Respuesta a Edward Said

Despu¨¦s de leer la tribuna de Edward Said publicada en EL PA?S el 1 de octubre de 2002, entiendo que hay motivos muy serios para rechazar su contenido. La cuesti¨®n israelo-palestina evoluciona de manera cada vez m¨¢s enloquecida. Esto no justifica, sin embargo, que la inteligentsia internacional comente de manera irresponsable y sin matices un conflicto donde est¨¢ en juego la supervivencia leg¨ªtima de dos pueblos.

Art¨ªculos como el de Said no contribuyen a aclarar este conflicto, extremadamente complejo, y hurgan, adem¨¢s, en una herida abierta con su comparaci¨®n, innecesaria y abusiva, entre el exterminio del pueblo jud¨ªo por la Alemania nazi (con el conocimiento, y en algunos casos incluso la ayuda, de las dem¨¢s potencias mundiales) y el conflicto de Oriente Pr¨®ximo.

Comparar el genocidio del pueblo jud¨ªo de los a?os cuarenta con las matanzas entre palestinos e israel¨ªes no es leg¨ªtimo y resulta irresponsable. El concepto de genocidio hace referencia a la persecuci¨®n y exterminio sistem¨¢ticos de un pueblo por razones de raza, religi¨®n, afinidades pol¨ªticas, sexo, etc. En Oriente Pr¨®ximo, las muertes -tanto de israel¨ªes como de palestinos- no son el resultado de una voluntad de exterminio de un pueblo (en ninguno de los dos bandos), sino de la irresuelta y horrible lucha entre dos pueblos por un mismo territorio.

Esta tribuna contiene, adem¨¢s, una peligros¨ªsima alusi¨®n a la falta de reacci¨®n de los jud¨ªos ante las humillaciones sin cuento previas al 'exterminio'. ?Acaso Said insin¨²a o sugiere que el pueblo jud¨ªo es responsable de lo que le ocurri¨® en el holocausto, y que -en otras palabras- 'se lo ten¨ªan merecido'?

En cualquier caso, creo que Said deber¨ªa asumir que la indignaci¨®n ante la injusticia y la violencia de Sharon hacia los palestinos en general y hacia Arafat en particular -la cual comparto- no justifica ni excusa el mensaje de su texto.

Escribo esta carta con la esperanza de que contribuya a la reflexi¨®n y a que la paz se construya sobre la verdad y la justicia. Verdad es que existe un amplio sector disidente en Israel frente a Sharon y a la derecha israel¨ª; justicia significa juzgar el conflicto en sus t¨¦rminos reales, en el contexto de una guerra que cumple casi un siglo de su inicio (no a partir de la creaci¨®n del Estado de Israel, sino mucho antes) y en la que las responsabilidades son m¨²ltiples, incluidas las de aquellos que ven los toros desde la barrera y no hacen nada para que el horror se detenga.-