El Opus sube definitivamente a los altares
Basta leer Camino, enriquecido hace unos meses con una edici¨®n cr¨ªtica del te¨®logo de la Obra Pedro Rodr¨ªguez, para hallar la materia prima en sus 999 m¨¢ximas de la que se nutre la controversia que rodea al Opus Dei.
Dice la m¨¢xima 347 (incompleta) de Camino, la biblia del Opus Dei: 'Para que ?l reine en el mundo hace falta que haya quienes, con la vista en el cielo, se dediquen prestigiosamente a todas las actividades humanas y, desde ellas, ejerciten calladamente -y eficazmente- un apostolado de car¨¢cter profesional'.
Dice la 387: 'El plano de santidad que nos pide el Se?or est¨¢ determinado por estos tres puntos: la santa intransigencia, la santa coacci¨®n y la santa desverg¨¹enza'. Dice la 793: 'Proselitismo. Es la se?al cierta del celo verdadero'.
Rafael Ramonet, portavoz del Opus Dei: 'La canonizaci¨®n corrobora por s¨ª misma que el camino de santidad para todos que promovi¨® era el correcto'
No hay constancia, aunque s¨ª rumores, de comunistas o socialistas miembros de la Obra. Lo es un ex alcalde socialista de una ciudad pr¨®xima a Madrid
El PP es el principal vivero del Opus. Compite en los ¨²ltimos a?os con otro grupo de la derecha religiosa: los legionarios de Cristo, fundado en M¨¦xico en 1941
Un ex miembro de la Obra: 'Con la canonizaci¨®n se hace santa a una secta, tras un proceso irregular que compromete la credibilidad de la Iglesia'
El librito va en la maleta de la inmensa mayor¨ªa de las decenas de miles de fieles y centenares de miles de simpatizantes que han viajado a Roma para asistir hoy a la canonizaci¨®n del autor de este peculiar ¨¦xito de ventas (m¨¢s de cuatro millones de ejemplares) que all¨¢ por 1928 fund¨® una organizaci¨®n religiosa basada en buscar la santidad en la vida cotidiana y que se ha extendido desde Espa?a (33.000 fieles) hasta m¨¢s de 80 pa¨ªses (con otros 52.000) de todos los continentes, sobre todo Asia y Am¨¦rica Latina. De ellos, unos 1.800 son curas, integrados en la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz. El Opus, adem¨¢s de varios prelados simpatizantes, tiene ya en Espa?a un arzobispo: el de Burgos, Francisco Gil Hell¨ªn.
Limpia estirpe
Josemar¨ªa Escriv¨¢ de Balaguer -nacido para el mundo en Barbastro (Huesca), el 9 de enero de 1902, como Jos¨¦ Mar¨ªa Escriba Alb¨¢s- en el seno de una familia de 'antigua y limpia estirpe por ambas ramas del ¨¢rbol geneal¨®gico', seg¨²n su hagi¨®grafo Florentino P¨¦rez Embid, 'lo cual nos hace pensar en algo distinto sobre el origen social del hijo de unos comerciantes de pueblo', si se atiende a su bi¨®grafo no autorizado Jes¨²s Ynfante en el santo fundador del Opus Dei. Este autor apunta que el ni?o Jos¨¦ Mar¨ªa padeci¨® unos ataques de alferec¨ªa, 'con probados antecedentes familiares', lo que modernamente se entiende por epilepsia, que es una de las enfermedades cr¨®nicas menos invalidantes. Suele producir irritabilidad y una psiquis fuerte, dice Ynfante. A partir de entonces fue un ni?o sobreprotegido, que quedaba muy impresionado por determinados acontecimientos a los que daba una interpretaci¨®n sobrenatural.
Por ejemplo, c¨®mo descubri¨® que ten¨ªa vocaci¨®n sacerdotal. Hacia enero de 1918, a?o en el que el invierno fue muy crudo, Jos¨¦ Mar¨ªa iba caminando por una calle nevada de Logro?o cuando observ¨® en el suelo las huellas de unos pies claramente marcados que pertenec¨ªan a un carmelita descalzo. Le produjo tal impresi¨®n que se pregunt¨®, seg¨²n su hagi¨®grafo John Coverdale: 'Si otros hacen tantos sacrificios por amor de Dios, ?yo no voy a ser capaz de ofrecerle nada?'. Y as¨ª ingres¨® en el seminario local.
