Los dos grupos kurdos iraqu¨ªes unen fuerzas frente a Bagdad

Los jefes de las dos principales facciones kurdas, que controlan el norte de Irak, firmaron ayer en la localidad iraqu¨ª de Dokan una serie de acuerdos destinados a normalizar sus relaciones y cuyo resultado m¨¢s inmediato ser¨¢ la reuni¨®n ma?ana de un Parlamento unificado en Arbil.

Firmaron los textos los jefes del Partido Democr¨¢tico del Kurdist¨¢n (PDK), Masud Barzani, y de la Uni¨®n Patri¨®tica del Kurdist¨¢n (UPK), Jalal Talabani, durante una entrevista en Dokan, a 65 kil¨®metros al norte de Suleimaniya, el basti¨®n del UPK. Se trata de la primera visita de Barzani a esta regi¨®n desde hace varios a?os. Ambos l¨ªderes se reunieron el pasado 8 de septiembre en Salahed¨ªn, bajo control del PDK, para iniciar el proceso de acercamiento ante el anunciado ataque estadounidense contra el r¨¦gimen de Bagdad. Entonces acordaron un borrador de Constituci¨®n para Irak que les gustar¨ªa ver surgir tras el derrocamiento de Sadam Husein.

Tras la guerra del Golfo, los kurdos lograron una regi¨®n semiindependiente en el norte de Irak al amparo de la zona de exclusi¨®n a¨¦rea establecida por Estados Unidos. Los dos grupos organizaron en 1992 elecciones legislativas y formaron un Gobierno sin reconocimiento internacional. El PDK obtuvo entonces 51 de los 105 esca?os, frente a los 49 del UPK. Otros cinco fueron a parar a la minor¨ªa kurda cristiana. Dos a?os despu¨¦s, los enfrentamientos entre ambos supusieron una ruptura que dej¨® el enclave dividido en dos.

Unificar la oposici¨®n

El proceso de acercamiento de los kurdos es el resultado de los esfuerzos diplom¨¢ticos de Estados Unidos, que desea coordinar a todas las fuerzas opositoras iraqu¨ªes en su campa?a para derribar a Husein. Sin embargo, tanto dirigentes de la oposici¨®n como expertos en Irak acusan a Washington de inconsistencias en su enfoque, seg¨²n denunciaba ayer el diario The New York Times. La Administraci¨®n norteamericana a¨²n no tiene claro qui¨¦n debe encabezar a los disidentes y qui¨¦n gobernar¨¢ el pa¨ªs m¨¢s efectivamente si se derroca a Husein.

Entre los ejemplos citados por el peri¨®dico estadounidense destaca que la reuni¨®n de los seis principales grupos opositores el pasado agosto para establecer un frente unido se ha visto minada por los enfrentamientos entre el Pent¨¢gono, por un lado, y el Departamento de Estado y la CIA, por otro, sobre el papel que le corresponde al Congreso Nacional Iraqu¨ª, el grupo que ha venido sirviendo de paraguas a la oposici¨®n iraqu¨ª. En consecuencia, Washington tiene dificultades para demostrar que existe una alternativa democr¨¢tica y popular a la dictadura de Husein.