Un diablo con cuernos

Inglaterra e Irlanda est¨¢n enfrentadas. No es por el espinoso asunto del Ulster. Ni por el euro y la libra esterlina. El motivo es Roy Keane, una de las estrellas del Manchester United y uno de los mejores futbolistas irlandeses de la historia. Los cinco partidos de suspensi¨®n y la multa de 240.000 euros que le ha impuesto la federaci¨®n inglesa por un conflicto que ocurri¨® hace 17 meses tiene lecturas distintas en Dubl¨ªn y Londres. Mientras la prensa inglesa se queja de la levedad de la sanci¨®n y opina que es un mal ejemplo, la irlandesa opina que Keane est¨¢ siendo utilizado como cabeza de turco y ha pagado dos veces por el mismo pecado.

Todo empez¨® el 27 de septiembre de 1997. Aquel d¨ªa, Keane abandon¨® el terreno con una lesi¨®n de ligamentos cruzados tras un encontronazo con el noruego Alf-Inge Haaland en un apasionado derby local con el Manchester City. El camino de ambos jugadores volvi¨® a cruzarse casi cuatro a?os despu¨¦s, el 21 de abril de 2001, cuando Keane se tom¨® cumplida venganza con una brutal entrada que le cost¨® la expulsi¨®n y cuatro partidos de suspensi¨®n. Ahora se ha sabido que cuando Keane levant¨® su pie derecho a la altura de la rodilla derecha de Haaland sab¨ªa lo que buscaba: vengarse. Ha sido el propio Keane quien ha tenido la imprudente audacia de confesarlo en su autobiograf¨ªa, aparecida este verano.

Irlanda cree que el jugador del Manchester United ha sido utilizado como cabeza de turco

La Asociaci¨®n de F¨²tbol de Inglaterra (FA) le impuso el martes una multa de 150.000 libras esterlinas (240.000 euros), equivalentes a diez d¨ªas de su salario, y una sanci¨®n de cinco partidos que deber¨¢ empezar el 5 de noviembre, cuando est¨¦ restablecido de su operaci¨®n de principios de temporada. El United se quedar¨¢ sin ¨¦l ante rivales tan dif¨ªciles como el City, el Liverpool y el Newcastle. Pero le recuperar¨¢ frente al Arsenal.

Keane nunca ha sido un ¨¢ngel. Expulsado diez veces, en 1991 tuvo su primer enfrentamiento con el entrenador de Irlanda, en aquella ¨¦poca Jacky Charlton, y este verano ha tenido el ¨²ltimo: perdi¨® su pulso personal con Mick McCarthy, en Corea, d¨ªas antes de empezar la Copa del Mundo, y tuvo que volverse a casa.

La prensa irlandesa cree que su mejor jugador est¨¢ siendo utilizado para dar ejemplo y califica de hip¨®crita la sanci¨®n. 'La v¨ªctima de La M¨¢quina', titula Tom Humphries un apasionado art¨ªculo en defensa de Keane en el prestigioso Irish Times: 'Keane, cuyo ¨²ltimo pecado hab¨ªa sido la ausencia de hipocres¨ªa al no derramar l¨¢grimas de cocodrilo ha sido presentado como un diablo con cuernos'. 'Ha desafiado a La M¨¢quina y La M¨¢quina ha ganado', sentencia.

'Es el primer jugador sancionado dos veces por la misma falta', denuncia Oliver Holt en el Irish Daily Mirror. Holt ve 'absurdo' el segundo argumento empleado: que Keane se ha beneficiado econ¨®micamente de su venganza porque le ha ayudado a aumentar las ventas de su libro de memorias.

En Londres, sin embargo, la prensa opina que la sanci¨®n es justa e incluso corta. James Lawton, en The Independent, denuncia a la federaci¨®n por desaprovechar la ocasi¨®n para imponer un nuevo r¨¦gimen de disciplina y califica la multa de 'calderilla'. En The Times, Matt Dickinson defiende que Keane ha recibido un castigo apropiado porque se perder¨¢ encuentros importantes: 'El capit¨¢n del Manchester no puede quejarse si tiene en cuenta la violencia de su crimen. Es un caso cerrado'.

Simon Barnes, en el Times de Londres y el Irish Independent, en Dubl¨ªn, se r¨ªe del argumento de los defensores de Keane de que no es ¨¦l, sino el escritor profesional que redact¨® el libro el responsable de lo que en ¨¦l se dice: 'Si Keane sostiene que el libro no le representa, podemos denunciarle por haber violado la ley de Descripciones Comerciales. Si el libro es Keane: La autobiograf¨ªa y trata del arte de Eamon Dunphy, nos han vendido una burra. Y todos los que han comprado un ejemplar tienen derecho a que les devuelvan el dinero'. 'Uno es culpable de asesinato tanto si ha matado por su mano o si le ha pagado a un asesino para que haga el trabajo. Es su libro. Y, por lo tanto, es su responsabilidad, por muy rara que le suene esa palabra a un futbolista', concluye.