Comerse sus palabras

Admitir que estaba equivocado nunca ha sido un h¨¢bito de Alan Greenspan, y no enton¨® desde luego un mea culpa al deponer testimonio el pasado viernes ante el comit¨¦ de Presupuesto de la C¨¢mara de Representantes, pero trat¨® de dibujar un cuadro m¨¢s grave del presupuesto del Gobierno y de la econom¨ªa de Estados Unidos de lo que lo hab¨ªa hecho hasta la fecha. (...) Ha sido claro al decir que la posici¨®n del presupuesto es ahora mucho peor, a corto y largo plazo, de lo que hab¨ªa pensado el a?o pasado. (...) El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos acepta ahora el pron¨®stico de la Oficina Presupuestaria del Congreso de que el d¨¦ficit persistir¨¢ hasta 2005, por lo menos. Tambi¨¦n acepta que se trata de un problema permanente y no coyuntural. (...) Como otros muchos analistas, Greenspan hab¨ªa cre¨ªdo que las bolsas no caer¨ªan tanto como lo han hecho. (...) Advirti¨® al Congreso para que no siguiera una pol¨ªtica de 'establecer un clima fiscal de continuos y largos d¨¦ficit, por correrse el riesgo de regresar a la ¨¦poca de altos tipos de inter¨¦s, bajos niveles de inversi¨®n y crecimiento ralentizado de la productividad. Pero Greenspan rechaz¨® cualquier sugerencia de revocar las bajadas de impuestos aplaudidas por ¨¦l en 2001. (...) Decepciona Alan Greenspan al seguir admitiendo que el mundo ha cambiado, que sus previsiones y an¨¢lisis del pasado estaban equivocados, pero que las pol¨ªticas seguidas no pueden ser criticadas. Si niegas la posibilidad de haberte equivocado de pol¨ªtica, se hace mucho m¨¢s dif¨ªcil establecer un juicio acertado.

Londres, 13 de septiembre