El Molino ya tiene director
El Liceo nombra a Carles Gisbert responsable del local y los vecinos piden el inicio de las obras de reforma
El Liceo -que ultima un plan de acuerdo con los nuevos propietarios de El Molino para programar aqu¨ª su oferta de espect¨¢culos infantiles y familiares, ¨®peras de peque?o formato y espect¨¢culos de cabaret que actualmente se programan en el teatro de La Rambla- da los primeros pasos para programar en el Paralelo. Esta semana, Josep Caminal, director general del Liceo, ha nombrado a Carles Gisbert, hasta ahora responsable de producci¨®n del teatro l¨ªrico, director de la nueva infraestructura para que controle y supervise la reforma de El Molino de acuerdo con las necesidades t¨¦cnicas de la programaci¨®n que el Liceo llevar¨¢ al Paralelo.
Tambi¨¦n los responsables de los departamentos que deben elaborar esta programaci¨®n han recibido ya el encargo de preparar proyectos para la temporada 2004- 2005 para El Molino, cuya capacidad es de 350 espectadores.
Sin emabrgo, la plataforma Fem Girar El Molino plasm¨® ayer, con un grafito, su preocupaci¨®n por el futuro de este teatro hist¨®rico. Con botes de pulverizadores, una veintena de personas pintaron un mural que luce junto al teatro Victoria, en la avenida del Paral.lel, para recordar que El Molino sigue cerrado y que su futuro contin¨²a, seg¨²n ellos, sin aclararse. La plataforma ha recibido con satisfacci¨®n la noticia de que el viejo teatro de music-hall podr¨ªa reabrir financiado por un grupo de inversores locales y programado por el Liceo, pero releen la buena nueva 'esc¨¦pticos', destacaba el actor Arnau Vilardeb¨®, portavoz del grupo en defensa de El Molino. 'El problema es si hay alguien capaz de aportar los cinco millones de euros necesarios para rehabilitar el teatro, teniendo en cuenta el aforo tan peque?o que tiene', dec¨ªa un miembro de la plataforma. 'Lo principal es que el edificio no se derrumbe por abandono, y eso es lo que ocurrir¨¢ si contin¨²a sin hacerse nada', asegur¨® Vilardeb¨®. La plataforma busca ahora el respaldo definitivo para que el viejo teatro vuelva a funcionar como motor cultural del barrio. Unos metros m¨¢s arriba, en la calle de Vil¨¤ i Vil¨¤, 99, las aspas de El Molino contin¨²an sin girar y apenas quedan restos de los neones de la fachada, ¨²nicos testimonios de un pasado glorioso. De la fachada cuelgan dos carteles que la plataforma coloc¨® en una acci¨®n similar realizada el pasado marzo.
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