Empieza la funci¨®n
Ya est¨¢, como hubiera escrito Juan Cruz. Seg¨²n la vieja sabidur¨ªa campesina, despu¨¦s de llover escampa, salvo claro est¨¢ donde se instala el riego por aspersi¨®n. Fin de la operaci¨®n retorno. Culmina la cuenta atr¨¢s del oto?o, por supuesto caliente. Ah¨ª est¨¢n las pruebas. Los socialistas franceses clausuran su conferencia de verano en La Rochelle pidiendo perd¨®n a sus bases y prometiendo una cr¨ªtica al capitalismo mientras aqu¨ª en Rodiezmo (Le¨®n) el l¨ªder del partido socialista, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, ante 35.000 congregados por el sindicato minero SOMA-UGT se declara dispuesto a aplicar 'pol¨ªticas de izquierdas' en cuanto llegue al poder. O¨ªda esa disposici¨®n, cabr¨ªa preguntar enseguida por qu¨¦ ese aplazamiento fijado por Zapatero para m¨¢s adelante, para cuando llegue al poder, cuando el principal partido de la oposici¨®n, por el hecho de serlo, est¨¢ ya en el poder aunque su manera de estar sea diferente de la que corresponde de modo prioritario a quienes ganaron en las urnas con la ense?a del PP la responsabilidad del Gobierno.
Aceptemos que el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, ha demostrado unas facultades excepcionales para apurar las situaciones, lo mismo da en el Pa¨ªs Vasco que con Marruecos, llev¨¢ndolas hasta el mismo borde del precipicio y, una vez creado el v¨¦rtigo social, reclamar que su soluci¨®n es la ¨²nica disponible, de modo que cualquier atisbo de disidencia fuera computada como indignidad. Pero sin discutir la admirable habilidad de Aznar para plantear siempre dilemas entre la adhesi¨®n o la cat¨¢strofe, reconozcamos que otros l¨ªderes como el honorable Pujol han sabido a¨²n as¨ª abrir un espacio para el matiz, mientras que el PSOE de Rodr¨ªguez Zapatero se ha dejado uncir con mansedumbre al yugo del PP. Un yugo adem¨¢s cada vez m¨¢s exigente, como si todo les fuera debido, sin ofrecer contrapartida alguna y con los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos compitiendo con Arenas a la hora de zurrarles la badana.
Otra cuesti¨®n adicional a plantear a Zapatero al hilo de su prop¨®sito de reforzar el control sobre las pol¨ªticas del Ejecutivo que han causado 'd¨¦ficit social' surge de los desprendimientos que contin¨²an en el grupo parlamentario socialista, con renuncias tan destacadas como la de ?ngeles Amador, la ex ministra de Sanidad y n¨²mero dos por Madrid detr¨¢s de Joaqu¨ªn Almunia en las listas electorales de 2000. ?De verdad ¨¦sos son s¨ªntomas de la ansiada renovaci¨®n? Si todas las figuras consistentes del socialismo con trayectoria ejemplar y honradez probada, como Amador, a la que podr¨ªan seguir Carmen Alborch o Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, se destinan al desguace porque la Ejecutiva de Ferraz reh¨²sa pasarles la ITV, convendr¨ªa que fu¨¦ramos conociendo cu¨¢les son las propuestas de incorporaci¨®n del plan renove para evitar que llegue a cundir la sensaci¨®n progresiva de deterioro.
Pero, volvamos a la cuesti¨®n; la boda inminente dejar¨¢ una factura colosal por la que nadie se ha interesado y enseguida en cuanto las damas concluyan la exhibici¨®n de las pamelas se dejar¨¢n notar los cambios clim¨¢ticos en aras de las elecciones municipales y regionales del pr¨®ximo mayo. Los efectos m¨¢s sobresalientes ya afloran en los medios de comunicaci¨®n adictos, donde se ha impuesto un cierre de filas. Un proceder lleno de futuro, porque como escribe Joseph Conrard en su Cr¨®nica personal para ganar la amistad de los otros es muy ¨²til para un hombre recurrir a la pasi¨®n de sus prejuicios y a la coherente estrechez de sus puntos de vista, de ah¨ª la invalidez para seguir a flote de quienes son incapaces de adherirse a lo que no les parece digno ni de reprobar lo que no les parece aborrecible, aunque se les convoque para ello en defensa de un determinado principio.
Mientras, se barruntan problemas intestinos tambi¨¦n en las disciplinadas huestes del PP. Se anuncian pruebas de fuerza en busca del mando. Los tres tenores -Rajoy, Rato y Mayor-, que pueden quedar en dos por p¨¦rdida de Rato o llegar hasta cinco con la suma de Acebes y Gallard¨®n, tendr¨¢n que dar la nota mientras empiezan a verse como inevitables rivales tras la curva de El Pardo ante la recta de tribunas. Todos al hip¨®dromo, empiezan las carreras.
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