Una maniobra pol¨ªtica frustrada
El 16 de septiembre pasado las autoridades de R¨ªo de Janeiro ya sab¨ªan que de la c¨¢rcel de m¨¢xima seguridad de la ciudad hab¨ªa partido la orden de los narcotraficantes de paralizar R¨ªo, atemorizando a su poblaci¨®n. Pero la noticia no salt¨® a la opini¨®n p¨²blica hasta la noche del martes, cuando ya todos los grandes diarios ten¨ªan escritos sus editoriales exigiendo a las autoridades que investigaran de d¨®nde hab¨ªa partido la madrugada del lunes la orden de paralizar la ciudad.
El peri¨®dico O Globo resum¨ªa ayer as¨ª el cierre de R¨ªo: dos mil autocares parados en los garajes, 800.000 personas sin transporte p¨²blico, 250 escuelas cerradas, 50 barrios sin comercios y un perjuicio de m¨¢s de 100 millones de euros.
Sin duda, una de las hip¨®tesis barajadas era que la orden pod¨ªa haber salido de las c¨¢rceles, y concretamente del Comando Rojo, pero fue enseguida una hip¨®tesis descartada por la polic¨ªa. Por ello, incluso los editoriales de ayer insist¨ªan en la posibilidad de una instrumentaci¨®n pol¨ªtica con motivo de las elecciones del domingo pr¨®ximo. El diario Jornal do Brasil escrib¨ªa, antes de conocer la verdad de los hechos: 'Mientras existan manchas de sombras
, la sociedad no podr¨¢ conciliar el sue?o y el Gobierno sentir¨¢ el peso de su conciencia'.
Pero el gran golpe de escena es que el mismo director de Seguridad del Estado de R¨ªo, Roberto Aguiar -que hab¨ªa lanzado sospechas sobre la posibilidad de la hip¨®tesis pol¨ªtica-, ten¨ªa en su poder desde hace 15 d¨ªas una grabaci¨®n realizada por el juez en la c¨¢rcel de m¨¢xima seguridad Bang¨² I, donde est¨¢n los presos del narcotr¨¢fico, en la que se anunciaba claramente lo ocurrido el lunes.
'Vamos a paralizar la Zona Sur de la ciudad, tiene que parar todo, todo el comercio, todo, para demostrarles que somos inteligentes, ya que encerraron a nuestros amigos en los calabozos'.
Las palabras son del traficante Marquinhos Niter¨®i, que habla desde el penal de Bang¨² I (al oeste de R¨ªo) con un c¨®mplice an¨®nimo. Y eso a pesar de que, tras la matanza all¨ª en d¨ªas pasados, ordenada por el famoso bandido Fernandinho Bera Mar, la polic¨ªa insisti¨® en que en la c¨¢rcel no hab¨ªa quedado ni un solo tel¨¦fono y que los narcotraficantes estaban en total aislamiento.
?Por qu¨¦ el director de seguridad y el Gobierno de la gobernadora del Estado de R¨ªo, Benedita da Silva, y el alcalde Cesar Maia, negaron a la poblaci¨®n tal informaci¨®n sin alertarla? 'Porque no se hablaba en la grabaci¨®n ni del d¨ªa ni de la hora y no quer¨ªamos atemorizar a la gente', dijo ayer Aguiar, quien a?adi¨®: 'Est¨¢bamos examinando si la grabaci¨®n era verdadera o falsa o manipulada'.
Pero la pregunta m¨¢s grave es por qu¨¦ las autoridades el mismo lunes, antes de dejar que se especulase con la hip¨®tesis pol¨ªtica, no hicieron p¨²blica la grabaci¨®n. Lo hicieron s¨®lo cuando el Comando Rojo, la tarde del martes, empez¨® a repartir pasquines por la ciudad con un comunicado en el que se atribu¨ªan el m¨¦rito de haber parado la ciudad.
Si la hip¨®tesis pol¨ªtica pod¨ªa haber tenido repercusiones en las elecciones del domingo, ahora el golpe de escena podr¨¢ tenerlas doblemente. Las autoridades tendr¨¢n que explicar por qu¨¦ no zanjaron, con la verdad en la mano, los r¨ªos de tinta de especulaciones de orden pol¨ªtico.
Y, como aparec¨ªa en los primeros comentarios de ayer, de poco vale decir ahora que tambi¨¦n es posible que los presos fueran manipulados por alguien fuera de la c¨¢rcel para crear el caos. Lo que no pod¨ªan las autoridades del Estado y de la ciudad era ocultar los documentos que ten¨ªan en sus manos desde el primer momento.
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