M¨²sica dura para tiempos dif¨ªciles

Desde Nueva Zelanda llegaron estos cuatro v¨¢ndalos s¨®nicos, exhibiendo las mejores armas del garage rock de siempre -estribillos pegadizos, guitarras el¨¦ctricas de incre¨ªble saturaci¨®n, voz rugiente-, aunque, eso s¨ª, recogiendo m¨¢s la herencia grunge que, como en el garage cl¨¢sico, la de los grupos punk de los a?os sesenta. Con s¨®lo un ¨¢lbum en el mercado -que en Espa?a saldr¨¢ el pr¨®ximo 7 de octubre-, Supergyration, estos cuatro flequilludos de aspecto inequ¨ªvocamente posadolescente, se postulan para engordar la esquilmada n¨®mina de nuevas esperanzas de un rock que no llega a heavy, pero que gusta de la distorsi¨®n y la experimentaci¨®n, emparentando con los ya grandes Strokes o los m¨¢s revivalistas Hives. La sala en la que se celebraba el concierto se encontraba a rebosar de un p¨²blico que vaga de bar en bar, hu¨¦rfano de un tipo de sonido que ya parec¨ªa enterrado por la ola de blanda banalidad que invade la m¨²sica joven. Este p¨²blico -que recordaba a la hueste de zombies que frecuentaba el desaparecido bar Agapo de Madrid- sali¨® bien satisfecho, porque el trabajo del airado vocalista Dolf De y sus tres compinches gener¨® piezas de rock rabioso como In love, su primer y demoledor sencillo, Harmonic generator o At you touch.

Aut¨¦ntica m¨²sica dura para unos tiempos tan dif¨ªciles como los que se viven ahora, en los que la juventud vuelve a tener muchas cosas a las que decir que no.