'S¨®lo me interesan los inadaptados'
De origen dan¨¦s y marcado por una profunda educaci¨®n calvinista, Paul Schrader (Michigan, 1946) es un cineasta obsesionado con el pecado, la culpa y la redenci¨®n. Guionista de Taxi driver y Toro salvaje, dos de las cumbres de Martin Scorsese, y director y guionista, entre otras, de American gigol¨® y Aflicci¨®n, Schrader present¨® ayer, dentro de la secci¨®n oficial de San Sebasti¨¢n, su ¨²ltima pel¨ªcula: Auto focus. El filme narra la vida del actor Robert Crane, asesinado en un motel de Arizona en 1978. Crane, famoso gracias a una popular serie de la televisi¨®n de aquellos a?os, pas¨® de ser un formal padre de familia a un adicto al sexo obsesionado por no pasar un d¨ªa sin acostarse con una chica diferente. Grababa, con o sin el consentimiento de sus acompa?ates, sus citas y org¨ªas.
'El poso de la religi¨®n siempre est¨¢ ah¨ª, aunque uno intente alejarse de ella'
'Lo que mantiene en su sitio a la gente c¨¦lebre es el miedo a perder lo ganado'
Pregunta. Usted ha dicho que quer¨ªa que Auto focus fuera una cr¨®nica sobre la identidad sexual de los hombres de su pa¨ªs en los a?os sesenta y setenta.
Respuesta. S¨ª, aunque para m¨ª lo importante de la pel¨ªcula es el estudio de los personajes. El problema de la identidad sexual de aquellos a?os, a?os confusos, es una consecuencia de esa b¨²squeda de los personajes, de su inadaptaci¨®n. Pero la pel¨ªcula tambi¨¦n habla de la celebridad o del nacimiento de la pornograf¨ªa casera. S¨®lo me interesa hablar de gente inadaptada, de aquellos que quieren ser algo que nunca son. A veces la inadaptaci¨®n se traduce en violencia. Otras, como aqu¨ª, en pornograf¨ªa casera.
P. ?Qu¨¦ le interes¨® del personaje de Robert Crane?
R. Bob es muy simp¨¢tico, pero tambi¨¦n es un guarro. No tengo ning¨²n problema en hacer una pel¨ªcula sobre alguien que, en t¨¦rminos convencionales, no resulta muy agradable. Busco personajes interesantes y reveladores.
P. ?Para usted este personaje es un inmoral?
R. Para m¨ª es un ego¨ªsta. Y ¨¦sa es la peor inmoralidad. Si hay algo inmoral en Crane no son sus pr¨¢cticas sexuales, sino c¨®mo ignora el da?o que hace a los dem¨¢s.
P. Usted retrata la fama de una manera pat¨¦tica.
R. La fama puede distorsionar mucho a los que la padecen, la fama permite hacer da?o a los dem¨¢s, permite decir cosas vulgares y que la gente se r¨ªa aunque no tengan gracia. Es dif¨ªcil ser famoso y no perderse. Lo que suele mantener en su sitio a la gente c¨¦lebre es el miedo a perder lo que han ganado. El caso de Crane es extra?o porque ¨¦l tard¨® muchos a?os en lograr alcanzar lo que quer¨ªa y aunque era consciente de que lo perd¨ªa nunca le import¨®.
P. En Venezuela dos actores famosos grabaron un v¨ªdeo porno casero que se ha convertido en un ¨¦xito en la venta callejera. En Estados Unidos, Pamela Anderson y Tommy Lee protagonizaron un caso similar con otro v¨ªdeo grabado por ellos y que dio la vuelta al mundo. ?Qu¨¦ opina de estos casos? ?Existe una doble moral con el sexo?
R. Han pasado muchos a?os desde que Bob Crane grab¨® sus v¨ªdeos de porno casero. Ahora no resultar¨ªan muy impactantes. Hoy existe una doble moral, pero que s¨®lo afecta a los hip¨®critas. No creo que Pamela Anderson y Tommy Lee lo sean, ellos no tienen ning¨²n problema con sus h¨¢bitos sexuales, no son unos hip¨®critas. Y estoy seguro de que la difusi¨®n de ese v¨ªdeo no les import¨® y por eso tampoco les afect¨® en sus carreras. Un v¨ªdeo as¨ª s¨®lo afectar¨ªa en la carrera de un hip¨®crita, de alguien que simula algo que no es.
P. Usted fue educado en el m¨¢s estricto calvinismo. ?C¨®mo le ha afectado a su cine? ?Desaparece alguna vez el poso de una educaci¨®n religiosa tan fuerte?
