Blair no prueba,Gore desaprueba
El esperado informe oficial del Gobierno de Blair sobre la capacidad de Irak de utilizar armas de destrucci¨®n masiva ha aportado pocas novedades, y menos pruebas. Que el r¨¦gimen de Sadam Husein tiene armas qu¨ªmicas y biol¨®gicas est¨¢ fuera de toda duda, pues desgraciadamente ya las ha usado en el pasado. Pero no parece disponer de capacidad nuclear. En tal situaci¨®n, lo recomendable es seguir la conclusi¨®n del propio informe debatido ayer en sesi¨®n extraordinaria en los Comunes: que se autorice el regreso de los inspectores internacionales a Irak de modo que puedan cumplir plenamente su labor.
El informe, basado en informaci¨®n aportada por el Comit¨¦ Conjunto de Inteligencia, constituye esencialmente un ejercicio de relaciones p¨²blicas en apoyo de la posici¨®n de Bush. As¨ª, deja confuso en qu¨¦ lugar de ?frica intent¨® el r¨¦gimen de Husein hacerse con material fisible. Se?ala que, a principios de 2002, los servicios de informaci¨®n brit¨¢nicos concluyeron que mientras se mantuvieran las sanciones internacionales Irak 'no ser¨ªa capaz de fabricar un arma nuclear' y que sin sanciones tardar¨ªa 'al menos cinco a?os en producir el material fisible necesario'. Pero en el mismo p¨¢rrafo afirma 'saber' que Irak podr¨ªa disponer de armas nucleares en 'un a?o o dos'.
El documento y el discurso de Blair no han convencido, aunque el primer ministro brit¨¢nico tiene el m¨¦rito de haber reunido al Parlamento en un momento especialmente grave para suministrar informaci¨®n y provocar un debate, algo que no se producido en Espa?a. La valoraci¨®n brit¨¢nica, acogida con cautela en muchas otras capitales europeas, ni siquiera entra en las supuestas relaciones, aireadas por Londres en d¨ªas pasados, entre el r¨¦gimen iraqu¨ª y Al Qaeda. Por el contrario, ayer mismo, el ex vicepresidente de EE UU Al Gore afirm¨® rotundamente que 'no tenemos pruebas' de que Sadam Husein haya compartido sus armas qu¨ªmicas o biol¨®gicas con grupos terroristas.
Al Gore es uno de los pocos senadores dem¨®cratas que vot¨® en 1991 a favor de los poderes para la guerra contra Irak y, en raz¨®n de sus pasadas responsabilidades, ha conocido informaciones secretas sobre este pa¨ªs. Ahora ha querido romper su silencio pol¨ªtico con una fuerte andanada contra el presidente Bush, a quien estuvo a punto de ganar en las elecciones. La guerra contra Irak no s¨®lo no est¨¢ justificada por ninguna 'amenaza inminente', sino que podr¨ªa 'da?ar gravemente' lo que debe ser la prioridad de EE UU: la lucha contra el terrorismo. Tambi¨¦n podr¨ªa debilitar el liderazgo mundial de EE UU, pa¨ªs contra el que se puede generar, en sus propias palabras, una ola de hostilidad y de resentimiento, fruto de una peligrosa doctrina, la de la guerra preventiva, que puede crear un nefasto precedente.
No son muchos los dem¨®cratas que siguen a Al Gore en sus razonamientos, pues no quieren ser tachados de poco patriotas en las v¨ªsperas de las elecciones del 5 de noviembre. A excepci¨®n de unas breves declaraciones de Clinton, ¨¦sta es la cr¨ªtica m¨¢s contundente que ha recibido Bush de la oposici¨®n dem¨®crata. Es un mensaje que no caer¨¢ en saco roto tras la caza infructuosa de Bin Laden, el empate en el que ha quedado la desarticulaci¨®n de Al Qaeda, la incompleta guerra en Afganist¨¢n y las insuficientes explicaciones sobre el frente de Irak.
El alcance de la cr¨ªtica de Gore va m¨¢s lejos que las posiciones defendidas por Schr?der en Alemania. Si el canciller alem¨¢n se hubiera expresado de esa forma, las relaciones entre Berl¨ªn y Washington estar¨ªan todav¨ªa peor de como est¨¢n. Resulta significativo que anoche, en su primer desplazamiento tras su victoria electoral, Schr?der acudiera a Londres para conversar con el primer ministro laborista. Blair no es s¨®lo el puente hacia Washington para recomponer esos platos rotos, o el mayor defensor en la UE de la l¨ªnea dura contra Irak, sino tambi¨¦n uno de los pocos l¨ªderes europeos que particip¨® en la campa?a electoral alemana en apoyo del socialdem¨®crata Schr?der, cuya actitud en el tema de Irak no comparte, pero considera leg¨ªtima. Y lo es. Tal como dijo ayer un diputado laborista ante el documento de Blair, el posible conflicto con Irak parece 'una guerra en busca de un pretexto'.
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