'La vida es tan distinta cuando cada paso es una despedida'
Hace unos d¨ªas, Ernesto S¨¢bato pas¨® por Madrid. 'Me han querido llevar en cuanto llegu¨¦ a la recoleta [cementerio], as¨ª que he tenido que explicarles que simplemente ten¨ªa molestias en una pierna'. Est¨¢ claro que el buen humor no lo ha perdido. Tampoco su disponibilidad. Acept¨® contestar unas preguntas por cuestionario, y ¨¦stas son sus respuestas.
Pregunta. Vuelve a Espa?a, y de nuevo homenajes, reconocimientos. ?C¨®mo los valora?
Respuesta. Durante a?os he vivido recluido en Santos Lugares, un pueblo de la provincia de Buenos Aires, convencido de que hab¨ªan pasado para m¨ª aquellos tiempos de conferencias y homenajes en ciudades y grandes universidades. Hasta que meses atr¨¢s he vuelto a Espa?a a partir de una maravillosa presentaci¨®n sobre mi obra, que se hizo en el C¨ªrculo de Bellas Artes, y luego en otros lugares de Espa?a. Es extra?o y todav¨ªa inveros¨ªmil este cambio a mis a?os, voy para 92. Adem¨¢s de en Espa?a he estado en Par¨ªs y en Centroam¨¦rica. Y ahora, en febrero, me hacen homenajes en varias universidades de Italia. No s¨¦, hay veces que los tomo con alegr¨ªa de chico, y otras melanc¨®licamente, como el canto del cisne, la exaltaci¨®n vital que precede a la muerte. Siempre me emociona la cantidad de j¨®venes que se apretuja para escucharme.
'Es triste envejecer, pero uno valora lo ¨²nico valioso: la vida misma'
'Escribo sobre los mismos temas, pero ungidos de una mirada definitiva'
P. ?Sigue dedicado a pintar?
R. En mi pa¨ªs paso algunas ma?anas pintando. El color me apasiona. Me recupero ya en el momento en que estoy abriendo el tubo del ¨®leo. Por horas pertenezco a ese mundo de formas tr¨¢gicas y colores exultantes. Luego, al terminar, le dir¨ªa que estoy m¨¢s apto para hacerme cargo, como pueda, de todas formas, de la tremenda y trist¨ªsima realidad que se vive en mi patria. Le confieso que he llorado mirando por televisi¨®n a familias enteras revolviendo en la basura de las calles, buscando algo con qu¨¦ sobrevivir. En este sentido, estoy dispuesto a empe?ar lo que me queda de vida en la Fundaci¨®n que lleva mi nombre, que est¨¢ dirigida a los j¨®venes. Deseo que ellos encuentren en el trabajo social, dirigido a los m¨¢s necesitados, una sagrada alternativa frente al desempleo. Ya est¨¢n funcionando varios centros y es emocionante ver, para m¨ª, la gran tarea social y educativa que se est¨¢ realizando all¨ª, como en tant¨ªsimos otros lugares en el pa¨ªs.
P. ?Y escribir?
R. Estoy trabajando en dos libros. Uno de ellos, que todav¨ªa no lleva nombre, es de orden filos¨®fico y pol¨ªtico; quiero decir, que habla del mundo y del hombre en este momento abismal. De esta humanidad que pide no desaparecer pero que, a la vez, no toma la responsabilidad que le corresponde en la medida del peligro que se cierne sobre los hijos de los hombres. El otro libro, que se llamar¨¢ Espa?a en los diarios de mi vejez, es m¨¢s ¨ªntimo y vital, si se quiere. Y es el sentimiento de los d¨ªas, cuando se los sabe los ¨²ltimos, en este pa¨ªs que tanto bien me hace.
P. ?Cu¨¢ndo cree que se publicar¨¢n?
R. No s¨¦ c¨®mo saldr¨¢n ni cu¨¢ndo; de ellos se ocupar¨¢ Willie Schavelzon, mi agente literario, eso ser¨¢ pronto. En fin, es tan distinta la vida cuando todo paso es una despedida. En estos d¨ªas pasados estuvimos con Elvira y Nicol¨¢s, en Lanzarote. Yo no quer¨ªa morirme sin ir a visitar la casa de los Saramago. Era algo que me hab¨ªa jurado. ?Tantas veces Jos¨¦ se vino hasta casa! Pero all¨ª, junto a ellos, a la extraordinaria mujer, que es Pilar, y a Jos¨¦, casi no pude hablar. ?Era tan fuerte el sentimiento de que no los volver¨ªa a ver que pasaba en silencio las horas! Hasta que ¨¦l me abraz¨® y nos despedimos.
P. ?C¨®mo aborda el acto de escribir ahora?
R. Es lo que le dec¨ªa, todo se vuelve sentimiento, las necesidades que uno pudo haber tenido se desploman como el tiempo, quiz¨¢ como un d¨ªa se desplom¨® la infancia. No s¨¦, es triste envejecer, indudablemente, pero tambi¨¦n uno hace una valoraci¨®n extrema de lo ¨²nico valioso: la vida misma.
P. ?Y en t¨¦rminos literarios?
R. Uno describe maneras de la vida que antes no vio, que en el v¨¦rtigo de los a?os m¨¢s j¨®venes uno no repara, obsesionado como est¨¢ con sus propias cosas. Los temas de lo que escribo, de lo que vivo, quiz¨¢ sean los mismos pero embargados de una mirada emocional, definitiva, podr¨ªa decirle protectora y ungida tanto por lo poco que me queda de vida, como por el peligro mortal que corre el mundo. Morir viendo derrumbarse cu¨¢nto de humanidad se ha perdido, es tan triste; y sin embargo, siempre queda un sin embargo, un quiz¨¢.
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