Ferran Adri¨¤, 'superstar'
Hace tan s¨®lo unos d¨ªas, en una gozosa visita a El Bulli, pude ver con mis propios ojos c¨®mo un cr¨ªtico gastron¨®mico ingl¨¦s se arrodillaba ante Ferran Adri¨¤ y, con una mano en el coraz¨®n y otra en el est¨®mago, le rend¨ªa pleites¨ªa y le daba las m¨¢s efusivas gracias por los alimentos que acababa de recibir. Ese mismo d¨ªa, en el remoto restaurante de Cala Montjoi, un grupo de japoneses pareci¨® entrar en trance y se deshizo en una cascada de reverencias sincronizadas ante la visi¨®n de Adri¨¤. Instantes despu¨¦s, cuatro j¨®venes catalanes festejaban con tal j¨²bilo la llegada de cada plato que parec¨ªa que no iban a tardar en hacerle la ola al cocinero mayor del reino.
Lo de Ferran Adri¨¤ es un fen¨®meno que traspasa todo tipo de fronteras y de generaciones. Los se?ores de la Michelin tuvieron a bien galardonar a su restaurante con tres estrellas, pero, m¨¢s all¨¢ de las cuestiones estelares, es un hecho que la genialidad de Adri¨¤ provoca fervor y pasi¨®n en pa¨ªses como Italia, Francia, Jap¨®n, Australia y Estados Unidos. No hay ninguna duda: Ferran Adri¨¤ es una superstar mundial y lo mejor es que, a pesar de los pelda?os de gloria que le separan del resto de los mortales, sigue siendo un tipo normal al que los humos de los fogones no se le suben a la cabeza.
Ferran Adri¨¤ 'expone' sus platos en el Palau Robert, donde reuni¨® a mucha gente en la inauguraci¨®n
'Es cierto que hay gente que viene en avi¨®n desde Estados Unidos para comer en El Bulli', comenta sin perder la sonrisa. 'Por un lado es un gran honor, pero por otro sabes que te la juegas cada d¨ªa. Si despu¨¦s de hacer tantos kil¨®metros y de llegar a Cala Montjoi por una carretera estrecha y llena de curvas no salen satisfechos, hay como para matar a alguien. Por suerte, son muy pocos los que no salen contentos de El Bulli'.
La cocina de Ferran Adri¨¤ empez¨® a definirse hace 20 a?os, cuando entr¨® a trabajar en El Bulli, y desde entonces ha sido calificada con todo tipo de adjetivos. Creativa, gozosa, imaginativa, experimental, ¨²nica, art¨ªstica, sorprendente... Algunos de sus platos m¨¢s celebrados, como la croqueta l¨ªquida o la tortilla de patatas deconstruida, ya han adquirido la categor¨ªa de m¨ªticos, pero lo bueno es que, como suele decirse, la aventura contin¨²a. Adri¨¤ es de los que no se rinden y cada a?o intenta, como en el circo, el m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa.
Con la intenci¨®n de poner al alcance de todos los secretos de su restaurante, Ferran Adri¨¤ y su equipo presentar¨¢n en noviembre el primer volumen del cat¨¢logo completo de El Bulli. En esta magna obra, lujosamente ilustrada y con un CD que incluye las recetas paso a paso, se recogen todos los platos hechos por el restaurante entre 1983 y 2002. Un lujo. Mientras la obra no llega a las librer¨ªas, si alguien quiere ir abriendo boca puede acercarse al Palau Robert, donde una exposici¨®n muestra los ejes b¨¢sicos de la filosof¨ªa culinaria de El Bulli. En la exposici¨®n pueden verse fotos de los platos estelares de El Bulli y un esquema que muestra la filosof¨ªa y la evoluci¨®n del proyecto culinario.
Para Adri¨¤, todo empieza en el momento que le oy¨® decir al cocinero Jacques Maximin: 'Crear no es copiar'. A partir de all¨ª, dej¨® de lado los libros de recetas y se lanz¨® por la senda de la experimentaci¨®n. As¨ª surgieron las espumas calientes, los c¨®cteles s¨®lidos, las sopas calientes y fr¨ªas, las polentas heladas, las nubes, las esponjas, los mojitos en sif¨®n y esa sublime parrillada de verduras que es como un imaginativo piano con teclas de colores.
La magna obra de Ferran Adri¨¤ y su equipo se divide en tres libros que abarcar¨¢n otros tantos periodos. 1983-1993, 1994-1997 y 1998-2002.
Llevan tres a?os trabajando en un proyecto que ¨¦l, con su reconocida capacidad de reducirlo todo a lo f¨¢cil, explica as¨ª: 'Si hay cat¨¢logos de tornillos y de tenedores, ?por qu¨¦ no tiene que haberlos de cocina? En la cocina, como en el f¨²tbol, todos son capaces de opinar, pero faltaba un estudio serio. Datar los platos es importante. ?Te imaginas hablar de poes¨ªa sin tener en cuenta las fechas? La obra de la nouvelle cuisine no se catalog¨® y ahora es dif¨ªcil estudiarla. Yo siempre he pensado que faltaban herramientas para estudiar la trayectoria de la nueva cocina, pero con el cat¨¢logo podr¨¢n decir: 'En 1998 aquellos chalados de El Bulli ya hac¨ªan gelatinas calientes'.
Ante el numeroso p¨²blico que asisti¨® a la inauguraci¨®n de la exhibici¨®n, Ferran Adri¨¤ coment¨®: 'Hace cinco a?os era impensable que un cocinero reuniera a tanta gente, pero es l¨®gico que as¨ª sea, ya que la cocina es un hobby que encanta a muchos. Con exposiciones como ¨¦sta estamos haciendo una labor de normalizaci¨®n'.
Mientras le o¨ªa hablar, record¨¦ un s¨ªmil genial que expuso hace unos meses: 'Pocas actividades hay en el mundo que puedan producir durante dos o tres horas tanto placer como la cocina. Bueno, dicen que el golf, pero antes de empezar a disfrutar tienes que pasarte d¨ªas y d¨ªas entrenando. Con la cocina es m¨¢s f¨¢cil: te sientas a la mesa y a disfrutar'. As¨ª de f¨¢cil.
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