En circunstancias parecidas se produjo la fundaci¨®n del Opus el 2 de octubre de 1928, mientras participaba en unos ejercicios espirituales, ya ordenado sacerdote. Tras oficiar la misa, se recogi¨® en su habitaci¨®n para releer unos textos que hab¨ªa escrito. Entonces 'vio el Opus Dei: recibi¨® una inspiraci¨®n de Dios que le ilustraba con claridad sobre lo que deb¨ªa ser el Opus Dei, su naturaleza, su esp¨ªritu y su apostolado' (Fuentes para la historia del Opus Dei. Ariel).
Esa visi¨®n, se?ala John Coverdale, 'no inclu¨ªa expl¨ªcitamente a las mujeres', y Escriv¨¢ estuvo convencido durante m¨¢s de un a?o de que su fundaci¨®n era s¨®lo para hombres. Hubo que esperar al 14 de febrero de 1930 para que el hoy santo tuviera otra experiencia similar al ver que necesitaba a las mujeres. Una exposici¨®n completa de este problema se encuentra en el libro reci¨¦n publicado Ser mujer en el Opus Dei, de la ex miembro Isabel de Armas (editorial Foca). No obstante, en Camino no existen m¨¢ximas expl¨ªcitas para ellas ni figuran en el ¨ªndice anal¨ªtico final. La directriz 888 indica: 'Que vuestra oraci¨®n sea viril. Ser ni?o no es ser afeminado'.
No cabe duda de que, fueran las que fueran las causas de su personalidad, Escriv¨¢ fascinaba a sus seguidores e hizo posible la consolidaci¨®n del Opus y, en ¨²ltimo t¨¦rmino, el que se convierta hoy en el primer san Josemar¨ªa de la Iglesia cat¨®lica.
Ante su d¨ªa de m¨¢xima gloria, el portavoz del Opus, Rafael Ramonet, define el clima interno como de 'serena alegr¨ªa' porque la canonizaci¨®n del fundador 'corrobora' por s¨ª misma que el camino de santidad para todos que ¨¦l promovi¨® era el correcto. Pero antes que de la apertura de una nueva y floreciente etapa, prefiere hablar del 'fuerte impulso' para la Iglesia que supone este 'ejemplo que tira'.
Al otro lado de la barricada, la canonizaci¨®n de Escriv¨¢ se ve casi como 'una burla siniestra'. Carlos N. (nombre ficticio) justifica su petici¨®n de anonimato en el temor a las represalias o el acoso que, seg¨²n ¨¦l, acompa?an a quienes dejan la Obra por la puerta falsa. Como ¨¦l, que fue agregado (c¨¦libe que vive con su familia) hasta 1999, cuando decidi¨® escapar, 'harto de la hipocres¨ªa, la falta de bondad y el control estricto de la mente y de cada detalle de la vida cotidiana'.
Falta de testigos
'Con la canonizaci¨®n', asegura Carlos, 'se hace santa a una secta' tras un proceso irregular que compromete la credibilidad de la Iglesia y en el que se ha impedido la comparecencia de testigos clave. 'El Opus', a?ade, 'ocup¨® El Vaticano y, tras lograr una prelatura personal, dedic¨® todos sus esfuerzos a la beatificaci¨®n y ahora canonizaci¨®n de Escriv¨¢, que santifica a la propia Obra y har¨¢ muy dif¨ªcil para el pr¨®ximo Papa dar marcha atr¨¢s y dejar al Opus en el lugar que le corresponde'. Este proceso, concluye, 'ha supuesto asimismo la santificaci¨®n de los m¨¦todos comunistas, que tan bien conoce el papa polaco, basados en la utilizaci¨®n de las masas y el control del pensamiento y la conducta'. ?Tendr¨¢ algo que ver con todo esto el punto 520 de Camino?: 'Cat¨®lico, apost¨®lico, ?romano! Me gusta que seas muy romano' (incompleto). Tan romanos que Javier Echevarr¨ªa, el prelado del Opus Dei (sucesor de Escriv¨¢ y de ?lvaro del Portillo), tiene all¨ª su sede, cerca del Papa, al que tanto debe la Obra.
