El vaquero transfigurado

El regreso del vaquero al ropero activo de la mujer y del hombre contempor¨¢neos es una realidad que la Pasarela Gaud¨ª est¨¢ poniendo en evidencia. La manipulaci¨®n, los efectos gastados y de ropa de segunda mano, los gr¨¢ficos y cortes de apariencia accidental, han alumbrado una marea de creaciones a la que casi ning¨²n dise?ador ha querido sustraerse.

Victorio & Lucchino son un buen ejemplo de esta tendencia. Su serie vaquera es como los altares sevillanos donde no faltan la sangre ni el oro. Hace dos a?os nadie hubiera so?ado con un biquini de ¨¢spero denim, algo que fue popular en los a?os setenta.

Konrad Muhr se ha revelado tambi¨¦n como un perfecto manipulador (en el buen sentido de la palabra y de los tejidos). Su vaquero est¨¢ deconstruido y vuelto a sofisticar con la pintura, el corte y hasta el brillo. Falta por ver lo que, a partir de ma?ana, se propondr¨¢ en la pasarela alternativa Circuit, presumiblemente m¨¢s radical pero en la misma senda de la exploraci¨®n est¨¦tica. El nuevo apogeo del vaquero, con sus toques de pintura y sus huellas de desastre posindustrial, es la demostraci¨®n de que la moda se sigue retroalimentando c¨ªclicamente de sus mismos errores y hallazgos.