Ayudas fiscales a la innovaci¨®n en los mercados electr¨®nicos

Internet es el instrumento m¨¢s conocido de la sociedad de la informaci¨®n y, tanto su crecimiento explosivo como su imparable difusi¨®n son la demostraci¨®n palpable de su valor. As¨ª analizan los autores uno de los fen¨®menos que afectan al mundo de la empresa y de los negocios. Y es que la Red ha probado ser un instrumento de comunicaci¨®n de extraodinaria potencia que, a un coste asequible, permite una comunicaci¨®n entre los participantes en el sistema de valor tan plena y simult¨¢nea como se necesite, sin tener que recurrir por ello a sistemas especializados, personalizados y reservados por su coste a las grandes corporaciones.

Tras analizar el acercamiento al cliente a trav¨¦s de esa herramienta, as¨ª como el valor de la marca en ese nuevo mundo -consideran que la marca para tener un papel preponderante, entendido como la apreciaci¨®n que hacen de ella el conjunto de consumidores, clientes y usuarios-, extraen una serie de conclusiones que son motivo de reflexi¨®n.

Por ejemplo, que las empresas espa?olas no creen en Internet como un nuevo medio para desarrollar sus actividades comerciales y sus negocios. As¨ª se desprende, al menos, de los datos aportados por las entidades que est¨¢n dando sus primeros pasos por ese territorio y, probablemente, est¨¦n analizando la evoluci¨®n de sus mercados en relaci¨®n con las nuevas tecnolog¨ªas.

Los autores consideran que esta realidad no es s¨®lo responsabilidad del empresario, ya que las nuevas tecnolog¨ªas no han alcanzado en Espa?a el grado de desarrollo que tiene en otros pa¨ªses y los consumidores tampoco constituyen un mercado masivo, aunque ya sean cerca de 10 millones de personas las que usan Internet de manera frecuente. En relaci¨®n con la marca, los autores consideran que los mercados interactivos del pr¨®ximo futuro exigir¨¢n un redise?o de la misma y sus procesos de construcci¨®n, incorporando a ellos los instrumentos que ofrece la sociedad de la informaci¨®n. Pero, afirman, la marca no puede ignorar algunas limitaciones y carencias de la Red.

Y es que las infraestructuras de comunicaci¨®n a¨²n no permiten un acceso sencillo, potente y barato del consumidor. La lentitud de descarga es una barrera que hace desistir a muchos consumidores, tanto porque se incumple la promesa de velocidad y rapidez como porque el coste de acceso y de la b¨²squeda lo soporta el usuario. En ese sentido, la marca encuentra dificultades para comunicar en la Red los atributos emocionales y de aspiraciones que encierra su oferta y, por otro lado, para dise?ar procesos transaccionales avanzados que faciliten y mejoren la experiencia del consumidor.

En este sentido, una tarea a iniciar, y que defienden los autores, es promover el uso de la Red para fines que vayan m¨¢s all¨¢ del correo electr¨®nico y de la participaci¨®n en foros de debate o en chat. La promoci¨®n, afirman, tiene que ir unida a la mejora y ampliaci¨®n de las infraestructuras inform¨¢ticas y de comunicaci¨®n.

Todas estas dificultades, concluyen, deben llevar a que la salida de marcas a los mercados electr¨®nicos sea incluida en las ayudas fiscales a la innovaci¨®n, en particular a todo lo referido a la necesidad de redise?o e implantaci¨®n de soluciones inform¨¢ticas avanzadas.