Una jugada ensayada del Athletic agua el desquite de Reyes

Reyes inici¨® el partido, castigado por su entrenador, en el banquillo. Se hab¨ªan peleado en los medios de comunicaci¨®n durante la semana y Caparr¨®s quiso darle una lecci¨®n. El transcurrir del encuentro forz¨® al t¨¦cnico a tirar de lo mejor que tiene y Reyes no desaprovech¨® la oportunidad. Nada m¨¢s salir, ya en la segunda parte, recibi¨® en el ¨¢rea de Lafuente un pase en profundidad y le bati¨® por bajo con un buen disparo cruzado. Sin embargo, una jugada ensayada entre Tiko y Etxeberria agu¨® el desquite que el delantero ya paladeaba y sell¨® el empate entre dos equipos que, tal y como demostraron ayer, andan en muy mal momento.

La primera parte fue un aut¨¦ntico sopor. Ambos conjuntos est¨¢n mal aunque, puestos a elegir, es a¨²n m¨¢s llamativa la crisis del Athletic. Es cierto que tiene bajas, que Tiko, Yeste y Etxeberria a¨²n salen de sus lesiones y que compareci¨® con varios jugadores salidos del juvenil, como Murillo, Gurpegi o Arriaga; pero su falta de ideas en ataque, su lentitud en el manejo del bal¨®n y su inseguridad defensiva fueron en el inicio, m¨¢s que llamativas, alarmantes.

El Sevilla no robaba el bal¨®n. Es que los jugadores vascos directamente regalaban las pelotas que manejaban. Y el Sevilla no hizo nada con tan generosos obsequios. Apenas un par de disparos lejanos de Casquero y Mois¨¦s, tan inocentes como sus marcadores.

Tras el gol de Reyes, ya en el segundo tiempo, el Athletic reaccion¨® con otros dos cambios. Etxeberria y Yeste entraron en las bandas del equipo vasco y dieron a sus compa?eros alguna alternativa m¨¢s que el pelotazo al borde del ¨¢rea para la cabeza de Urzaiz, que en una de esas mand¨® el bal¨®n, de rechace, al larguero de Notario.

A falta de diez minutos, tras nuevas dosis de f¨²tbol sin calidad ni claridad, y cuando el Sevilla ya jugaba con uno menos, el Athletic aprovech¨® una falta lateral para lograr el empate. Tiko sac¨® atr¨¢s y, desde la frontal del ¨¢rea, Etxeberria logr¨® colar su disparo entre un bosque de piernas para batir a Notario. La desesperaci¨®n se apoder¨® de los sevillistas y as¨ª, a lo loco, a¨²n tuvieron ocasiones para decantar el partido a su favor. Finalmente, el resultado igual¨® a dos equipos con problemas.