Duelo entre dos mundos
Fue en 1982 cuando se puso en marcha en Estrasburgo Musica, un festival dedicado a la creaci¨®n sonora contempor¨¢nea. Veinte a?os despu¨¦s, en la capital alsaciana han o¨ªdo m¨¢s de 2.000 obras de unos 500 compositores vivos de entre las cuales m¨¢s de una cuarta parte o bien eran estreno mundial o bien se o¨ªan por primera vez en Francia.
Para celebrar su vig¨¦simo aniversario, Musica, del 20 de septiembre al 5 de octubre, propone un duelo o encuentro, depende de c¨®mo se mire, entre Europa y Am¨¦rica, es decir, entre compositores de uno y otro lado del Atl¨¢ntico. Y para empezar, ese 20 de septiembre, claro, la orquesta sinf¨®nica de Baden-Baden y Friburgo se interesar¨¢ por dos piezas del brit¨¢nico Jonathan Harvey, un artista que dice beber de dos fuentes, 'la cristiana y la budista'. El festival programa otras 20 obras de Harvey, una de ellas escrita especialmente para esta oportunidad. Steve Reich, con sus Three Tales reci¨¦n estrenado en Viena este a?o, aborda tres fases de la evoluci¨®n de nuestra civilizaci¨®n tecnol¨®gica. Toma como punto de partida lo que ¨¦l estima tres desastres: la explosi¨®n del zepel¨ªn Hindenbourg en Nueva York, la sucesi¨®n de ensayos nucleares en el atol¨®n Bikini y la clonaci¨®n de la oveja Dolly. El v¨ªdeo es de Beryl Korot.
El otro gran estadounidense invitado es Philip Glass, de quien la orquesta de Estrasburgo interpretar¨¢ su ¨®pera Akhenaten en una puesta en escena de Dante Anzolini. Tras Einstein on the beach y Sthyagraha, Glass se interes¨® por otro personaje que hab¨ªa revolucionado su ¨¦poca, en este caso el joven fara¨®n que desaf¨ªa al clero de Tebas para imponer su idea de un Dios abstracto.
Y con el texto -Accents en Alsace- de la escritora americana Gertrude Stein, enfermera en Alsacia en 1918, convertido en ¨®pera por Marc-Olivier Dupin, se propone rizar el rizo del viaje de ida y vuelta, pues si el libreto es de una estadounidense y la m¨²sica de un franc¨¦s, la acci¨®n transcurre en el mismo territorio que organiza el festival y que durante a?os ha sido motivo de litigio entre franceses y alemanes, cambiando de manos en funci¨®n de las victorias militares.
Los llamados 'percusionistas de Estrasburgo', que est¨¢n en el origen de la gran obertura a la modernidad musical de la ciudad, ser¨¢n los int¨¦rpretes de un estreno mundial: el de la nueva composici¨®n que Mart¨ªn Matal¨®n, una de las figuras del Institut de Recherche et Coordination Acoustique Musique (IRCAM) de Par¨ªs, ha hecho para el filme de Bu?uel L'?ge d'Or. No es la ¨²nica creaci¨®n ni mucho menos, puesto que tambi¨¦n se oir¨¢ por primera vez el Quator n? 2 de Louis Andriessen; Print music, 14 jactations y Le petit chaperon rouge -una reflexi¨®n sobre el miedo con tres caperucitas y cinco lobos feroces-, de Georges Aperghis; Blattwerk, de Richard Barrett; Yet, de Christophe Bertrand; H?tel Robinson, de Rudolphe Burger, o The Book of Elements Vol. 4 tambi¨¦n participan de esa condici¨®n de estrenos mundiales aunque en un caso la propuesta es electroac¨²stica, en otro minimalista, en un tercero va acompa?ado de dramaturgia y en otro domina el azar. El joven Bruno Mantovani (1974) descubrir¨¢ La sette Chiese que establece paralelismos entre m¨²sica y construcci¨®n arquitect¨®nica a partir del ejemplo que proporcionan las siete iglesias de Bolonia.
Musica tambi¨¦n recuerda a los cl¨¢sicos modernos, a los Weil, Varese, Boulez, Messiaen, Waits, Zimmermann o Stravinski y rinde homenaje a lo que bautiza como 'los a?os maximalist!', un movimiento interdisciplinar surgido a partir de los ochenta en Bruselas y que hermana las m¨²sicas de Vermeersch y Thierry de Mey al trabajo coreogr¨¢fico de Anne Teresa de Keersmaeker, una de las mayores figuras de la danza actual.
En conjunto, la propuesta de Musica es de una gran variedad y riesgo, compagina las muy diferentes escuelas que coexisten en ese caj¨®n de sastre que recibe el nombre de 'm¨²sica contempor¨¢nea' y que ya no se circunscribe a la exploraci¨®n de sonoridades nuevas, aunque el cartel del certamen re¨²na en una misma foto un diapas¨®n, una rayadora de cebolla, una brocha de pintar, un cuchillo, una batidora, cuatro huevos, un cascanueces y 20 velas de pastel, una suma dispar de elementos que dan testimonio de juventud, obertura de esp¨ªritu, rigor y capacidad para sorprender.
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