El arte electr¨®nico se implica en las consecuencias de la guerra y el terrorismo
Los creadores digitales plasman en sus trabajos una visi¨®n pacifista y alertan de los peligros que arrastran la intolerancia y el patriotismo desenfrenado
Tras los atentados del 11 de septiembre y la guerra afgana, los artistas electr¨®nicos han gestado numerosos proyectos sobre el peligro de la carrera de armamentos, el patriotismo m¨¢s reaccionario y la intolerancia. En su mayor¨ªa se trata de obras que rechazan el sentimentalismo, la indignaci¨®n ret¨®rica y la solidaridad superficial, para centrarse en la esencia del problema: los peligros de la guerra, la indefensi¨®n de los ciudadanos y el fracaso de los sistemas de defensa, control y represi¨®n adoptados por las naciones occidentales.
Muchos artistas han utilizado los juegos de guerra. The great game, de John Klima, es una simulaci¨®n en tiempo real de la guerra en Afganist¨¢n. Permite seguir el conflicto en un mapa de la regi¨®n, con bases militares, flotas de aviones, dep¨®sitos de municiones y movimientos de tropas. Los d¨ªas de guerra se suceden en la pantalla cada 60 segundos, cambiando el panorama en el que se mueve el jugador. Los datos fueron proporcionados por el Departamento de Defensa. 'No era mi intenci¨®n trivializar algo tan obsceno como la guerra convirti¨¦ndola en una diversi¨®n; a diferencia de los juegos, aqu¨ª el usuario no controla la acci¨®n', explica Klima.
Tampoco hay ganadores en The new war, de Michael Mittelman, donde el p¨²blico destruye los edificios de una ciudad an¨®nima, mientras un triunfal bolet¨ªn de guerra da cuenta de cada ataque.
Tambi¨¦n toma prestada la estructura de los videojuegos Net Art Anti-War, del brasile?o Joeser ?lvarez. Mediante preguntas ir¨®nicas conduce al usuario por p¨¢ginas de organizaciones pacifistas y de defensa de los derechos humanos, e incluso le pone en condici¨®n de escribir un e-mail a los gobernantes de Occidente.
En Antiwar Game, de Josh On, el usuario convertido en Uncle Sam o Aunt Samantha debe conservar su popularidad mientras el pa¨ªs es atacado por fuerzas extranjeras. Hay que dosificar los tres ejes del presupuesto p¨²blico: defensa, ayuda al extranjero y gasto social.
En un ¨¢mbito m¨¢s intimista destacan los trabajos de dos artistas que han vivido la violencia terrorista en primera persona. El 11 de septiembre de 1998, en Alemania, unos terroristas colocaron una bomba en una ex sinagoga donde el artista Agricola de Cologne iba a inaugurar A living memorial. Todo result¨® destruido y Agricola tard¨® meses en recuperarse de las heridas f¨ªsicas y ps¨ªquicas. Una pel¨ªcula en Flash, Never wake up, es su respuesta al atentado de Nueva York.
Cuando cayeron las torres, Eryk Salvaggio trabajaba en una tienda neoyorquina de electrodom¨¦sticos Se encontr¨® rodeado todo el d¨ªa por las im¨¢genes de la tragedia, retransmitidas por m¨¢s de 100 televisores. Salvaggio ha creado September 11th, 2001, una obra que reformula una de las secuencias televisivas m¨¢s famosas de la historia: la del choque del vuelo 175 de United Airlines con la Torre Sur. Veinte p¨¢ginas reproducen sin fin la secuencia, en caracteres ASCII, con la lista de fallecidos.
La r¨¢pida reacci¨®n de los artistas
El d¨ªa siguiente al atentado, Rhizome pon¨ªa un espacio en la Red, 911-The September 11 Project, para recibir relatos, reflexiones, iniciativas, im¨¢genes y enlaces. Despu¨¦s de un a?o, la p¨¢gina ofrece un interesante panorama de las reacciones de las personas vinculadas a la escena digital, en los d¨ªas inmediatamente posteriores al ataque. En plena b¨²squeda de supervivientes, Andy Deck, un artista neoyorquino autor de obras fuertemente pol¨ªticas, ofreci¨® su visi¨®n en la p¨¢gina War without winners y en la imagen gr¨¢fica Opus 911. John Klima utiliz¨® Earth, un programa suyo para la visualizaci¨®n geoespacial, para realizar Khyber Pass. El proyecto compara el c¨¦lebre puerto de monta?a afgano, verdadero atolladero para todos los que han intentado conquistar Afganist¨¢n, con el Donner Pass, un puerto de las Monta?as Rocosas donde un grupo de militares bloqueados por la nieve se dieron al canibalismo para sobrevivir. No s¨®lo la CNN retransmiti¨® en directo las tr¨¢gicas im¨¢genes del 11-S. La escalofriante secuencia se vio tambi¨¦n en las paredes de la Postmasters Gallery, donde el artista alem¨¢n Wolfgang Staehle acababa de inaugurar su ¨²ltima instalaci¨®n. La obra se basaba en tres webcam, dirigidas hacia otros tantos paisajes de Nueva York y, por supuesto, uno era el de las Torres Gemelas.
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