R. Tuve una ni?ez inusual, donde la actividad dominante era la reflexi¨®n, la discusi¨®n social y religiosa. Vi mi primera pel¨ªcula a los 17 a?os. Fue El profesor chiflado. La religi¨®n siempre est¨¢ ah¨ª. No importa lo mucho que uno intente alejarse de aquello; aunque uno abandone la fe, siempre est¨¢ presente la idea de que tarde o temprano habr¨¢ que rendir cuentas.
P. Usted ha escrito cuatro guiones para Martin Scorsese. El ¨²ltimo fue Al l¨ªmite, en 1999. ?C¨®mo describir¨ªa su relaci¨®n con ¨¦l? ?Trabajar¨¢n juntos otra vez?
R. Si me lo pide, claro. Pero de momento no tenemos ninguna intenci¨®n de hacer otra pel¨ªcula juntos. Hemos trabajado cuatro veces y no podemos quejarnos. Le veo una vez al a?o, no m¨¢s. ?l vive en su peque?o sistema solar y yo en el m¨ªo. El suyo, evidentemente, es algo m¨¢s grande, pero nuestra relaci¨®n siempre ha sido gratificante. Siempre me ha dejado escribir tranquilo y yo nunca he interferido en su trabajo.
P. ?Qu¨¦ problemas ha tenido para no firmar el gui¨®n de Auto focus?
R. Reescrib¨ª casi la mitad del gui¨®n. En Estados Unidos el director s¨®lo aparece en los t¨ªtulos de cr¨¦dito si le pertenece un 50% del trabajo de escritura. Yo llev¨¦ a los tribunales el caso y lo perd¨ª, as¨ª que no salgo en los cr¨¦ditos por eso, pero le aseguro que trabaj¨¦ mucho en el gui¨®n. Siempre lo hago. No podr¨ªa ser de otra manera.
P. ?Qui¨¦n considera que es m¨¢s autor de la pel¨ªcula, el escritor o el director?
R. Cada pel¨ªcula es diferente, pero al final el director es el que decide, ¨¦l es el filtro por donde pasa todo. As¨ª que si tenemos que elegir un autor, supongo que ¨¦se es el director.
P. ?Y usted qu¨¦ prefiere?
R. Pues le dir¨¦ lo que dec¨ªa Truffaut. Cuando escribo pienso en dirigir, cuando estoy dirigiendo pienso en el montaje y cuando monto vuelvo a pensar en escribir.
P. Usted lleva a?os al margen de Hollywood. ?Qu¨¦ opini¨®n le merecen los grandes estudios?
R. Son corporaciones verticales con unos intereses muy concretos. Hay mucha basura, aunque no todo es basura. Quedan cosas buenas, muy pocas, pero alguna. Me gustan algunos directores, como Paul Thomas Anderson [Magnolia], ¨¦l ha logrado hacer una buena pel¨ªcula en Hollywood. Hollywood ha cambiado, pero el p¨²blico tambi¨¦n. Los espectadores de hoy se han educado con la publicidad y los videojuegos y eso ha sido nefasto para el cine. No saben ver cine, nadie les ha ense?ado. Sin un buen p¨²blico es dif¨ªcil que haya buenas pel¨ªculas.
P. Usted va a hacer ahora una pel¨ªcula de estudio. Despu¨¦s de bastantes a?os y retomando un cl¨¢sico: El exorcista.
R. S¨ª, ahora tengo dos proyectos. Uno para los estudios y otro independiente. El de los estudios est¨¢ en preproducci¨®n, lo estoy reescribiendo, por supuesto.
P. ?Necesita ser reescrito?
R. Yo necesito reescribirlo, quiz¨¢ es una man¨ªa, pero necesito poner las comas y las puntuaciones a mi gusto, llevarlo a mi terreno, manosearlo un poco. Se trata de la primera parte de El exorcista, la que narra qui¨¦n era el cura que interpretaba Max von Sydow en la pel¨ªcula de William Friedkin. Su encuentro con el diablo. Llevo 20 a?os sin hacer una pel¨ªcula para los grandes estudios. El otro proyecto, el m¨ªo, es muy diferente. Ser¨¢, yo lo llamo as¨ª, mi historia homosexual. Trata de un hombre ya mayor, un homosexual divertido, inteligente e ingenioso, atra¨ªdo por la alta sociedad, un olfateador social, un amigo de las mujeres ricas...
P. ?Una especie de Truman Capote?
R. S¨ª, de ese g¨¦nero.
P. La pregunta parece inevitable. ?Qu¨¦ opina de lo que est¨¢ ocurriendo hoy con Estados Unidos y su pol¨ªtica internacional?
R. Lo tengo muy claro. Am¨¦rica est¨¢ a punto de cometer una cat¨¢strofe de dimensiones incalculables. No puedo decir m¨¢s. Es lamentable.
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