Para su portavoz, estas acusaciones son tan falsas como las que presentan la Obra de Escriv¨¢ como una sociedad secreta interesada ante todo en acumular poder temporal, pol¨ªtico y econ¨®mico. Antes al contrario, se?ala Ramonet, lo que se pretende es 'promover la santidad de la gente corriente, buscar a Dios en lo que se hace cada d¨ªa, en el trabajo ordinario, y difundir esa idea de santidad en medio del mundo, sin distinci¨®n de clases sociales, sin discriminaci¨®n'. Que haya tantos fieles en altos puestos de responsabilidad no responde a una estrategia de la Obra como tal, ya que, insiste Ramonet, 'cada uno de ellos act¨²a con total libertad en su vida profesional, se trata de algo casual, no causal'.
Tal vez la clave est¨¦ una vez m¨¢s en Camino. Punto 16: '?Adocenarte? ??T¨²... del mont¨®n!? ?Si has nacido para caudillo!'. Una valoraci¨®n que entra en conflicto con las numerosas m¨¢ximas que exigen disciplina y obediencia, y que pueden resumirse en la 998: '?Bendita perseverancia la del borrico de noria! Siempre al mismo paso. Siempre las mismas vueltas. Un d¨ªa y otro todos iguales. (...)'. Ser caudillo no se compadece con la misi¨®n del borrico de noria.
Presencia gubernamental
No obstante, la primera apreciaci¨®n, es decir, la presencia de fieles y simpatizantes del Opus en el primer y segundo escal¨®n del Gobierno, en la judicatura, la Universidad o las Fuerzas Armadas, es notable, y evidentemente muy superior al de la etapa socialista, pero el peso colectivo de esa militancia individual no es perceptible, como tampoco que exista un grupo de presi¨®n organizado. Nada comparable a cuando los pol¨ªticos del Opus (en la ¨¦poca desarrollista de los L¨®pez (L¨®pez Rod¨®, L¨®pez Bravo, L¨®pez de Letona all¨¢ por los sesenta) llegaron a constituir la m¨¢s influyente de las familias franquistas que se disputaban el favor del dictador. Llegaron a superar al sector falangista, aunque ¨¦ste ten¨ªa gran influencia, gracias a la prensa estatal que controlaba. El fundador escribe al ministro Jos¨¦ Sol¨ªs: 'Hasta aqu¨ª me llega el rumor de la campa?a que contra el Opus Dei hace tan injustamente la prensa de la Falange, dependiente de V. E. Una vez m¨¢s repito que los socios de la Obra -cada uno de ellos- son personalmente lib¨¦rrimos, como si no pertenecieran al Opus Dei, en todas las cosas temporales y en las teol¨®gicas que no son de fe...'.
Algunos nombres de fieles que ocupan o han ocupado puestos clave: el ministro de Defensa, Federico Trillo; su secretario de Estado, Fernando D¨ªez Moreno; los ex ministros Isabel Tocino y Jos¨¦ Manuel Romay; el fiscal general del Estado, Jes¨²s Cardenal; el ex director general de la Polic¨ªa, Juan Cotino; el presidente de la Asamblea de Madrid, Jes¨²s Pedroche; el vocal del Consejo General del Poder Judicial, Jos¨¦ Luis Requero; el teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Jes¨²s Santos; el presidente del Banco Popular, Luis Valls Taberner; el rector de la Universidad de A Coru?a, Jos¨¦ Luis Meil¨¢n, y el portavoz del Papa, Joaqu¨ªn Navarro Valls.
