El Madrid gana de tac¨®n
El equipo madridista, con Cambiasso de estrella y Helguera de goleador, vapulea a Osasuna
Enganchado a la may¨²scula figura de Cambiasso, el Madrid despach¨® a Osasuna sin apenas despeinarse. Un golazo extraordinario de Helguera a las primeras de cambio le permiti¨® incluso holgazanear m¨¢s de la cuenta durante muchos minutos. Quiz¨¢ porque todos se quedaron ensimismados con la maniobra dibujada entre Cambiasso y Helguera, trenzada tras cinco saques de esquina consecutivos lanzados por el Madrid.
REAL MADRID 4| OSASUNA 1
Real Madrid: Casillas; Salgado (Mi?ambres, m.82), Hierro, Helguera, Roberto Carlos; Figo, Flavio (Celades, m.61), Cambiasso, Solari; Ra¨²l y Guti (Morientes, m.74). Osasuna: Unzue; Mateo, Cruchaga, Vidrio, Paqui; Rivero, Alfredo, Gancedo (Aloisi,m.74), Garc¨ªa; L¨®pez (Moha, m.46) y Rosado. Goles: 1-0, M.10. Pase de 30 metros de Cambiasso para el desmarque de Helguera, que desv¨ªa a gol con el tac¨®n. 2-0, M.54, Rechace en el ¨¢rea de Osasuna que remata Guti. 3-0, M.56, Centro medido de Figo desde la derecha que empuja Ra¨²l en el ¨¢rea chica de Unzue. 3-1, M.65, Rivero, de penalti. 4-1, M.79, Helguera de cabeza a la salida de una falta lanzada por Figo. ?rbitro: Amonest¨® a Alfredo, Moha, Cruchaga, Rivero, Paqui, Helguera, Hierro y Roberto Carlos.
En el quinto, Unzu¨¦ despej¨® como pudo la pelota, que lleg¨® sedada al medio centro argentino, que barri¨® a cinco defensas contrarios con un pase de esos que s¨®lo ven los elegidos que desemboc¨® hacia el punto de penalti. Por all¨ª irrumpi¨® Helguera, enganchado en el ¨¢rea de Unzu¨¦ tras la concatenaci¨®n de saques de esquina. El c¨¢ntabro tom¨® la decisi¨®n m¨¢s inesperada y con estilista taconazo empin¨® la jornada para el Madrid.
Pese a la falta de chicha el partido dej¨® algunas evidencias. La primera, por encima de todas, que Cambiasso es un gran jugador. Un futbolista de doble direcci¨®n, tan capaz en su ¨¢rea como en territorio enemigo. Tiene sangre para reba?ar en defensa y luces de sobra para tejer el juego, como puso de manifiesto en su soberbio pase a Helguera. Cambiasso no s¨®lo descubri¨® un hueco imposible por el que enfilar la pelota, sino que le dio la velocidad justa. Un servicio prodigioso del argentino, que tras enfilar el resultado no tuvo inconveniente alguno en remangarse y meterse en faena en el medio campo. Una zona en la que tuvo que multiplicarse por el absentismo de Flavio Concei?ao, la pareja de baile que le asign¨® Del Bosque por la lesi¨®n de Makelele.
Lo de Flavio, otra de las evidencias de la noche, es un caso cr¨®nico. Le falta tanta cuerda que sus apariciones son fantasmales. Con su aire ausente y casi siempre mal ubicado, Flavio, un futbolista sobrevalorado en aquellos tiempos no tan lejanos en los que el f¨²tbol pagaba de m¨¢s, carece de rango alguno. Es un peso ligero, un jugador irrelevante que descuenta m¨¢s que suma, como adivin¨® Del Bosque, que le mand¨® a la ducha sin remedio en cuanto Osasuna marc¨® de penalti.
Sin quererlo, el perezoso ritmo de Flavio tuvo un efecto contagioso para la mayor¨ªa de sus compa?eros, que se dieron a la bartola durante un largo tramo del encuentro, sobre todo en la primera mitad, en la que Cambiasso, incapaz de perder la pelota siquiera una vez, fue el ¨²nico que toc¨® la corneta. Al fin y al cabo es el m¨¢s ansioso de los titulares, el m¨¢s hambriento de todos. Justo lo que le falta a Flavio, al que su condici¨®n de exportable hac¨ªa suponer que tambi¨¦n le encender¨ªa por encima del resto. Nada de nada.
El Madrid se sinti¨® tan poco exigido que ech¨® el freno y dio vidilla a Osasuna. Se dio a la contemplaci¨®n sin rubor, porque el equipo navarro apenas dej¨® muescas. Con una defensa de cristal, sujetada por el mexicano Vidrio, a¨²n despistado en la exigente Liga espa?ola, Osasuna se mostr¨® siempre como un rival de plastilina, capaz de aguantar el tipo lo que tardara el Madrid en atizar el partido. Lo que ocurri¨® tras la primera aventura navarra, reci¨¦n iniciado el segundo periodo, cuando Rosado se asust¨® ante Casillas y el portero le desvi¨® un mano a mano. Pocos minutos despu¨¦s carg¨® el Madrid, Vidrio pifi¨® ¨¦l solito un despeje y Guti, encari?ado con el gol, puso m¨¢s distancia en el marcador. Por si fuera poco, Figo, que mejora cada semana, anud¨® las piernas de Paqui y puso la pelota en el flequillo de Unzue, que dud¨® ante Ra¨²l, ni m¨¢s ni menos.
Un simple asalto de dos minutos le sirvi¨® al Madrid para despejar la contienda y darse de nuevo a la buena vida, aunque con mejores intenciones que durante el sesteo del primer tiempo. De nada le sirvi¨® a Osasuna que Rosado confundiera al ¨¢rbitro en otro duelo directo con Casillas que deriv¨® en un penalti convertido por Rivero. Para nada se inquiet¨® el Madrid, que sin Flavio estaba mejor armado, aunque s¨®lo fuera por el mayor orden de Celades, el relevo del brasile?o. Con Cambiasso a lo suyo, que es mucho, y Helguera desbocado en las jugadas a bal¨®n parado, la ¨²nica invitaci¨®n al gol que este a?o le concede su t¨¦cnico, los madridistas sellaron definitivamente la goleada con espl¨¦ndido cabezazo del c¨¢ntabro, otro inesperado goleador -ya lleva tres en dos partidos- en el comienzo de temporada. ?l abri¨® la cuenta de tac¨®n y la cerr¨® de cabeza, se?al de los muchos recursos que distinguen al Madrid, tan contundente que ni a?ora a Zidane, Makelele o Ronaldo en noches como la de ayer. Son los tiempos de Guti, Cambiasso y Helguera, distinguidos alumnos entre tanta estrella.
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