El ascensor m¨¢s grande del mundo
B¨¦lgica inaugura una gigantesca obra de ingenier¨ªa que facilita el transporte fluvial en el norte de Europa
Imagine poder despejar de un plumazo un tramo de autopista de tres kil¨®metros y medio de camiones. Eso es exactamente lo que es capaz de hacer un barco cargado con 1.300 toneladas y lo que, de hecho, vienen haciendo cientos de nav¨ªos por los r¨ªos y canales del norte de Europa que unen a Alemania con Holanda y B¨¦lgica. Desde el lunes pasado, y para facilitar el tr¨¢nsito por estas autopistas de agua que en el futuro quedar¨¢n conectadas con las de Francia, B¨¦lgica cuenta con una obra de ingenier¨ªa ¨²nica en el mundo: un ascensor gigante que eleva barcos de gran envergadura en pocos minutos. Es el m¨¢s grande del planeta. En ¨¦l cabr¨ªa m¨¢s gente que la que puede albergar el Campo Nou, el estadio del FC Barcelona.
El elevador, con un coste de 647 millones, permite a los nav¨ªos salvar un desnivel de 74 metros
La maniobra requiere m¨¢s de media hora, pero el 'vuelo' del barco s¨®lo dura siete minutos
Los canales navegables, adem¨¢s de un interesante atractivo tur¨ªstico, son uno de los factores de desarrollo comercial y econ¨®mico que dieron ventaja al norte frente al sur de Europa en tiempos pasados. Hoy, el transporte fluvial sigue vigente y ofrece indudables ventajas frente al rodado en t¨¦rminos financieros, sociales y, muy especialmente, medioambientales. Uno de los responsables de la obra situada en la zona de Valonia, el ingeniero Henry Brouet, lo explica muy gr¨¢ficamente: 'Tomemos el ejemplo de un cami¨®n de 20 toneladas que vaya desde el sur de B¨¦lgica hasta el puerto de Rotterdam. El cami¨®n necesita un conductor y s¨®lo tres o cuatro horas de viaje. Un barco requiere 20 horas, pero transporta 1.300 toneladas de una sola vez, lo que por carretera significar¨ªa multiplicar por 60 el n¨²mero de conductores y de camiones, lo que en t¨¦rminos temporales tambi¨¦n multiplicar¨ªa por 60 esas tres/cuatro horas de camino. El barco, adem¨¢s, tiene a su favor que contamina mucho menos el ambiente y tampoco genera tanto ruido. A?¨¢dasele que apenas hay accidentes en las v¨ªas de agua. Y, por si fuera poco, pi¨¦nsese en la cantidad de industrias que aprovechan el canal para situarse cerca para aprovechar el agua de esa v¨ªa'.
El transporte es el fundamental generador de di¨®xido de carbono, uno de los principales gases que causan el efecto invernadero. El de carretera en Europa causa el 84% de las emisiones de CO2 relacionadas con el transporte en general (el otro gran contaminador es el a¨¦reo). De ah¨ª que la Comisi¨®n Europea considere que para cumplir el Protocolo de Kyoto y, consecuentemente, reducir las emisiones de gas de efecto invernadero es necesario revitalizar el ferrocarril y las v¨ªas de agua. El viejo sistema de canales, por tanto, cobra gran actualidad gracias a su mayor eficiencia energ¨¦tica.
El colosal ascensor belga de Str¨¦py-Thieu est¨¢ situado cerca de la ciudad de Mons, al sur de B¨¦lgica. Facilitar¨¢ desde ahora enormemente la navegaci¨®n interior hacia el puerto franc¨¦s de Dunkerque. En el futuro, cuando culmine la construcci¨®n del canal desde la ciudad gala de Valenciannes hasta el tramo norte del Sena, Par¨ªs quedar¨¢ conectado tambi¨¦n con esta impresionante red de canales que favorece el transporte de mercanc¨ªas entre Alemania, B¨¦lgica y Holanda, uno de los tri¨¢ngulos de mayor densidad de poblaci¨®n del mundo cuyo tr¨¢fico rodado y ferroviario se considera ya saturado.
El problema en la zona de Str¨¦py-Thieu, por donde discurre el Canal del Centro que une los r¨ªos Mosa y Escalda, es el desnivel de casi 74 metros existente entre los dos cauces fluviales. La idea de construir en este canal un ascensor de barcos no es nueva. De hecho, los nav¨ªos peque?os pod¨ªan recorrer dicho canal desde 1919 utilizando dos esclusas y cuatro hermosos elevadores hidr¨¢ulicos, hoy declarados patrimonio de la humanidad. Ascensores todos ellos peque?os con capacidad para barcos de un m¨¢ximo de 300 toneladas que ralentizaban enormemente la marcha de las barcazas.
