La prueba de Irak
Despu¨¦s de un verano de desconcertados y beligerantes rumores sobre Irak lanzados por diversos miembros de la Administraci¨®n de Bush, el presidente de Estados Unidos puso algo de deseable coherencia en la pol¨ªtica de Washington durante su fuerte y en su mayor parte sensato discurso en la ONU. Aunque se reserv¨® el derecho a actuar independientemente sobre Irak, expres¨® su preferencia por el trabajo concertado con otros pa¨ªses y pareci¨® deseoso de utilizar medidas menos extremas que la guerra antes que hacer uso de la fuerza. Saludamos estos importantes mensajes. La crudeza de Bush al exponer la amenaza iraqu¨ª y la necesidad de darle una respuesta firme y unitaria fue adecuada. Irak (...) representa el tipo de amenaza al que la ONU, tal como fue concebida, debe hacer frente. No es realista apostar por la buena fe de Sadam Husein o por la evaporaci¨®n progresiva del problema. (...) Al comprometerse a trabajar conjuntamente con el Consejo de Seguridad, al menos por el momento, Bush hace girar la atenci¨®n mundial sobre los peligros del r¨¦gimen de Bagdad. (...) Bush no deber¨ªa tratar su discurso ante la ONU como un gesto simb¨®lico que pueda olvidarse r¨¢pidamente para dar paso a un ataque militar. (...) En caso de que fracasen unos nuevos intentos de realizar una inspecci¨®n de armamento en Irak, estar¨ªamos ante la perspectiva de una intervenci¨®n militar, que al contrario que la Guerra del Golfo de 1991, podr¨ªa incluir enfrentamientos terrestres sangrientos y la ocupaci¨®n durante largo tiempo de un pa¨ªs grande e hist¨®ricamente violento. (...)
Nueva York, 13 de septiembre
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