El viejo sue?o: raz¨®n y paisaje

Sesi¨®n doble y sendos llenos hasta la bandera, ayer en el C¨ªrculo de Bellas Artes. Los arquitectos dejan de dibujar y empiezan a explicar a la ciudadan¨ªa c¨®mo ser¨¢ el futuro y espectacular eje cultural y urbano Col¨®n-Atocha. La reedici¨®n, ampliada y modernizada, del viejo sue?o de Juan de Villanueva, el Sal¨®n del Prado, se divide hoy en cinco proyectos distintos que alargan el eje norte-sur de la capital: las ampliaciones del museo del Prado, el Reina Sof¨ªa y la Fundaci¨®n Thyssen; la construcci¨®n del CaixaF¨°rum Madrid y la reforma urban¨ªstica del Sal¨®n del Prado. Como resumi¨® Rafael Moneo al final del debate matutino (junto a Siza y Hern¨¢ndez Le¨®n, responsables del proyecto municipal, m¨¢s Josep Bohigas y Francesc Pla, encargados de la ampliaci¨®n de la Thyssen junto a Manuel Barquero), 'no se trata de trasformaciones radicales, sino de mejorar un espacio urbano muy grato respetando la estructura del viejo sal¨®n'.

Siza traza las l¨ªneas generales: 'Naturalidad, respeto a la historia y mejores accesos'

La idea racionalista de Villanueva, crear un espacio verde, de paseo y arte, parece sobrevolar la sala. El lema que inspira a todos parece ser: raz¨®n y paisaje. El portugu¨¦s Alvaro Siza traza en voz muy baja las l¨ªneas generales del Sal¨®n del Prado: 'Naturalidad, respeto a la historia y a la vegetaci¨®n, mejores accesos a los museos: un paseo de arte'.

Luego, su compa?ero de proyecto, Juan Miguel Hern¨¢ndez Le¨®n, da detalles del plan especial: habla de la antigua calle Trajineros (hoy, paseo del Prado), proyecta grabados y paisajes antiguos, cita a Ram¨®n G¨®mez de la Serna. Las ideas clave del Sal¨®n del Prado son 'memoria urbana', 'arqueolog¨ªa paisaj¨ªstica', 'trabajo multidisciplinar'. Las diapositivas ense?an algunas de las novedades previstas: un aparcamiento subterr¨¢neo para autocares en la plaza de la Lealtad; el cambio de emplazamiento de la estatua de Col¨®n a su vieja ubicaci¨®n, una gran rotonda que cambiar¨¢ el tr¨¢fico de la actual plaza...

Adem¨¢s, promete varios cambios: bajar la altura de las fuentes de Neptuno y Cibeles (al nivel que tuvieron en origen: no se precisa qu¨¦ pasar¨¢ con las celebraciones del Madrid y del Atl¨¦tico); reducir a tres carriles de ida y tres de vuelta el gran tr¨¢fico actual del paseo, ampliar las aceras en los tramos del Museo Thyssen hasta seis metros de ancho, conectar mejor los museos entre s¨ª, suprimir la gasolinera del final del paseo...

Otra cuesti¨®n crucial del d¨ªa es la escala. Moneo destaca con satisfacci¨®n que su ampliaci¨®n 'no cambia la escala del museo', a diferencia de lo que se hizo en el Louvre o la National Gallery de Washington. Recuerda que se sumar¨¢n 17.000 metros cuadrados a los 33.000 existentes, pero subraya que la reforma, cuyo coste previsto es de 43 millones de euros, 'aliviar¨¢ mucho, pero apenas se notar¨¢': 'el Prado no perder¨¢ su car¨¢cter'.

Moneo ve el futuro museo como un 'campus de museos', un conjunto de edificios que ser¨¢n 'itinerario y sustancia': el edificio Villanueva, el Sal¨®n de Reinos (hasta ahora, Museo del Ej¨¦rcito), el Cas¨®n del Buen Retiro y el nuevo volumen que el arquitecto ha dise?ado para el antiguo, y pol¨¦mico, claustro de los Jer¨®nimos.

La idea, insiste, es liberar el monumento de Villanueva, dedicarlo s¨®lo a la colecci¨®n permanente y ganar 1.500 o 2.000 metros cuadrados para poder montar las imprescindibles, y exitosas, exposiciones temporales sin desmontar las salas, adem¨¢s de potenciar los jardines.

Los objetivos de Josep Bohigas, Pla y Baquero para la Fundaci¨®n Thyssen son similares. Con un presupuesto de 15 millones de euros, se ampliar¨¢ el museo a los dos inmuebles colindantes al palacio de Villahermosa, que completan el frontal del jard¨ªn, para alojar all¨ª la colecci¨®n Carmen Cervera. A las 40 salas actuales se a?adir¨¢n 17 m¨¢s. Una reforma no muy grande, pero, ya que meten la piqueta, se actualizar¨¢ casi todo: los servicios auxiliares y los equipamientos, el taller de restauraci¨®n, los programas de las colecciones... La filosof¨ªa se resume en esta frase de Pla: 'El museo como estancia'. Y en alguna renuncia. El nuevo edificio resultante de la obra en los dos nuevos inmuebles renuncia a dos plantas. ?La raz¨®n? No cambiar la escala. Josep Bohigas: 'Queremos ampliar, pero sin especular, tratando de fundir el edificio en el jard¨ªn, y ¨¦ste en el paseo para disminuir la presencia del museo aumentando su espacio'.

El Thyssen se queja

Pero el sue?o puede acabar siendo menos dulce de lo previsto. Ayer, el museo Thyssen dej¨® o¨ªr sus pegas al plan de Siza y Hern¨¢ndez Le¨®n. Sus arquitectos, dicen en el museo, han dise?ado el jard¨ªn como una prolongaci¨®n del actual bulevar, pero ¨¦ste ser¨¢ suprimido por el plan especial. Ello supondr¨¢, adem¨¢s, que el intenso y r¨¢pido tr¨¢fico rodado de entrada y salida a la ciudad (ocho carriles) quede pegado a la Thyssen, con lo que se dificultar¨ªa mucho el acceso de los visitantes desde la orilla del Prado. De hecho, afirm¨® un portavoz del museo, el anuncio de Hern¨¢ndez Le¨®n respecto a la ampliaci¨®n de la acera hasta los seis metros de anchura y la supresi¨®n de los seis carriles obedeci¨®, presisamente, a esas quejas.

Pero los responsables del museo esperan m¨¢s del Sal¨®n del Prado. Quieren un estudio exhaustivo del tr¨¢fico peatonal y garant¨ªas de que los hitos del paseo ser¨¢n 'los museos, no las fuentes'. 'Porque el tr¨¢fico de carrozas y caballos est¨¢ en desuso'.