'Me atraen los personajes obsesionados por escapar de la mediocridad'
Salvador Guti¨¦rrez Sol¨ªs (C¨®rdoba, 1968) comenz¨® a escribir a los 25 a?os, en la Universidad. En menos de seis meses vio editado su primer trabajo, Dictando al cojo, y ya no perdi¨® el paso: desde entonces ha publicado un libro al a?o y ha ganado seis premios. Ahora prepara M¨¢s de cien bestias atrapadas en un punto, una obra fronteriza, cargada de historias, de la que dice, dudoso: 'A¨²n no s¨¦ si es una novela o una colecci¨®n de cuentos'.
Pregunta. Describa su ¨²ltimo libro, por favor.
Respuesta. Es una obra de dif¨ªcil catalogaci¨®n, donde g¨¦neros y estilos se confunden y combinan. No naci¨® con esta intenci¨®n, fue el propio texto el que escogi¨® este espacio, no s¨¦ si por comodidad o por capricho. Tal vez se trate de una evoluci¨®n de La novela de un novelista malaleche (DVD, 1999), donde intercalaba cuentos breves dentro de la narraci¨®n. Pero esta nueva obra -obra es un t¨¦rmino que no me gusta; me traslada a andamios, cemento, a los abalorios de la alba?iler¨ªa- no marca los l¨ªmites tan claramente, no hay separaci¨®n entre las historias; por no haber, no hay ni puntos.
'El cuento es una carrera de 100 metros y la novela, un marat¨®n'
'La narrativa espa?ola est¨¢ instalada en la caverna de los tiempos y el aburrimiento'
P. ?Cu¨¢l es su concepto del cuento?
R. Aunque se me conozca m¨¢s como novelista, nunca he dejado de escribir cuentos. Me atrae su exigencia, su tiran¨ªa respecto al espacio y a la s¨ªntesis; es una prueba dif¨ªcil. El cuento es una carrera de 100 metros y la novela, un marat¨®n. En un marat¨®n puedes permitirte un relativo desmayo, recular para luego acelerar. En una carrera de 100 metros, si pierdes un segundo llegas el ¨²ltimo. Son muy pocos los cuentistas con esta capacidad. Admiro a Carver y Ch¨¦jov; de los espa?oles, s¨®lo me quedo con dos, Quim Monz¨® y F¨¦lix J. Palma.
P. ?Es verdad que recurre a la tradici¨®n oral?
R. S¨ª, M¨¢s de cien bestias atrapadas en un punto es un homenaje a la tradici¨®n oral, a todas esas historias que se han transmitido, han crecido, se han exagerado o agigantado, generaci¨®n tras generaci¨®n. Una tradici¨®n que ahora expulsamos de nuestras vidas. Prestamos m¨¢s atenci¨®n a lo que sucede a miles de kil¨®metros que a las historias de los que nos rodean. Se trata de una mundializaci¨®n sin sentido, un proceso que nos a¨ªsla y que promueve la individualidad como la gran panacea, cuando no lo es.
P. ?Qu¨¦ tipo de historias le gusta contar?
R. Todos los temas, todas las historias, pueden ser grandes. Aborrezco a los autores mayest¨¢ticos, co?azos en las formas y en los modos, que proclaman la reflexi¨®n interior, la memoria exquisita, como ¨²nica materia posible de la gran literatura. Asistimos a una generaci¨®n muy aburrida de narradores, que se empe?an en repetir modelos e historias ya contadas. Basta repasar la n¨®mina actual para darse cuenta de que Balzac es un modernista y Cela, un extraterrestre. Mientras la poes¨ªa s¨ª ha avanzado y encontrado nuevos caminos, la actual narrativa espa?ola est¨¢ instalada en la caverna de los tiempos, la mediocridad y el aburrimiento.
P. ?Qu¨¦ personajes le interesan? ?Tiende a retratarse a s¨ª mismo?
R. Me atraen los personajes obsesionados por escapar de la mediocridad, aunque esa sea su naturaleza. Pueden convertirse en h¨¦roes ocasionales cuando combinan este af¨¢n por escapar con un exceso de ambici¨®n. Los cinco minutos de gloria tiran m¨¢s de lo que imaginamos; no hay m¨¢s que ver Operaci¨®n Triunfo, o a las ni?as de Pop Stars, o a sus madres. Retrato el mundo y las circunstancias que me tocan vivir. En este sentido soy un poco vampiro; mis amigos ya no me quieren contar nada, porque dicen que acaban en mis novelas. Algo m¨ªo siempre hay; no obstante, cuento las cosas seg¨²n la percepci¨®n que mis ojos me ofrecen.
P. ?Pertenece a alguna generaci¨®n, es un joven escritor andaluz?
R. Las generaciones literarias me parecen un invento. La mayor¨ªa se conforman de acuerdo a argumentos geogr¨¢ficos, que carecen de sentido. Me siento joven, andaluz, cordob¨¦s, espa?ol, europeo y escritor, porque cumplo todos los requisitos. Y me identifico m¨¢s con San Agust¨ªn que con Manhattan. Comprendo a la perfecci¨®n las historias de las mujeres en la cola de la pescader¨ªa, mejor que un discurso de Bush; adem¨¢s, me parece m¨¢s inteligente la mujer de la cola de la pescader¨ªa. Estos personajes son los que aparecen en M¨¢s de cien bestias atrapadas en un punto.
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