?a es un lugar ordenado en torno a un parque enorme, Savanah Park, frente al que se conservan las mansiones coloniales m¨¢s notables. En una de ellas vive el presidente. Olvidando la parte que se descuelga bajo el parque, que en realidad es un trozo de selva acotado y recortado, y girando a la izquierda, se abren dos barrios peque?os y elegantes: Saint Clair y Newtown. Llenos de edificios oficiales de colores pastel y de gente acomodada, sirven de puerta al suburbio de Woodbrook, a las calles Tragarete y Ariapita, que es donde est¨¢n los restaurantes de comida criolla, africana (muy picante), los de comida india (tambi¨¦n muy picante) y los clubes nocturnos (igualmente muy picantes).
Cerveza Carib
Desde Woodbrook, peque?as casas de pueblo y tiendas a los lados, se baja de nuevo al mar. Tampoco se ve muy bien desde aqu¨ª, tapado por los m¨¢stiles del puerto. Un puerto con grandes barcos transatl¨¢nticos, que dej¨® perplejo a Biswas. Urbanizaciones de edificios altos junto al agua y una carretera ancha que conduce a Saint James. El barrio bohemio y cosmopolita. Tan bohemio que da un poco de miedo por la noche, cuando la gente recorre las calles y charla apoyada en los mostradores de las chozas-bar mientras bebe cerveza Carib, la m¨¢s popular. Unos bares muy t¨ªpicos de las zonas m¨¢s humildes de Trinidad que en el barrio situado en el extremo opuesto a Saint James, el c¨¦lebre Laventille al que cant¨® en una oda otro premio Nobel, Derek Walcott, jalonan su colina que se pierde hacia el interior, hacia uno de los finales de Puerto Espa?a. M¨¢s all¨¢, a unos 12 kil¨®metros, quedan las playas extra¨ªdas de una postal como la famosa Maracas Beach, de arena fina y chocita-chiringuitos.
El Puerto Espa?a que describi¨® Naipaul sigue igual. O, al menos, muy parecido. Igual de ca¨®tico, de excitante. Una ciudad a un tiempo peque?a y tranquila, pero llena de vida junto a un mar al que da la espalda para mirar la exuberancia de la selva.
GU?A PR?CTICA
Prefijo telef¨®nico: 001 868. Moneda: d¨®lar de Trinidad y Tobago (equivale a 0,17 euros). Poblaci¨®n: 1,3 millones de habitantes (¨²ltimos datos, 1994). Carnaval 2003: las fechas centrales de las fiestas del a?o que viene son el 3 y el 4 de marzo..
- British Airways (902 111 333) vuela a Trinidad con escala en Londres. Por ejemplo, desde Madrid, 620 euros m¨¢s tasas (hasta diciembre).
- American Airlines (902 11 55 70) vuela a Puerto Espa?a con escala en Miami. A partir del 16 de septiembre y hasta el 1 de diciembre, desde Madrid o Barcelona, 637 euros m¨¢s tasas.
- Entre Puerto Espa?a (Trinidad) y Scarborough (Tobago) operan transbordadores. Ida y vuelta cuesta 10,30 euros. Informaci¨®n: www.patnt.com/ferry.htm.
EN PUERTO ESPA?A
- Kapok Hotel (622 64 41). 16-18, Cotton Hill, Saint Clair. En el centro residencial. 136 euros.
- Ambassador (628 90 00). 99? Long Circular Rd. Saint James. La doble, 113 euros.
- Hilton (624 31 11). Lady Young Road. Saint Anns. Cerca de la carretera que lleva a Maracas Bay. La doble, 207 euros.
EN CHAGUARAMAS
- Crews Inn Hotel (634 43 84). Marina de Chaguaramas. La doble, 123 euros.
- Coral Cove Marina (634 20 40). Western Main Road, s/n. La doble, 68 euros.
- Festak (623 41 01). 106, Frederick Street. Cocina africana. Unos ocho euros.
- Singho (628 20 77). Long Circular Mall. Cocina china. Alrededor de 10 euros
- Tiki Village (622 57 65). El restaurante del hotel Kapok. Cocina thai y muy buenas vistas de la ciudad. Unos 20 euros.
- Oficina de turismo de Puerto Espa?a (623 60 22).
- www.visittnt.com.
- Una casa para el se?or Biswas (1961). V. S. Naipaul. Editorial Debate. 23,44 euros.
LAS MARIPOSAS DE CHAGUARAMAS
LA PEN?NSULA de Chaguaramas, que debe su nombre a los primeros abor¨ªgenes que poblaron Trinidad, se sit¨²a al norte de la isla y es un trozo de selva anudado al mar Caribe. En ¨¦l viven m¨¢s de 250 especies de p¨¢jaros de colores. Muchos de ellos s¨®lo se encuentran en los apenas 30 kil¨®metros cuadrados de este parque natural. Pero no s¨®lo hay p¨¢jaros en Chaguaramas. Hay mariposas, miles de mariposas de todas las clases. En toda la isla se cuentan 620 tipos de mariposas, y esta peque?a pen¨ªnsula se lleva la mayor parte de los aleteos de la m¨¢s grande concentraci¨®n de especies del mundo. Un peque?o espacio de densa selva que se abre hacia un peculiar campo de golf, el ¨²nico de Trinidad. Se llega por una carretera estrecha, en cuyos m¨¢rgenes se descubren p¨¢jaros apostados. El parque es un trozo de selva sin m¨¢s artificio que el de unas estrechas calles.
Volviendo a la l¨ªnea de la costa se encuentra el puerto, un cuidado espacio abierto al mar lleno de barcos de recreo con un hotel de lujo vigilando la marea y todos los servicios para el navegante, incluido Internet. Tambi¨¦n hay un restaurante de comida criolla con una terraza de madera acunada por el agua. A cinco kil¨®metros de la marina reposa la marea c¨¢lida y verdosa del Coves Beach Resort. Una playa con hotel de cinco estrellas y corales de colores desde la que se adivina el dibujo de la vecina isla de Tobago. En ese punto del litoral desovan las tortugas gigantes, unos monstruos prehist¨®ricos que pueden llegar a medir m¨¢s de dos metros.
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