La UE dar¨¢ m¨¢s poder a las regiones, pero bajo la tutela de los Estados

La posibilidad de que los gobiernos de las comunidades aut¨®nomas tengan representaci¨®n directa en Bruselas depender¨¢ de que cuenten con el visto bueno del Estado espa?ol. En el seno de la Convenci¨®n sobre el futuro de Europa son mayoritarias las posiciones que abogan por dar un mayor protagonismo a las regiones, pero reservando a los estados la responsabilidad ¨²ltima.

Con la ampliaci¨®n prevista en 2004, la UE ser¨¢ un club de 25 pa¨ªses y 250 regiones. Los Quince apuestan por dar m¨¢s poder a las regiones, pero mantienen el principio de que corresponde a cada Estado decidir su organizaci¨®n interna y la propia intervenci¨®n de esas comunidades ante la UE.

Las iniciativas que hoy recogen mayor consenso son: el Tratado o Constituci¨®n de la UE reconocer¨¢ el importante papel de las regiones en la pol¨ªtica europea; las regiones podr¨¢n actuar ante la Comisi¨®n Europea si ¨¦sta pone en marcha proyectos legales que afecten a sus competencias (el Gobierno espa?ol se opone); el Comit¨¦ de las Regiones debe ser reforzado (hoy es solo un ¨®rgano consultivo de la Uni¨®n) y tendr¨¢ la facultad de acudir al Tribunal de Justicia de la UE; la representaci¨®n de las regiones ante la UE debe ser dirimida en el seno de cada Estado; el ¨²ltimo responsable ante la Uni¨®n es el Estado, aunque sean las regiones las que apliquen, o incumplan, la legislaci¨®n comunitaria.

La semana pasada, el debate en la Convenci¨®n fue clarividente. ??igo M¨¦ndez de Vigo, responsable del grupo de Subsidiariedad (el principio seg¨²n el cual las decisiones en la UE deben ser tomadas, siempre que sea posible, por la instituci¨®n m¨¢s pr¨®xima al ciudadano), fue el protagonista del debate. Por primera vez, se plante¨® con apoyo mayoritario la posibilidad de que los parlamentos nacionales puedan intervenir ante la Comisi¨®n cuando les afecten las iniciativas legales de ¨¦sta. El alem¨¢n Erwin Teufel y el belga Elio Di Rupo reclamaron ese mismo derecho para las regiones con capacidad legislativa. En nombre del Gobierno espa?ol, Alfonso Dastis argument¨® que semejante posibilidad abre el peligro 'de trasladar al nivel europeo algunos conflictos nacionales internos'. Podr¨ªa darse la situaci¨®n de que alg¨²n Gobierno de la UE apoyara una ley comunitaria, aleg¨®, mientras una region del mismo pa¨ªs la recurr¨ªa o incluso lograba cambiarla. El argumento de Dastis fue asumido por M¨¦ndez De Vigo, pero no por el representante del Gobierno alem¨¢n, Peter Glotz, para quien todos los parlamentos, nacionales o regionales, deber¨ªan tener esa posibilidad.

El eurodiputado vasco-franc¨¦s Alain Lamassoure, miembro de la Convenci¨®n, defendi¨® la pasada primavera que algunas regiones deber¨ªan tener un estatuto especial en la UE, una tesis rechazada por la Euroc¨¢mara y por la propia Convenci¨®n y ahora tambi¨¦n por Giorgio Napolitano, presidente de la Comisi¨®n de Asuntos Constitucionales del Parlamento Europeo. Napolitano cree que no es 'ni oportuno ni viable' dividir a las regiones europeas entre las que tendr¨ªan estatuto especial y todas las dem¨¢s. Aunque, ni en competencias ni en autonom¨ªa tienen nada que ver las regiones de pa¨ªses con altas dosis de federalismo o regionalismo (Alemania, Austria, B¨¦lgica, Espa?a o Italia) y el resto.

Pero incluso en el primer grupo no son comparables los niveles de autogobierno y presencia en la UE de regiones de pa¨ªses federales (Alemania y B¨¦lgica) o regionalizados (Espa?a). Las tres regiones belgas, por ejemplo, pueden suscribir acuerdos internacionales de comercio al margen del Gobierno federal. Esa diferencia se ha plasmado al plantearse la posibilidad de que las regiones est¨¦n representadas en el Consejo de la UE, lo que permite el Tratado de la UE. En Espa?a, lo reclaman los Gobiernos vasco o catal¨¢n, mientras el Gobierno central lo rechaza. En B¨¦lgica (donde l¨ªderes regionales representan habitualmente a todo el Estado belga en el Consejo), ocurre lo contrario: es el Gobierno federal el que reclama que Bruselas d¨¦ m¨¢s cancha a las regiones. A unos y otros, Bruselas, la Convenci¨®n y la mayor¨ªa de los Quince les responde lo mismo: 'Organ¨ªcense ustedes dentro de sus territorios; a la UE le da igual qui¨¦n sea el representante de cada Estado, pero, eso s¨ª, ser¨¢ el representante de todo el Estado y ser¨¢ al Estado al que se le pidan responsabilidades a la hora de aplicar el derecho comunitario'.