Filtrado

La cantidad y variedad de contenidos que ofrece la web ha originado la necesidad de seleccionar para determinados colectivos, como los menores de edad. B¨¢sicamente los procedimientos para procurar que los ni?os no accedan a contenidos dudosos son dos: darles una lista cerrada de direcciones a las que pueden ir e impedir el acceso a p¨¢ginas que contengan determinada informaci¨®n. Este segundo procedimiento, y a veces la combinaci¨®n de ambos, se llama filtrado, y hoy se hace con programas que se instalan en el ordenador y controlan el uso del navegador. Tanto el t¨¦rmino ingl¨¦s (filter) como el espa?ol se derivan del lat¨ªn filtrum, que inicialmente se refer¨ªa a la pieza de tejido a trav¨¦s de la que se pasa l¨ªquido para liberarlo de los s¨®lidos en suspensi¨®n que contenga. Por cierto, la palabra latina produjo tambi¨¦n fieltro, el tipo de pa?o que se produce conglomerando lana o pelo por ese procedimiento.

Como hay millares de p¨¢ginas nuevas constantemente, la operaci¨®n de filtrado debe hacerse de forma semiautom¨¢tica. Si sabemos la direcci¨®n de un grupo neonazi podemos impedir que el usuario acceda a ella, pero para las p¨¢ginas que no conozcamos habr¨¢ que recurrir a procedimientos m¨¢s finos: por ejemplo, vetar el acceso a las p¨¢ginas que contengan ciertas palabras. El procedimiento nunca ser¨¢ seguro del todo, tanto por lo que se le escape como por lo que veta (es famoso el caso de uno de los primeros filtros que imped¨ªa el acceso a p¨¢ginas de c¨¢ncer de pecho porque cerraba el paso a las apariciones de tetas).

Los contenidos que proh¨ªben los programas de filtrado de acceso son, t¨ªpicamente: violencia, drogas, racismo, pornograf¨ªa, sectas, construcci¨®n de explosivos. Es el caso, por ejemplo, de la empresa en Espa?a www.optenet.com.