Diouf, un 'animal party' que ilumina Anfield

En apenas tres meses en Inglaterra, Diouf ha confirmado la fama que le preced¨ªa: la de un espectacular delantero lleno de potencia y habilidad, pero tambi¨¦n la de un joven juerguista impenitente. La prensa sensacionalista no ha tardado en tildarlo de 'animal party [animal de la fiesta]'. Y su llegada ha supuesto una ruptura respecto a los extranjeros que han aterrizado ¨²ltimamente en la Liga inglesa: gente de costumbres recatadas. El propio t¨¦cnico del Liverpool, el franc¨¦s G¨¦rard Houllier, quien precisamente se deshizo del ¨ªdolo local, Fowler por considerarlo otro animal party, ha debido decirle a Diouf que detenga su desenfreno.

A sus 21 a?os, el senegal¨¦s El Hadji Diouf acumula ya una amplia biograf¨ªa. Hace un par de a?os, por ejemplo, hubo de v¨¦rselas con la justicia francesa tras un serio accidente de tr¨¢fico en el que conduc¨ªa sin licencia. Como consecuencia, el Rennes lo cedi¨® al Lens para el curso 2000-01 y ah¨ª empez¨® su despegue como gran estrella. 'Antes era un golfillo, ahora soy un ¨ªdolo', declar¨® tras la Copa del Mundo, en Corea y Jap¨®n, donde se convirti¨® en la aparici¨®n m¨¢s fulgurante del f¨²tbol africano desde el liberano Weah. El Liverpool ha pagado por ¨¦l este verano 15 millones de euros.

Natural de Dakar, Diouf hered¨® la vena goleadora de su padre, que fue tres veces m¨¢ximo anotador del campeonato senegal¨¦s. Sus padres se separaron y Diouf se cri¨® con su abuela Faguelle Fall, a la que prometi¨® que, si llegaba a profesional, le comprar¨ªa una gran casa y un coche y la enviar¨ªa de peregrinaci¨®n a La Meca. Lo cumpli¨®. Fue un futbolista precoz. A los 13 a?os falsific¨® su ficha para poder jugar con los mayores del Kaani. A los 15 lleg¨® a Francia y fich¨® por el Sochaux. Y a los 17 debut¨® en la Liga con el Lens.

Como un jefe de Estado

En Senegal recibe trato de jefe de Estado. En un entrenamiento con su selecci¨®n antes de la Copa del Mundo, un industrial le prest¨® el helic¨®ptero para que fuera a despedirse de su familia. Y, cuando regresa a casa, lo hace de inc¨®gnito, pues, de lo contrario, cientos de hinchas se agolpan en su vivienda.

En gran parte gracias a ¨¦l, Senegal alcanz¨® los cuartos de final del pasado Mundial.Y el que fuera su seleccionador, Bruno Metsu, le est¨¢ muy agradecido: 'Diouf es muy fuerte mentalmente. Nunca se esconde en las citas decisivas. Y no me importa lo que haga fuera del campo. Dentro es un fen¨®meno'.

A pesar de que apenas habla ingl¨¦s -no va m¨¢s all¨¢ de 'yes, no, buy y fuck off'-, ha sido bien acogido en el vestuario de Anfield. Uno de sus jefes, el delantero Owen, ya le sac¨®, en un rondo, un apelativo afectuoso, Diouffy, ante las risas de sus compa?eros. 'Es muy popular', ha dicho de ¨¦l otro de los pesos pesados, Heskey, que ha retrasado su posici¨®n al centro del campo para que Diouf acompa?e a Owen en el ataque.

Aun preocupado por su vida privada, Houllier delata su pasi¨®n por esta perla: 'Puede jugar en cuatro posiciones. Por la derecha, por la izquierda, de primer delantero y de segundo. Es perfecto para romper las defensas cerradas'.