El sospechoso de los ataques de ¨¢ntrax es despedido de la universidad en la que trabajaba
Steven Hatfill, el cient¨ªfico estadounidense que ha sido relacionado con las cartas con ¨¢ntrax (carbunco), fue despedido ayer por la Universidad estatal de Louisiana donde trabajaba como investigador. Hatfill acus¨® al FBI, que le ha incluido en su lista de sospechosos, de sus desgracias profesionales. El pasado agosto, el bacteri¨®logo critic¨® p¨²blicamente al Gobierno y a la prensa por 'arruinar' su vida y convertirle, sin pruebas, en un chivo expiatorio.
Hatfill, de 48 a?os, experto en guerra bacteriol¨®gica, fue contratado en julio como director asociado del Centro Nacional de Investigaci¨®n Biom¨¦dica de la Universidad de Louisiana, pero suspendido a principios de agosto, cuando la prensa recogi¨® que el FBI hab¨ªa registrado su apartamento buscando pruebas en la investigaci¨®n del ¨¢ntrax. El a?o pasado, las cartas contaminadas mataron a cinco personas y aterrorizaron a Estados Unidos.
'La Universidad no juzga si Hatfill es culpable o inocente', dijo su rector, Mark Emmert, en un breve comunicado oficial, 'nuestra preocupaci¨®n es que podamos cumplir con nuestro papel, y considerando estos objetivos he concluido que nos conviene m¨¢s terminar esta relaci¨®n'.
A trav¨¦s de sus abogados, el cient¨ªfico acus¨® al FBI de su despido. 'Mi vida ha sido completamente destruida por el fiscal general (ministro de Justicia), John Ashcroft. No entiendo por qu¨¦ me est¨¢n haciendo esto. Mi reputaci¨®n profesional est¨¢ en duda. Lo ¨²nico que me queda son mis ahorros y no durar¨¢n mucho ante todas mis facturas legales'. Hatfill ha interpuesto una demanda contra Ashcroft por falta de ¨¦tica.
Ninguna prueba ha relacionado a Hatfill con los ataques de ¨¢ntrax. Su trayectoria profesional como bacteri¨®logo en los programas secretos del Gobierno de EE UU, especialmente en el laboratorio de Fort Detrick, donde se cultivaba ¨¢ntrax, coincide con el perfil que se ha hecho el FBI del autor de las cartas, un investigador solitario que ten¨ªa f¨¢cil acceso al bacilo, probablemente en un laboratorio militar. Pero ni el FBI ni el Departamento de Justicia, despu¨¦s de haberlo investigado a fondo, le han acusado de nada.
A finales de agosto, Hatfill convoc¨® una conferencia de prensa para proclamar su inocencia. 'Quiero mirar a mis compatriotas en los ojos y decirles que no soy el asesino del ¨¢ntrax', dijo entonces.
Responsabiliz¨® directamente a Ashcroft por seguir apunt¨¢ndole como sospechoso, pese a que su propio departamento ha reconocido carecer de pruebas contra ¨¦l. Acus¨® al FBI de seguir vigil¨¢ndole durante las 24 horas del d¨ªa, de interrogar a su novia y amigos e incluso de registrar sus casas. 'Mi vida est¨¢ siendo destruida por bur¨®cratas arrogantes'.
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