El Depor paga caro su absentismo
El Racing se pasea por Riazor ante la inoperancia del conjunto de Irureta
Nadie contestaba ayer al tel¨¦fono en Riazor. El Deportivo cogi¨® la familia, puso el contestador autom¨¢tico y se march¨® a alg¨²n balneario a disfrutar de los calores de la tarde. El Racing entr¨® de puntillas hasta que vio la casa vac¨ªa y decidi¨® organizar una fiesta. Cuando el Depor quiso regresar de su tarde de ocio, el Racing ya hab¨ªa montado un campamento imposible de levantar. Y debe agradecer el cuadro de Javier Irureta la delicadeza de su visitante porque el destrozo final pudo ser memorable.
A¨²n no se hab¨ªa cumplido el primer cuarto de hora y en la grada de Riazor ya se escuchaba alg¨²n grito: '?Irureta, espab¨ªlalos!'. Cerca de la media hora, se adelant¨® el Racing y el Depor segu¨ªa abanic¨¢ndose. Poco despu¨¦s, Irureta ya ten¨ªa a casi todo el banquillo calent¨¢ndose mientras los murmullos del p¨²blico hab¨ªan derivado en bronca abierta. Y el Depor, sin espabilarse. La depresi¨®n postchampions y la calidez de este verano oto?al lo entregaron a la vagancia m¨¢s absoluta.
DEPORTIVO 0| RACING 2
Deportivo: Molina; Scaloni, C¨¦sar, Donato, Capdevila; V¨ªctor (Manuel Pablo, m. 88), Sergio (Duscher, m. 46), Mauro Silva, Fran; Trist¨¢n (Luque, m. 64) y Makaay. Racing: Ceballos; Pineda, Mora, Juanma, Sietes; Ismael, Nafti; Pablo Lago (Pablo Sierra, m. 39), Javi Guerrero (Bodipo, m. 75), Regueiro; y Munitis (Benayoun, m. 88). Goles: 0-1. M. 27. Pelotazo largo de Sietes aprovechando que la defensa del Depor se hab¨ªa adelantado. Javi Guerrero se anticipa a todos y se queda solo ante Molina, al que bate por bajo. 0-2. M. 71. Falta bombeada que cabecea Juanma al palo y el rechace lo aprovecha Javi Guerrero. ?rbitro: Esquinas Torres. Amonest¨® a Pineda, Munitis, Mauro Silva y Capdevila. Unos 32.000 espectadores en Riazor.
El Racing fue mostr¨¢ndose poco a poco, como si necesitara un buen rato para convencerse de que la blandenguer¨ªa de su rival no era un espejismo. Desde el principio tuvo buenas intenciones, llev¨® la l¨ªnea de presi¨®n bastante arriba y nunca despreci¨® la pelota. Le faltaba ese punto de convicci¨®n que le acab¨® regalando el Deportivo con su flagrante absentismo. En cuanto el Racing se lo crey¨®, empezaron los problemas de verdad para el Depor, incapaz de sacar una pelota jugada desde atr¨¢s y sin m¨¢s recurso que apretarse los dientes ante la legi¨®n de bajitos habilidosos -Munitis, Pablo Lago, Javi Guerrero ...- que ten¨ªa enfrente.
La reacci¨®n de Irureta en el intermedio no fue muy popular. Reemplaz¨® a Sergio por Duscher, un futbolista m¨¢s defensivo. En un primer momento, el argentino dio cierta consistencia al medio del campo, que se hab¨ªa pasado la primera parte contemplando el tr¨¢nsito de los rivales. Y al fin hubo noticias del Depor con un remate al palo de Makaay. Pero ya era tarde para cortar las alas al Racing, que le hab¨ªa cogido el gusto al choque y se dedicaba a tocar, a entrar por las bandas, a divertirse jugando al f¨²tbol, puesto que el contrario hab¨ªa escogido otra clase de placer: el de no dar un palo al agua.
Es verdad que a esas alturas el Depor ya apuntaba una actitud m¨¢s laboriosa, pero su desorden hab¨ªa alcanzado proporciones an¨¢rquicas. A Trist¨¢n, que el otro d¨ªa, contra el Lens, interpret¨® muy bien su papel de sustituto de Valer¨®n, debieron de afectarle los elogios porque no dio una a derechas. La gente la emprendi¨® con ¨¦l y con V¨ªctor, que atraviesa una crisis alarmante, y al final con Irureta. El Racing, mientras tanto, estaba en otra onda, d¨¢ndose el gustazo y hasta rechazando con displicencia la goleada que pudo lograr.
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