La acusaci¨®n pide una sentencia ejemplar por la violaci¨®n y asesinato de Virginia Acebes

La acusaci¨®n particular del caso Acebes, que representa a la familia de la joven de 19 a?os violada y apu?alada en noviembre de 1999 en Bilbao, pidi¨® ayer al tribunal de la Audiencia de Vizcaya que durante dos d¨ªas ha juzgado el caso que dicte una sentencia ejemplar y 'tenga la misma piedad' que el acusado, Luis Gabriel Mu?oz, tuvo con Acebes. La Fiscal¨ªa mantuvo su petici¨®n de 32 a?os de prisi¨®n por violaci¨®n y asesinato, mientras las acusaciones particular y popular piden 40, con las agravantes de alevos¨ªa y ensa?amiento. La defensa solicit¨® la libre absoluci¨®n.

El letrado de la acusaci¨®n particular, Jos¨¦ Ricardo Palacio, solicit¨® al tribunal que preside Ana Iracheta que dicte para Mu?oz, de 23 a?os, la pena m¨¢xima de prisi¨®n, ya que es dif¨ªcil imaginar un 'crimen tan brutal, secuestrando a punta de cuchillo; violada, degollada y rematada a pu?aladas, Virginia, agonizante, lo ¨²nico que ped¨ªa era que el acusado la llevara al m¨¦dico'. El abogado, quien describi¨® al acusado como un individuo 'repugnante' y un 'verdugo impasible' con las caracter¨ªsticas de un asesino en serie, resalt¨® que si el C¨®digo Penal tiene una funci¨®n social debe ser aplicada 'sin miramientos'. 'Muchas mujeres del Pa¨ªs Vasco lo van a agradecer', a?adi¨®.

Los psiquiatras que testificaron ayer en el juicio, que qued¨® visto para sentencia, explicaron de manera exhaustiva, particularmente a preguntas de la defensa, que aunque Mu?oz presenta trastornos 'paranoides y esquizoides' y una personalidad antisocial, en ning¨²n momento sus facultades cognitivas y su voluntad se han visto perturbadas. El psiquiatra que atendi¨® al acusado tras su arresto sostuvo que Mu?oz reconoci¨® impl¨ªcita y expl¨ªcitamente su participaci¨®n en los hechos, incluso despu¨¦s de rectificar su inicial declaraci¨®n de culpabilidad, y record¨® que el acusado lleg¨® a decir que 'quer¨ªa morir' y que le matasen por lo que hab¨ªa hecho.

An¨¢lisis de ADN

Todos estos informes fueron utilizados por la Fiscal¨ªa para sostener que la culpabilidad del imputado quedaba sobradamente acreditada. El Ministerio P¨²blico destac¨® que el joven sentado en el banquillo de los acusados sab¨ªa perfectamente lo que hac¨ªa y descart¨® que padeciese enfermedad mental alguna. La Fiscal¨ªa respald¨® su acusaci¨®n en que la prueba de ADN, realizada por el Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa, tambi¨¦n incrimina a Mu?oz. Este estudio se?ala que el ADN del semen encontrado en el cuerpo de Virginia Acebes es compatible con el de sospechoso. Las probabilidades de hallar a otra persona cuyo perfil gen¨¦tico sea compatible con la muestra de fluidos encontrada en la v¨ªctima se reducen al '0,0000000002 por ciento'.

Los peritos en Gen¨¦tica Forense de la Unidad de Polic¨ªa Cient¨ªfica de la Ertzaintza ratificaron tambi¨¦n que las pruebas realizadas a la mezcla de semen y restos celulares encontrados en el cuerpo de la v¨ªctima concuerdan con el ADN del presunto asesino, analizado a partir de la saliva presente en unas colillas halladas en su veh¨ªculo. Resaltaron que era 'medio bill¨®n de veces m¨¢s probable' que las muestras perteneciesen al acusado que de cualquier otra persona elegida al azar.

Los m¨¦dicos forenses de la Audiencia Provincial describieron el estado del cad¨¢ver y los da?os infligidos a la joven estudiante mediante la proyecci¨®n de una serie de fotograf¨ªas y dibujos. Su testimonio puso en duda el relato de los hechos que hizo el acusado ante la Ertzaintza y en el Juzgado de Instrucci¨®n. Mu?oz declar¨® -confesi¨®n de la que luego se ha retractado- que tras asestar seis pu?aladas en el cuello a la joven se alej¨® del lugar 10 o 15 minutos y cuando regres¨® y comprob¨® que Acebes a¨²n viv¨ªa, le asest¨® otras 48 hasta matarla. Seg¨²n los forenses, la joven mostraba una pu?alada en el cuello 'mortal de necesidad' y otra de 'mortalidad probable', adem¨¢s de cuatro menos graves y cortes superficiales de amenaza o intimidaci¨®n. A preguntas de la acusaci¨®n particular, el forense sostuvo que 'no era posible' que la joven siguiera con vida 10 o 15 minutos despu¨¦s de sufrir esas heridas.

La defensa tuvo en cuenta este argumento en sus conclusiones y rechaz¨® la confesi¨®n inculpatoria por entender que no coincide con el informe forense. Adem¨¢s, cree demostrado que Mu?oz padece un trastorno de doble personalidad.