Opening y globalizaci¨®n
Trabajo en Valencia desde hace muchos a?os dando clases de ingl¨¦s en academias. Cu¨¢l fue mi sorpresa, o m¨¢s bien falta de sorpresa, cuando volv¨ª de mis vacaciones de agosto al encontrar centenares de profesores en la calle y miles de alumnos estafados gracias a los de Opening.
El problema en su conjunto es un caso cl¨¢sico de la cara fea de la globalizaci¨®n. En primer lugar la franquicia dispone de una ventaja desproporcionada en el sector a ra¨ªz de su enorme capital, con lo cual es capaz de absorber una gran parte del mercado en una ciudad como Valencia a trav¨¦s de la compra de locales clave, la publicidad masiva y un sueldo por hora para los profesores que apenas supera los nueve euros. Las peque?as academias, capaces de ofrecer un trato mucho m¨¢s personal al alumno, entonces se ven obligadas a dar horarios de muerte a sus plantillas reducidas o quedarse en bancarrota, o las dos cosas. Por ¨²ltimo, cuando ya han limpiado en Espa?a (porque ya han conseguido suficiente dinero liquido de los bancos a cargo de los alumnos, o porque la aventura ya no resulta rentable o perciben p¨¦rdidas), cierran sus centros y van a otros pa¨ªses. Un conocido m¨ªo que tiene negocios en el sector me asegura que ya tienen Italia y Polonia en su punta de mira.
?Qui¨¦nes son los ganadores en este proceso? La respuesta es obvia. Y los perdedores somos pr¨¢cticamente todos: alumnos, jefes de academias, profesores mal pagados y sin trabajo.
Por lo menos este hecho nos ha despertado a la importancia de la solidaridad y la urgencia de poner reglas al juego de la globalizaci¨®n.
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