El Valencia impone su ley
El equipo de Ben¨ªtez se pone l¨ªder tras desgarrar la ordenada defensa del Rayo
Inmune tanto a los cambios de ¨¢nimo como a la relajaci¨®n, el Valencia impone el rodillo y basta. A la solidez de pasado curso le ha agregado una fe ciega en sus fuerzas, cuyo ep¨ªtome lo constituye un extraordinario eje de centrocampistas centrales: Albelda, Baraja y Aimar. De ah¨ª que hayan pasado cuatro jornadas, eso s¨ª con cuatro rivales de los considerados peque?os, y el cuadro de Ben¨ªtez ya empieza a mirar por el retrovisor a todos sus grandes adversarios. Arrasa a sus rivales por puro convencimiento. Ayer le cost¨® algo m¨¢s de media hora agujerear a un ordenad¨ªsimo Rayo, que no fue m¨¢s all¨¢ de esa pulcritud en la organizaci¨®n. Detr¨¢s de la red rayista, no hab¨ªa nada. Como tampoco hubo noticias del goleador Julio ?lvarez, esperado con expectaci¨®n en Mestalla.
VALENCIA 3| RAYO 0
Valencia: Ca?izares; Curro Torres, Marchena, Pellegrino, Fabio Aurelio; Rufete, Baraja (S¨¢nchez, m. 70), Albelda, Vicente (De los Santos, 78); Aimar (Angulo, m. 65); y Mista. Rayo Vallecano: Etxeberria (?scar, m. 55); Mario, Corino, Mainz, Graff; Julio ?lvarez (Marqu¨¦s, m. 67), Onopko, Pablo Sanz, Dorado; Perag¨®n (Michel II, m. 46); y Bolic. Goles: 1-0. M. 35. Centro raso de Vicente desde dentro del ¨¢rea que remacha Mista. 2-0. M. 45. Baraja, de penalti. 3-0. M. 86. Angulo, de falta directa. ?rbitro: Iturralde Gonz¨¢lez. Amonest¨® a Mainz, Corino, Pablo Sanz, Rufete, Vicente y Pellegrino. Unos 40.000 espectadores en Mestalla.
Fernando V¨¢zquez lo sab¨ªa. Sab¨ªa que la clave del ataque valencianista est¨¢ en sus bandas, siempre abiertas, y cubiertas por consumados especialistas. Por eso mand¨® cerrarlas a cal y canto, con constantes ayudas de los interiores. Le funcion¨® 35 minutos. La primera vez que pudo Rufete deshacerse del pegajoso Graff, desgarr¨® la tela de ara?a que hab¨ªa urdido V¨¢zquez. Rufete lleg¨® hasta la l¨ªnea de fondo, apur¨® al m¨¢ximo, centr¨® y el otro extremo que llegaba, Vicente, dio una lecci¨®n de clase. A pocos metros del pico izquierdo del ¨¢rea peque?a, son muchos los que se aturrullan con el bal¨®n en los pies. Son muchos los que se ponen de los nervios, que si la paso atr¨¢s a Baraja, que si disparo a ver qu¨¦ pasa con el rebote. Pero Vicente no. Como no le convenc¨ªa ninguna de las opciones, opt¨® por la m¨¢s adecuada. Aguantar un par de segundos que parec¨ªan eternos, superar al primer defensa con un regate por el exterior, y volver a centrar, raso y muy cercano a la l¨ªnea de gol, para que alguien metiera la bota. Fue Mista, que lo lleva en el sueldo. Despu¨¦s de superar una lesi¨®n de rodilla, el delantero murciano ha marcado en los tres ¨²ltimos partidos y eso son palabras mayores para un equipo acostumbrado a penurias goleadoras el a?o pasado.
Derribado el castillo, el Rayo se sinti¨® con la obligaci¨®n de salir a ver qu¨¦ suced¨ªa ah¨ª afuera, a que le diera el aire cerca de Ca?izares. Justo lo que necesitaba el Valencia para remachar el encuentro antes de terminar la primera parte. Marchena volvi¨® al equipo para darle la raz¨®n una vez m¨¢s a I?aki S¨¢ez, que lo considera el mejor central espa?ol de los pr¨®ximos a?os. Desde esa posici¨®n se sac¨® un pase enorme Marchena, desde el centro del campo y con el exterior del pie, que le permiti¨® a Mista encarar a Etxeberria antes de ser empujado por Mainz. Baraja, con los galones que le corresponden a su juego, marc¨® el penalti.
As¨ª como en la selecci¨®n no ha dado la medida de sus posibilidades, Baraja se siente muy c¨®modo en este equipo. Est¨¢ muy bien rodeado por Albelda y Aimar. Con el permiso de Mauro Silva, Albelda es el mejor medio centro defensivo del campeonato. O eso al menos sintieron ayer los atacantes rayistas cada vez que superaban la primera l¨ªnea defensiva local y se hac¨ªan ilusiones. Entonces llegaba Albelda como un b¨²falo y les cerraba el paso. Y en cuanto a Aimar, empieza a divertirse como lo hac¨ªa en River y eso garantiza el espect¨¢culo. Su gama de quiebros y requiebros parece inagotable, afici¨®n que algunos defensas del Rayo pagaron a menudo con el trasero en el suelo.
V¨¢zquez introdujo munici¨®n tras el descanso (Michel II) a fin de poder regresar al partido. Pero, trat¨¢ndose de la defensa valencianista, se antoj¨® fogueo. Ben¨ªtez comenz¨® a pensar en el futuro y envi¨® a la ducha primero a Aimar y despu¨¦s a Baraja. Ausentes los creadores, Mestalla se rindi¨® a Albelda, cuyo f¨ªsico iba a m¨¢s mientras el de sus rivales deca¨ªa inevitablemente. Llegada la hora de los secundarios, no hay nadie que aproveche m¨¢s los minutos que Angulo, irrefrenable en sus ¨¦pocas de excitaci¨®n. Ret¨® a sus limitaciones t¨¦cnicas y clav¨® por la escuadra una falta de rosca que se llev¨® la ¨²ltima ovaci¨®n de la noche.

Mista, en estado de gracia
Miguel ?ngel Ferrer Mista, de 23 a?os, reivindic¨® ayer un puesto en el grupo titular valencianista. El delantero murciano, quien nunca ha sido santo de la devoci¨®n del t¨¦cnico Rafa Ben¨ªtez, m¨¢s dispuesto a darle minutos a Carew o Salva, tuvo ayer un gran protagonismo en el juego ofensivo del Valencia: marc¨® el primer gol y provoc¨® el penalti que supuso el segundo. Su aportaci¨®n fue determinante, un gui?o a Ben¨ªtez, que vacila con sus delanteros: un d¨ªa alinea a Carew, otro a Salva y al siguiente, ayer, a Mista. Ninguno se sabe titular.
Mista, eso s¨ª, est¨¢ en estado de gracia: lleva dos goles en cuatro jornadas de Liga y uno en la Liga de Campeones. En los tres ¨²ltimos partidos ha marcado: ante el M¨¢laga, en la tercera jornada; en Mosc¨² frente al Spartak el mi¨¦rcoles; y ayer ante el Rayo. S¨®lo ayer, por cierto, ha disfrutado de la titularidad el delantero murciano, quien la pasada temporada marc¨® cinco goles en los 26 partidos que jug¨®.
El Valencia, por otro lado, le ha ofrecido a Rafa Ben¨ªtez la renovaci¨®n por dos temporadas m¨¢s. Su contrato finaliza en junio de 2003.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.