Estrasburgo, veinte a?os de seducci¨®n
EL VEINTE aniversario del festival Musica de Estrasburgo constituye la ocasi¨®n ideal para recapitular sobre el modelo de festival de m¨²sica contempor¨¢nea que ha dominado el final del siglo XX. Musica constituye un esfuerzo institucional envidiable, las administraciones locales y nacionales francesas han asegurado un apoyo sin fisuras a este proyecto, y su privilegiada situaci¨®n fronteriza con Alemania hace el resto. Es un festival de alto nivel al cual no suelen fallar los grandes nombres.
Como manifestaci¨®n, Musica es heredero indudable de los festivales hist¨®ricos de m¨²sica contempor¨¢neos que marcaron la posguerra, por ejemplo el de Darmstadt.
Sin embargo, el festival de Estrasburgo ha respondido a las demandas de la ¨¦poca que le ha tocado con un abandono de aquella atm¨®sfera de investigaci¨®n, de reuni¨®n de adeptos, de racionalidad pedag¨®gica y de vigor proselitista que marcaban los festivales de la reconstrucci¨®n europea.
Desde el primer momento, Estrasburgo ha buscado al p¨²blico (y lo ha conseguido), magn¨ªfico principio que se declina, no obstante, como la instauraci¨®n de las leyes del espect¨¢culo. Algunas de estas leyes significan diversificaci¨®n; eventos ligados a la escena, ¨®pera, ballet, performance, teatro musical, propuestas fronterizas con la imagen, etc¨¦tera.
Pero tambi¨¦n significan la apuesta por un nuevo divismo. Los creadores musicales ya no son aquellos personajes sol¨ªcitos y dispuestos a la acci¨®n educativa o explicativa que eran hasta hace veinticinco a?os. Ahora vienen bajo el aura del star system y con las mejores estrategias de seducci¨®n del cl¨¢sico universo del espect¨¢culo.
Queda por ver si la apuesta por este modelo ha sido un brindis al sol o una corriente de ¨¦poca necesaria. En todo caso, tras veinte a?os, Musica ha alcanzado la madurez y el ¨¦xito y la revisi¨®n del modelo puede coincidir con su consagraci¨®n.
www.festival-musica.org
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