La caza de Valer¨®n
Una dura entrada lesiona al canario y enturbia la c¨®moda victoria del Deportivo sobre el Valladolid
La juerga de M¨²nich continu¨® en casa tres d¨ªas despu¨¦s, otra vez con Valer¨®n y Makaay llevando la voz cantante. El Deportivo dio carpetazo al choque en la primera parte con una autoridad inabordable ante un Valladolid sin posibilidad de rebelarse contra la tiran¨ªa blanquiazul. Intent¨® parar al d¨²o de M¨²nich con marcajes individuales, pero Valer¨®n y Makaay se los quitaron de encima como si fueran mosquitos. Y tanto desesper¨® Valer¨®n a los rivales que en la segunda parte le asignaron un sicario dispuesto a liquidarlo. El boliviano Pe?a lo caz¨® a la primera ocasi¨®n y lo mand¨® al vestuario. Noticia preocupante para el Deportivo, que el martes recibe al Milan en la Liga de Campeones. Cuando Valer¨®n fue liquidado con malas artes, el Depor ya hab¨ªa resuelto el choque del mejor modo posible: poco esfuerzo y buen f¨²tbol.
DEPORTIVO 2| VALLADOLID 0
Deportivo: Juanmi; Scaloni, Donato, Naybet, Romero; Sergio, Mauro Silva; V¨ªctor, Valer¨®n (Duscher m. 51), Fran (H¨¦ctor m. 66); y Makaay (Trist¨¢n, m. 82).
Valladolid: Bizzarri; Ricchetti, Gaspar, Mario, Marcos; Jonathan (Pe?a m. 46); Fernando Sales, Sousa (Pach¨®n m. 76), Colsa, ?scar; y Aganzo.
Goles: 1-0. M. 13. Gran jugada de Valer¨®n, que se interna en el ¨¢rea por la derecha, amaga dos veces ante la entrada de los defensas, y centra para que Makaay empalme con la izquierda.
2-0. M. 28. Excelente pase adelantado de V¨ªctor que deja solo ante el portero a Valer¨®n, ¨¦ste lo salva con un vaselina que se va al poste y el rechace lo convierte Makaay.
?rbitro: P¨¦rez Burrull. Amonest¨® a Pe?a y Mauro Silva.
Unos 28.000 espectadores en Riazor
La valeronitis est¨¢ empezando a extenderse, y Mor¨¦, el entrenador del Valladolid, no pudo sustraerse a la epidemia. Tal vez asustado por lo de M¨²nich, el t¨¦cnico visitante sac¨® un hombre, el joven Jonathan, s¨®lo para perseguir al maestro pasador. Menudo embolado le cay¨® al chico, que tras el descanso ya no regres¨® al campo. En su lugar entr¨® un pistolero sin escr¨²pulos que ni se molest¨® en disimular sus intenciones. La primera vez que se cruz¨® con Valer¨®n descarg¨® el revolver con sa?a: le meti¨® los dos pies por delante y el fr¨¢gil canario ya no pudo seguir. No pareci¨® una lesi¨®n grave, aunque le tuvieron que poner hielo en la pierna. Lo menos que se puede exigir a los ¨¢rbitros es que tomen precauciones para que no se extienda el matonismo. Porque Pe?a sali¨® bastante bien librado: se carg¨® a su objetivo y se qued¨® tan ancho con una simple tarjeta amarilla.
Antes de que lo quitasen de en medio, Valer¨®n hab¨ªa demostrado que su repertorio no se agota en el pase. Con el partido a¨²n calent¨¢ndose, se meti¨® el ¨¢rea con la pelota cosida al pie, tumb¨® a los defensas con un par de amagos y meti¨® al centro donde estaba -qui¨¦n si no- Makaay para rematar el trabajo con uno de esos remates de zurda - su pierna menos habitual- que cada vez prodiga m¨¢s. La cosa se puso festiva y la euforia contagi¨® a todo el mundo. Hasta a V¨ªctor se le dio por hacer de Valer¨®n con un estupendo pase bombeado que dej¨® al asistente habitual en funciones de goleador, la asignatura definitiva que le ha impuesto Irureta. Valer¨®n actu¨® con la sutileza que le distingue y salv¨® la salida del portero picando suavemente la pelota. El remate se fue al poste y ?qui¨¦n estaba all¨ª para el rechace ...?. Makaay, por supuesto. A Valer¨®n le ha costado un poco encontrar al holand¨¦s porque es un jugador menos asociativo que Trist¨¢n, su c¨®mplice de la pasada campa?a. Pero, al final, el f¨²tbol de Valer¨®n se ajusta a cualquier clase de delantero, y la nueva sociedad funciona con la misma eficacia que la anterior.
Todo eso se apreci¨® mientras hubo un partido de f¨²tbol. Luego le lleg¨® el turno al sicario y se acab¨® la fiesta del modo m¨¢s sucio.
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