Muere Lionel Hampton, el hombre que puso el vibr¨¢fono al ritmo del jazz
La primera pieza que grab¨® fue 'Memories of you', en 1930
El vibrafonista Lionel Hampton, una verdadera instituci¨®n del jazz, falleci¨® ayer en el hospital neoyorquino Monte Sina¨ª a causa de un ataque cardiaco. Nacido en Louisville, Kentucky, un 20 de abril de, seg¨²n la fuente consultada, 1908 o 1909, Hampton hab¨ªa sido el inventor, en directa competencia con Red Norvo, del lenguaje del vibr¨¢fono jazz¨ªstico. La primera pieza que grab¨® fue Memories of you.
La intuici¨®n de que aquel raro instrumento tubular arrinconado en un estudio de grabaci¨®n pod¨ªa sonar bien fue de Louis Armstrong, pero a Hampton le correspondi¨® batirse con sus varillas y dotarle de una t¨¦cnica adaptada al jazz. El estreno discogr¨¢fico de hombre y m¨¢quina se produjo el 16 de octubre de 1930, en una pieza titulada Memories of you. Hampton hab¨ªa estudiado marimba y ya hab¨ªa conseguido establecerse como bater¨ªa solvente, pero su carrera tom¨® altura de verdad cuando decidi¨® hacerse espachad¨ªn de los mazos. A su favor ten¨ªa un sentido innato del swing, una agilidad t¨¦cnica portentosa: su estilo destilaba esa contagiosa sencillez que tanto aprecian los danzantes.
Hampton realiz¨® las grabaciones m¨¢s brillantes de su carrera, genuinos tesoros de la era cl¨¢sica, en una fase temprana, 1937-1939. Su popularidad, en cambio, no par¨® de crecer, sobre todo desde que el vibrafonista descubri¨® que ten¨ªa un nada desde?able sentido del espect¨¢culo. En 1942, Flying home, una pieza construida apenas a partir de un simple riff, le proporcion¨® una inusitada fama. Al p¨²blico le encantaba el solo ardoroso hasta el sofoco que realizaba el saxofonista tenor de la orquesta, Illinois Jacquet, pero a¨²n m¨¢s el vuelo que hac¨ªa el propio Hampton sobre el patio de butacas en un avi¨®n de juguete, siempre que las caracter¨ªsticas del local lo permit¨ªan.
Tambi¨¦n hab¨ªa cierta parafernalia circense en el jazz que Hampton desarroll¨®, m¨¢s o menos en esa misma ¨¦poca, como miembro de los grupos peque?os de Benny Goodman. Parece que uno de los requisitos prioritarios para entrar en el selecto escuadr¨®n de Goodman era poseer licencia para pilotar instrumentos a velocidades suicidas y Hampton era un bar¨®n rojo fascinado por las ca¨ªdas en picado, tirabuzones y volteretas. Adem¨¢s de estas habilidades, el vibrafonista tambi¨¦n ten¨ªa una sensibilidad especial para seleccionar a los mejores m¨²sicos j¨®venes. Charles Mingus, Dexter Gordon y Dinah Washington fueron algunos de sus descubrimientos m¨¢s sonados, pero tambi¨¦n apadrin¨® a Clifford Brown y Quincy Jones, dos trompetistas que luego se har¨ªan c¨¦lebres por muy distintos caminos.
A partir de los a?os cincuenta, Hampton se concentr¨® en difundir su m¨²sica por Jap¨®n, Australia, el Medio Este y otros lugares donde el jazz era un enigm¨¢tico extra?o. En su pico de popularidad actu¨® en el londinense Royal Festival en 1957, aunque la inercia de su fama le permiti¨® hacer lo propio en 1978 en la Casa Blanca ante el presidente Carter. En una de sus ¨²ltimas actuaciones en Madrid, en noviembre de 1992, se present¨® con sus Golden Men Of Jazz, una alegre pandilla de ancianos (Clark Terry, Harry Edison y Al Grey, entre ellos) que hizo las delicias de la audiencia, pero fue en otra anterior, en abril de 1991, donde se pudo ver al aut¨¦ntico Hampton.
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