Cuando alguno de ellos habla del Opus niega que ejerza funci¨®n pol¨ªtica alguna y lo define, m¨¢s o menos, como Trillo (supernumerario, que puede casarse y tener hijos): 'Una forma de espiritualidad cristiana y laica, adecuada al mundo de nuestros d¨ªas al redescubrir el valor cristiano de la vida ordinaria, en el trabajo profesional, en las relaciones familiares y sociales'. Muy raramente se definen, como hizo el magistrado Requero (tambi¨¦n supernumerario), sobre las contradicciones que puede haber entre el ideario del Opus y el ejercicio de sus funciones. 'Como juez', declar¨® el pasado enero a EL PA?S, 'soy el Estado y no puedo suplantarle con mis convicciones personales (...). Yo he tenido que divorciar a personas a pesar de que estoy en contra del divorcio, pero no puedo hacer objeci¨®n de conciencia. Tampoco lo har¨ªa en un caso de aborto. Me limitar¨ªa a aplicar la ley'.
Pero la influencia del Opus, sea ¨¦sta la que sea, no procede s¨®lo de sus miembros, sino de sus simpatizantes, entre los que se suele situar al matrimonio Aznar (muy especialmente a Ana Botella); al ministro de Justicia, Jos¨¦ Mar¨ªa Michavila (que estuvo en la Obra); al director del gabinete de la Presidencia del Gobierno, Carlos Aragon¨¦s, e incluso a varios miembros de la c¨²pula militar, incluido el jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante Antonio Moreno Barber¨¢.
El PP es el principal vivero del Opus. Y por esas latitudes pol¨ªticas compite en los ¨²ltimos a?os con otro grupo de la derecha religiosa, los Legionarios de Cristo, fundado en 1941 en M¨¦xico, pero cada vez m¨¢s extendido en Espa?a, con miembros muy influyentes de la oligarqu¨ªa econ¨®mica (a veces se les llama los millonarios de Cristo) e incluso con el control de una universidad, la de Francisco de Vitoria (Madrid), que rivaliza con la opusde¨ªsta Universidad de Navarra. Michavila y Ana Botella, sin pertenecer ni a la Obra ni a los legionarios, est¨¢n cercanos a ambos, tal vez m¨¢s de los segundos que de la primera. Ramonet sostiene que las relaciones entre los dos grupos son 'de cari?o y respeto, sin ninguna rivalidad'. Y concluye: 'Que cada caminante siga su camino'. Sin embargo, Enrique P., otro rebotado de la Obra, en la que pas¨® 30 a?os de su vida como agregado, recuerda que en 1997 o 1998 les leyeron una nota de condena a los legionarios en la que se ped¨ªa que ni siquiera se les volviese a mencionar. 'Luego se rompi¨® el papel', afirma. 'Las pruebas siempre se rompen en el Opus'.
En cualquier caso, el imperio del Opus Dei sigue sin rival, con el control directo o indirecto de centenares de centros educativos, medios de comunicaci¨®n, editoriales e incluso productoras de cine y televisi¨®n. Y con unos 85.000 fieles, que podr¨ªan ser m¨¢s si no se rechazase aproximadamente a la tercera parte de aquellos a quienes se capta inicialmente. El n¨²mero no es lo que importa, algo que confirma Ramonet: 'En realidad, es Dios quien elige. El Opus Dei se limita a comprobar que la llamada existe y es genuina'.
Socialistas tambi¨¦n
No hay constancia (aunque s¨ª algunos rumores) de comunistas o socialistas miembros de la Obra. Quiz¨¢ un ex alcalde socialista de una ciudad pr¨®xima a Madrid. S¨®lo es sabido, y ¨¦l no lo oculta, que los hijos del alcalde de A Coru?a, Francisco V¨¢zquez, estudiaron en centros de la Obra. Su hijo pas¨® por la Universidad de Navarra y hoy trabaja en su cl¨ªnica universitaria como m¨¦dico. 'Yo no soy del Opus, pero soy creyente, cat¨®lico y practicante', afirma. 'Y he querido que mis hijos tuvieran una educaci¨®n que cubriese tambi¨¦n los valores ¨¦ticos y universales propios de la fe cat¨®lica. El Opus Dei, en mi opini¨®n y la de mi mujer, re¨²ne la condiciones para ofrecerla'. Imposible hallar un comentario m¨¢s favorable en todo el espectro de la izquierda. El portavoz de la Obra se limita a se?alar: 'Donde pueda estar un cat¨®lico, puede estar un miembro del Opus Dei'.
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