Privatizar el beneficio y socializar el perjuicio
Tienen raz¨®n la vecina Teresa Gonz¨¢lez cuando se queja de la contaminaci¨®n ac¨²stica que sufrimos en la confluencia de las calles de Torrijos y La Perla de Barcelona (v¨¦ase EL PA?S del pasado 10 de septiembre). Los negocios, codo a codo, hacen su agosto (fiestas de Gr¨¤cia) y abril, mayo, junio, julio, Navidad, Carnaval... hasta entrada la madrugada. A la orquesta se a?aden los tubos trucados de las motos en una calle aparcamiento-peatonal, y la traca final la ofrece el propio municipio con su cami¨®n de la basura y su luz y sonido, que da brillo y esplendor de madrugada a fin de no molestar la libre circulaci¨®n de prestadores de servicios y de clientes.
?No va en contra del sentido com¨²n el conceder tantas licencias para contaminar ac¨²sticamente en un cruce liliputiense como ¨¦ste. Se privatiza el beneficio y se socializan los perjuicios. ?Puede alguien, desde una posici¨®n progresista, defender esta falta de respeto a los derechos fundamentales a la salud e intimidad?
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