UE y EE UU negocian cooperar en el examen de las grandes fusiones

La Uni¨®n Europea est¨¢ a punto de cerrar un acuerdo con Estados Unidos para que los reguladores 'sincronicen' los ex¨¢menes de las grandes fusiones empresariales. El objetivo es evitar que Bruselas y Washington adopten decisiones contrarias, como sucedi¨® con la fusi¨®n de General Electric con Honeywell, la m¨¢s grande de la historia, que fue aprobada en Estados Unidos y vetada en Europa.

Tras el anuncio de la fusi¨®n de GE con Honeywell, valorada en 43.800 millones de euros, el comisario europeo de la Competencia, Mario Monti, se convirti¨® en un personaje poco popular en Estados Unidos. La tensi¨®n que origin¨® el veto de Bruselas a esta operaci¨®n puso en riesgo las relaciones de las dos administraciones.

Para evitar repetir esta historia, la UE y EE UU est¨¢n a punto de cerrar la herida con un acuerdo que les permitir¨¢ 'reforzar' la cooperaci¨®n y 'sincronizar' los trabajos de examen de los reguladores frente a las grandes fusiones transnacionales, que afectan a los dos mercados. El objetivo es simple: 'Se trata de reducir al m¨ªnimo las divergencias en los an¨¢lisis de las operaciones y en las decisiones', indicaron fuentes comunitarias. 'Es necesario que las dos regiones m¨¢s poderosas del planeta se coordinen m¨¢s', a?aden.

El elemento m¨¢s novedoso de ese nuevo acuerdo es que permitir¨¢ que las notificaciones de los proyectos de fusi¨®n se realicen simult¨¢neamente ante las dos autoridades reguladoras. Se trata de evitar, como sucedi¨® en el caso GE-Honeywell, que las empresas presenten los detalles de la operaci¨®n con varios meses de diferencia. Los servicios de Mario Monti conocieron los entresijos de la alianza cuando el Departamento de Justicia llevaba cinco meses examinando la fusi¨®n y estaba casi a punto de darle luz verde.

El acuerdo de cooperaci¨®n actual impide el intercambio de informaci¨®n 'sensible' entre las dos administraciones a no ser que las compa?¨ªas afectadas den su consentimiento previo. En cualquier caso, la notificaci¨®n simult¨¢nea ser¨¢ voluntaria, aunque conveniente si realmente se pretende una colaboraci¨®n a ambos lados del Atl¨¢ntico.

El segundo elemento novedoso de este acuerdo es que el examen se llevar¨¢ en paralelo, hasta tal punto de que se podr¨¢n convocar reuniones 'tripartitas' entre los servicios de la Comisi¨®n Europea, el regulador estadounidense y los abogados de las empresas afectadas para poder analizar en com¨²n los detalles de la operaci¨®n y negociar posibles variables o condiciones antes de aprobar la fusi¨®n.

Y como los plazos legales a los que debe atenerse Bruselas a la hora de examinar las fusiones son muy apretados -entre uno y cinco meses-, el proyecto prev¨¦ que las empresas afectadas aporten cuanto antes toda la informaci¨®n para agilizar los tr¨¢mites. Bruselas tambi¨¦n pide a los estadounidenses que haga un esfuerzo adicional, ya que el tiempo del que dispone para pronunciarse formalmente sobre una fusi¨®n es indefinido. 'De lo que se trata es de convencer a las empresas de que es mejor ponerse en contacto m¨¢s sistem¨¢ticamente con los reguladores europeo y estadounidense', indicaron.