Aterriza como puedas, pues
El viernes, el discurso del lehendakari me puso de muy mal humor. Me desazon¨® escucharle, anunci¨¢ndonos lo que se propone hacer en el pr¨®ximo a?o para desembarazarse definitivamente del pacto pol¨ªtico para la convivencia expresado en el Estatuto de Gernika. Y me llen¨® de indignaci¨®n cuando, con formas atrabiliarias, nos exigi¨® que acept¨¢ramos 'con toda naturalidad' convertirnos en los portorrique?os de Espa?a.
Es verdad que lo ten¨ªa dif¨ªcil para convencernos por las buenas. Quiz¨¢ por ello emple¨® una frase que cantaba a mentira de tanto rebuscamiento: 'Planteamos al Estado espa?ol (...) una nueva etapa de relaci¨®n (...) sobre la base de un nuevo status de libre asociaci¨®n'. Pero lo m¨¢s irritante fue su argumentaci¨®n: que vivimos en la crispaci¨®n social provocada por quienes no quieren admitir que los electores del 13 de Mayo le dimos puerta al Estado de las Autonom¨ªas y le apoderamos a ¨¦l para que nos conduzca a la condici¨®n de Estado libre asociado.
Los vascos y las vascas apreciar¨¢n alguna otra sutil diferencia en el futuro
El lehendakari proclama en el Parlamento la voluntad de independencia nacional, ahora rebautizada como 'libre asociaci¨®n-libre disociaci¨®n', que tantos miembros de su partido repet¨ªan acodados a la barra del bar del batzoki. Podr¨ªamos admitir que no hay novedad alguna y que se ha superado la tradicional ambig¨¹edad de los mensajes nacionalistas.
Lo que deteriora definitivamente el discurso es el ejercicio de cinismo que supone el endosar esa propuesta de aventura portorrique?a a la 'voluntad democr¨¢tica de la sociedad vasca'. Porque esta vez no ha sido el presidente de su partido quien ha hablado, sino el presidente de mi comunidad aut¨®noma. El representante de toda la ciudadan¨ªa vasca -de quienes le votaron y de quienes no le votamos- se comprometi¨® con el electorado a desempe?ar unas funciones muy concretas, delimitadas por las leyes, la Constituci¨®n y el Estatuto. Si esas leyes se esfumasen, mi voto y todos los votos, perder¨ªan su significado. Y ¨¦l volver¨ªa a ser un tal Juanjo, ciudadano respetable como otros, pero sin legitimidad para hablar en nombre de los vascos, y no digamos ya para proponer nada al Estado en su representaci¨®n.
Es como si el presidente de la comunidad de vecinos, en vez de hacer que reparen la calefacci¨®n porque se acerca el invierno, pusiese toda la casa en venta. 'Oiga usted, ?qui¨¦n se ha cre¨ªdo? Nosotros no le pusimos para eso'. Uno de mis alumnos m¨¢s j¨®venes dir¨ªa: 'A este presidente le ha entrado el alf¨¦izar'...
Yo no s¨¦ si le ha entrado, o es que se ha subido a un alf¨¦izar de Ajuria-Enea y desde ah¨ª amenaza con tirarse. Que estos t¨ªmidos, cuando se suben a una silla, pueden ser un peligro para los viandantes. Ahora, desde all¨ª arriba est¨¢ gritando: 'Que me tiro; acercaos, vascos y vascas, que me tiro'.
Por Dios, qu¨¦ surrealista es esto. Primero quisieron hacernos como Irlanda. Luego, como Lituania, como Serbia. Ahora el ¨²ltimo modelito nos llega de Puerto Rico, Estado libre asociado... a Espa?a.
Oh no; otra vez se nos habr¨¢ colado Espa?a. Y es que la malvada Espa?a, es decir Madrid, no dejar¨¢ tampoco entonces que el nuevo Estado libre hurgue en su territorio de Navarra con la misi¨®n de liberar a los navarros. Y tampoco Par¨ªs habr¨¢ de consentir que agentes portorrique?os operen en el Sud-ouest. De nuevo la intransigencia, el inmovilismo. Y el conflicto. Volver¨¢n de nuevo los obispos a pedirnos, desde la humildad, di¨¢logo y oraciones por la paz. De nuevo ETA se ver¨¢ moralmente obligada a matarnos para educar al PNV, o como mera expresi¨®n del conflicto, ahora ya internacional.
Tanto viaje, para terminar donde empezamos. Las banderas seguir¨¢n siendo las mismas que ahora; es decir, ikurri?as rodeadas de ikurri?as. Aunque habr¨¢ tambi¨¦n algunas peque?as diferencias.
En el Estado Libre Asociado de Euskalherria, a quienes sigamos sin ser buenos vascos (y neg¨¢ndonos a marcharnos) se nos podr¨¢ aplicar la Ley Vasca. Podremos ser justamente condenados por tribunales procedentes del sindicato de abogados euskaldunes, devenidos magistrados, mientras los actuales jueces de carrera habr¨¢n pasado a mejor vida.
Los vascos y vascas apreciar¨¢n alguna otra sutil diferencia en el futuro. Ver¨¢n menos al lehendakari en persona, porque estar¨¢ siempre ocupado sobrevolando continentes y diciendo por su tel¨¦fono gal¨¢ctico: 'Aqu¨ª el Aire Indarra Bat para el Air Force One. George, George: al habla Juanjo; ?me copias? Yo te copio a ti alto y claro'.
A sus s¨²bditos, siempre les quedar¨¢ EITB.
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