La zona se ha convertido ahora en un punto atractivo donde admirar el ingenio humano y el paisaje. Cada d¨ªa hay m¨¢s turistas dispuestos a recorrer esta parte de Europa a bordo de una barcaza y al ritmo que imponen las esclusas y ascensores. Sabedores de esta otra suculenta faceta de las v¨ªas fluviales, los responsables del nuevo elevador de Str¨¦py-Thieu, cuyo perfil de hormig¨®n armado no es precisamente una proeza est¨¦tica, han abierto un museo en el mismo edificio.
'En el Museo de Str¨¦py-Thieu hemos incluido a todos los personajes belgas conocidos en el mundo entero en el terreno de la ciencia, la literatura, la pintura...', explica el director del ascensor Pascal Fortun. 'Tambi¨¦n hay una secci¨®n muy importante dedicada a la Era Secundaria, ya que durante las obras encontramos multitud de f¨®siles de esa ¨¦poca. El a?o pasado, cuando todav¨ªa no estaba el ascensor en marcha, tuvimos ya 30.000 visitantes. Tras la inauguraci¨®n del pasado lunes, la avalancha de gente es incre¨ªble porque ha habido una enorme repercusi¨®n en los medios de comunicaci¨®n'.
El pasado lunes, a las 13.30, y tras una pomposa inauguraci¨®n, el barco de 80 metros de eslora llamado Freedom, cargado con 1.230 toneladas de cemento con destino a Dunkerque, utilizaba el ascensor m¨¢s grande del mundo por vez primera con fines comerciales. Aunque la maniobra total requiere algo m¨¢s de media hora, el vuelo del barco apenas dura siete minutos. Los responsables de la obra esperan que en el pr¨®ximo futuro, cuando la nueva v¨ªa est¨¦ a pleno funcionamiento, recorran el mismo trayecto hasta 15 barcos al d¨ªa: el equivalente a 52,5 kil¨®metros de camiones en fila.
Una cara proeza t¨¦cnica
El sistema b¨¢sico que utiliza el nuevo ascensor de Str¨¦py-Thieu es hidr¨¢ulico. 'Es un sistema sencillo', explica el ingeniero Henry Brouet, 'y al mismo tiempo complicado dada su envergadura'. Las obras han durado 20 interminables a?os en los que ha sido necesario hacer un desv¨ªo del viejo Canal del Centro para evitar las dos esclusas y los cuatro veteranos ascensores. El edificio contiene, en realidad, dos ascensores, dos grandes piscinas de agua, una a cada lado, donde poner a flote el barco. De ah¨ª que tanto en la zona alta como en la baja confluyan dos v¨ªas de agua. El ascensor puede elevar barcos de hasta 2.000 toneladas en total (carga incluida), si bien el peso total de cada piscina, construida en acero, es de hasta 8.400, ya que ¨¦sta debe estar repleta de agua. Dichas piscinas ofrecen una longitud ¨²til de 112 metros, un ancho de 12 metros y una profundidad de agua que var¨ªa entre 3,35 y 4,15 metros. La obra ha costado 647 millones de euros y la proeza t¨¦cnica incluye la construcci¨®n de esa nueva parte de canal que, en ocasiones, discurre por encima de las carreteras ya existentes, lo que, al igual que ocurre en Holanda, hace posible al automovilista y al viandante ver c¨®mo por encima de su cabeza navegan barcos de sorprendente tonelaje. El elevado coste de la obra ha merecido las cr¨ªticas de la prensa belga, que se?ala la dificultad de amortizar la inversi¨®n con el precio que deben pagar los armadores para utilizarla en un pa¨ªs cuyas autopistas carecen de peaje. La empresa que gestiona el ascensor, Sofico, considera que no ser¨¢ dif¨ªcil amortizarla y los pol¨ªticos insisten en sus bondades medioambientales y la necesidad de nuevos sistemas de comunicaciones. 'Los canales se imponen como una alternativa al transporte por carretera que est¨¢ a punto de saturarse', insiste Michel Da¨¦rden, ministro val¨®n de Obras P¨²blicas, en la revista Le Vif/L'Express.
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