Lo que no remat¨® Alcaraz, s¨ª lo hizo Lehecka
El espa?ol cae en los cuartos de Doha frente al checo pese a la ventaja adquirida en la primera y la ¨²ltima manga, en un duelo muy intenso: 6-3, 3-6 y 6-4 (tras 2h 09m)
Recordaba Carlos Alcaraz un d¨ªa antes, despu¨¦s de sortear la barrera de los octavos de Doha, que todav¨ªa arrastra ese involuntario y viejo vicio, incrustado ah¨ª, de perder en algunos momentos el foco y avivar as¨ª a los rivales. Pudo corregirlo el mi¨¦rcoles ante Luca Nardi, a¨²n colmillos de leche el italiano, pero no as¨ª este jueves frente a Jiri Lehecka, otra dimensi¨®n, mucho m¨¢s plomo en la raqueta y merecido semifinalista gracias a un doble golpe de tim¨®n: del 2-1 (con break) favorable al espa?ol en el primer set al 2-5 y manga para el checo, y del 4-2 y 40-30 en manos del n¨²mero tres en el set definitivo a la derrota que certifica su adi¨®s al torneo. Entre idas y venidas, otra vez muchas curvas y abundante v¨¦rtigo, el de El Palmar termina sucumbiendo (6-3, 3-6 y 6-4, tras 2h 09m) y su adversario ser¨¢ el que afronte las semifinales de este viernes ante Jack Draper (4-6, 6-4 y 6-3 a Matteo Berrettini), despu¨¦s de que se resuelva el primer turno entre Andrey Rublev (6-1, 3-6 y 7-6(8) y Felix Auger-Aliassime (6-3 y abandono de Daniil Medvedev).
Nunca es plato de buen gusto encontrarse con esa mezcla de potencia y frialdad que adereza el tenis de Lehecka (25 a?os y 25? del mundo). Sea cual sea la circunstancia, no titubea ni da un paso atr¨¢s el checo, tipo duro de pelar, poseedor de uno de los f¨ªsicos m¨¢s explosivos del circuito. No conviene concederle un mil¨ªmetro. Dispara servicios cercanos a los 230 km/h, no tiene un punto flaco evidente y es capaz de romper la bola tanto en carrera como en est¨¢tico. Dif¨ªcil prueba siempre. Le cogi¨® la matr¨ªcula el gran p¨²blico hace poco m¨¢s de un a?o, cuando finiquit¨® el ¨²ltimo recorrido de Rafael Nadal en la Caja de Madrid, y entre bastidores siempre ha sido considerado como una amenaza a evitar. Muy lineal, no suele decaer. Le bati¨® Alcaraz hace dos a?os en Queen¡¯s, pero entonces el murciano ya pudo comprobar la rotundidad y la colocaci¨®n de esos tiros, y el dinamismo de esas piernas con muelles. Formatos distintos los de ambos, pero fondos similares. A martillazo limpio.
Vocea el n¨²mero tres cuando percibe que se le va escapando el primer set, merced al terreno recuperado por el checo gracias a un parcial de 5-1. Parad¨®jico, no cabe duda. Cruda la s¨ªntesis: Alcaraz ha demarrado primero, suma siete ganadores m¨¢s y a su vez ha incurrido en solo un error no forzado m¨¢s; sin embargo, cae del otro lado. Aun as¨ª, el murciano no pierde la buena actitud. Sabe que esto de hoy va a ir de molares, de masticar y de apretar los dientes, de saber identificar y aprovechar el instante en el que el rival pueda bajar la guardia para encontrarle el ment¨®n. Pegan y pegan los dos, como si fuera un concurso de fuerza, pero no faltan tampoco las florituras; tiran un par de globos deliciosos por barba y Alcaraz luce mu?eca, aunque predominan los pelotazos cruzados desde las trincheras, a ver qui¨¦n aguanta m¨¢s, a ver qui¨¦n es m¨¢s irreductible.

Y en esas va imponi¨¦ndose el tonelaje del murciano, cada vez m¨¢s entonado y m¨¢s ordenado, de menos a m¨¢s. Frente al rostro hier¨¢tico de uno, el disfrute que desprende el otro. Rema y rema ¨¦l, gozando del cuerpeo y anot¨¢ndose la segunda manga con autoridad, aparente signo de din¨¢micas definitivamente invertidas; todav¨ªa m¨¢s cuando el tercero tambi¨¦n empieza con viento a su favor. Sin embargo, no renuncia Lehecka, guerrero ¨¦l, y le vuelve a dar la vuelta. Un triunfo envuelto de contradicci¨®n. Transmite la hoja estad¨ªstica que el espa?ol ha sido superior en todos los apartados: m¨¢s ganadores (32-18), menos errores (25-36), mejor porcentaje con el saque (71-63), mejor recaudaci¨®n con primeros (74-73) y segundos (41-36), y cuatro puntos m¨¢s ganados en total (88-84). Sin embargo, entre lo parad¨®jico de este deporte aflora la virtud de atinar cuando hay que atinar: lo que no convierte Alcaraz, lo transforma en oro el tenaz checo.
No se trata esta vez tanto de desconexiones como de concesiones. De saber cerrar la puerta cuando el de enfrente va agrand¨¢ndose m¨¢s y m¨¢s. ¡°No s¨¦ qu¨¦ podr¨ªa haber hecho mejor¡±, concede Alcaraz, que no logra remontar un partido desde que lo hiciera en la final de Pek¨ªn contra Jannik Sinner, en octubre; desde ah¨ª, cinco intentos frustrados. ¡°Quiz¨¢ unos pocos puntos en los que no lo he hecho bien. Yo podr¨ªa haberlo hecho mejor, pero su juego ha sido incre¨ªble, sin errores. De eso debo aprender. Tengo que seguir cuando estoy arriba en el partido. Creo que he estado a un nivel mental ¨®ptimo, concentrado; simplemente, en ciertos momentos del partido ¨¦l ha alcanzado un nivel que yo no he sido capaz de alcanzar. En estos dos torneos [R¨®terdam y Doha, con el t¨ªtulo obtenido en el primero] he dado un paso adelante en ese aspecto, as¨ª que me voy con la cabeza alta de aqu¨ª. Hay que darle m¨¦rito a Jiri, ha jugado un gran tenis; no considero que yo haya hecho nada mal¡±, zanja.
DUB?I PIERDE A TODAS LAS FAVORITAS
Han ido cayendo todas, a excepción de Elena Rybakina y Madison Keys, ausente esta última: Aryna Sabalenka, Iga Swiatek, Coco Gauff, Jasmine Paolini, Jessica Pegula, Qinwen Zheng, Emma Navarro y Paula Badosa. El top-10 ha ido desapareciendo del cuadro de Dubái, donde luce en las semifinales una joven de 17 años, Mirra Andreeva, destinada a integrarse a corto plazo entre las más fuertes del circuito.
Con cinco victorias ya frente a representantes del top-5, la rusa, semifinalista el curso pasado en Roland Garros, supera esta vez a Swiatek (doble 6-3) y se adentra por primera vez en la penúltima ronda de un WTA 1000. Dirigida por Conchita Martínez, crece y evoluciona en una interesante dirección, merodeando ya la planta más noble. Este viernes se medirá con Rybakina (6-2 y 7-6(2) a Sofia Kenin).
En el otro cruce se enfrentarán Karolina Muchova (6-2 y 7-5 a Sorana Cirstea) y Clara Tauson (7-6(4) y 6-4 a Linda Noskova).
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