Mejor PEC que PAC
Durante los ¨²ltimos meses se ha reabierto el debate sobre las restricciones que impone el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) a los pa¨ªses miembros de la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria (UEM). La aprobaci¨®n del PEC en la cumbre de Edimburgo de 1997 fue la respuesta de los pa¨ªses que iban a constituir un ¨¢rea monetaria a la necesidad de que existiera una cierta coordinaci¨®n de sus pol¨ªticas fiscales nacionales. La idea subyacente era que, con la uni¨®n monetaria, la pol¨ªtica fiscal de cada pa¨ªs pod¨ªa afectar al resto, as¨ª como al dise?o de la pol¨ªtica monetaria del BCE. Adem¨¢s, en la medida en que cada pa¨ªs manten¨ªa la soberan¨ªa en pol¨ªtica fiscal, la coordinaci¨®n se convert¨ªa en una tarea dif¨ªcil de abordar, ya que los pa¨ªses pod¨ªan tener incentivos para abandonar las pol¨ªticas acordadas comport¨¢ndose como 'viajeros sin billete' o free riders. En este sentido, el PEC es un mecanismo imperfecto de coordinaci¨®n de las pol¨ªticas fiscales, que estableci¨® un l¨ªmite a los d¨¦ficit p¨²blicos del 3% del PIB, que s¨®lo podr¨ªa sobrepasarse en casos excepcionales, y el compromiso de avanzar hacia el equilibrio presupuestario, elaborando unos programas de estabilidad de medio plazo para alcanzar el mismo.
Margen de maniobra
Una vez establecidas estas condiciones, estaba claro que los pa¨ªses europeos deb¨ªan continuar los procesos de consolidaci¨®n fiscal que les condujeran al equilibrio presupuestario estructural, dot¨¢ndose de un margen de maniobra suficiente para poder llevar a cabo pol¨ªticas fiscales contrac¨ªclicas. En este sentido, se discuti¨® profusamente si el l¨ªmite del d¨¦ficit era o no demasiado restrictivo. Ahora bien, teniendo en cuenta que los efectos de la recesi¨®n de los primeros a?os noventa sobre las cuentas p¨²blicas no hab¨ªan superado, en promedio, el 1,5% del PIB, la consecuci¨®n del equilibrio estructural garantizaba un margen suficiente para dejar actuar a los estabilizadores autom¨¢ticos.
Los pa¨ªses de la UEM redujeron sus d¨¦ficit estructurales hasta 1997, frenando despu¨¦s el proceso de consolidaci¨®n fiscal. De hecho, 2001 se cerr¨® con un d¨¦ficit pr¨®ximo al 2%, que no permite soportar los efectos del ciclo econ¨®mico sobre las cuentas p¨²blicas sin incumplir el l¨ªmite sobre el d¨¦ficit. Pero ello no implica que el PEC no sea necesario ni que est¨¦ mal dise?ado, sino que la consolidaci¨®n fiscal ha sido insuficiente durante la fase expansiva. Parad¨®jicamente, con la excepci¨®n de Portugal, al que ya se ha abierto el procedimiento por d¨¦ficit excesivo, son las econom¨ªas de mayor tama?o, Alemania, Francia e Italia, las que se acercan hacia el l¨ªmite del 3% y, por tanto, el origen de las presiones para que se revise el PEC. Pero no resulta tan sorprendente si se tiene en cuenta que Alemania e Italia, junto con Austria, son las econom¨ªas que menos crecen en la UEM. Adem¨¢s, si se consideran las expectativas de crecimiento e inflaci¨®n de los pa¨ªses europeos, Alemania es el pa¨ªs que se enfrenta a una pol¨ªtica monetaria m¨¢s restrictiva, lejos de las condiciones m¨¢s laxas de Irlanda, Portugal, Espa?a, Grecia o Pa¨ªses Bajos, lo que relativiza su expansi¨®n fiscal.
El papel de la pol¨ªtica fiscal
Por otra parte, los posicionamientos a favor de la relajaci¨®n del PEC tratan de atender al papel estabilizador de la pol¨ªtica fiscal, pero parecen olvidar que este mecanismo se dise?¨® precisamente para garantizar una mayor estabilidad macroecon¨®mica que facilitara la labor del BCE e impulsara el crecimiento a medio y largo plazo de la econom¨ªa europea. Adem¨¢s, la consolidaci¨®n fiscal debe ser compatible con el aumento de las dotaciones de infraestructuras y de capital humano y tecnol¨®gico e incluso favorecerlo, evitando los ajustes de la inversi¨®n p¨²blica, tan recurrentes en el pasado, cuando el ciclo econ¨®mico era adverso.
Por ¨²ltimo, calificar de progresistas las demandas de mayor gasto y d¨¦ficit es inadecuado. Esta calificaci¨®n debe atender a los efectos redistributivos de las pol¨ªticas. En este sentido, cabe recordar que, en el ¨¢mbito europeo, la pol¨ªtica econ¨®mica se basaba hasta hace pocos a?os en la Pol¨ªtica Agraria Com¨²n (PAC), cuyo car¨¢cter redistributivo ha sido ampliamente cuestionado y que Alemania, como principal contribuyente al presupuesto europeo, ha facilitado la redistribuci¨®n a trav¨¦s de los Fondos Estructurales y de Cohesi¨®n.
El mantenimiento de los acuerdos del PEC en la primera fase c¨ªclica adversa desde la creaci¨®n de la UEM reforzar¨¢ su credibilidad y facilitar¨¢ un futuro mejor para el ¨¢rea monetaria europea. Y en todo caso es preferible la Europa del PEC a la de la PAC.
David Taguas es subdirector del servicio de estudios del BBVA.
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