De la Bienal al Opus

De regreso, el cronista se ha apresurado a revisar el inventario de acontecimientos que han articulado la actualidad informativa, durante su ausencia, con el prop¨®sito de ponerse al d¨ªa. Y no es, ciertamente, una tarea abrumadora: la Comunidad Valenciana marca un paso reposado, m¨¢s vacilante que firme. Entre las pocos episodios, que han movido su curiosidad, se cuentan la demora de la Bienal de Valencia; la exposici¨®n de monse?or Escriv¨¢ de Balaguer; la reivindicaci¨®n de EU por el uso de la denominaci¨®n Pa¨ªs Valenci¨¤, que el PP 'pretende criminalizar'. La ¨²nica duda que estos asuntos le plantean al cronista es la probabilidad de haber alcanzado su destino, por un tunel del tiempo envilecido.

En lo que respecta a la segunda edici¨®n de la Bienal, la subsecretaria de Promoci¨®n cultural, Consuelo C¨ªscar, ha actuado con criterios que despejan cualquier asomo de inter¨¦s electoralista: se retrasa su inauguraci¨®n al 1 de junio de 2003, inmediatamente despu¨¦s de los comicios auton¨®micos, y as¨ª se pulveriza cualquier sospecha, cualquier suspicacia, cualquier recelo de la oposici¨®n. La Ciscar rectifica oportunamente la fecha prevista para el mes de marzo. Y tan oportunamente, opina uno de esos pl¨¢sticos rigurosos y destemplados, porque si monta ese tinglado antes de las elecciones, el PP no se come ni una rosca. Las urnas podr¨ªan convertirse en oficinas de reclamaci¨®n, en cajas de denuncia y protestas, contra el mal gusto, el caos urbano y el despilfarro de los dineros p¨²blicos.

Entonces, mucho menos problem¨¢tica parece la exposici¨®n del fundador del Opus. De alg¨²n modo nos recuerda la prodigiosa d¨¦cada de los sesenta, el seiscientos, el desarrollismo de L¨®pez Rod¨®, el Sgt. Pepper?s Lonely, Vietnam y el mayo del 68. Adem¨¢s, el comisario Jos¨¦ Manuel Mora, ha asegurado que 'hay artistas que no son cat¨®licos', lo que no deja de ser una temeridad y hasta una declaraci¨®n de principios liberales. Pero c¨®mo estamos de civilizados. Hasta el vicepresidente del Consell Valenci¨¤ de Cultura ha manifestado que el proyecto no se realiza desde la militancia, hasta ah¨ª pod¨ªamos llegar, que llegaremos, sino desde la 'convivencia democr¨¢tica'. Tanto es as¨ª, ha a?adido, que si el PCE quiere hacer una muestra sobre Pasionaria, pues nada se hace y tan campantes. O sobre Pablo Iglesias. O sobre Bakunin. Lo que sucede es que algunos no terminan de cre¨¦rselo del todo, y el olor a cirio, cada vez m¨¢s intenso y acre, empieza a producirles cierta desaz¨®n. Apesta a ropavejer¨ªa del nacionalcatolicismo.

Pol¨ªticos conservadores, cat¨®licos y muy formales, que le dan m¨¢s a las ceremonias y solemnidades, que al arte de gobernar. Est¨¢ le tela cortada. El triunvirato de presidentes funciona, aunque la f¨®rmula conduce al tedio y evidencia una falta absoluta de imaginaci¨®n. Aunque el PP es muy capaz de ganar hasta por aburrimiento. Aznar ha impuesto un estilo de mando, entre el enigma y el desguace del estado de bienestar. Estos pol¨ªticos de la derecha son tan mediocres y discretos como el crecimiento econ¨®mico de nuestra Comunidad. ? Comunidad o pa¨ªs? Que a estas alturas EU tenga que pedir amparo a la Mesa de las Cortes para usar la denominaci¨®n de Pa¨ªs Valenci¨¤, resulta grotesco y resalta las miserias del poder. El PP involuciona, con flores a Mar¨ªa.