Seis h¨¦roes y un mito
La independencia de la Am¨¦rica espa?ola y portuguesa ha hecho correr r¨ªos de tinta debido a una enormidad de problemas que giran a su alrededor: ?c¨®mo fue posible que el Imperio espa?ol, que se mantuvo intacto durante tres siglos, se deshiciera como un azucarillo en tan poco tiempo?, ?por qu¨¦ las colonias espa?olas se desmembraron pero Brasil mantuvo su unidad?, ?cu¨¢l fue la influencia de la independencia de las 13 colonias y de la Revoluci¨®n Francesa en estos procesos? Uno de los motivos que reforz¨® el valor de la discusi¨®n fue que en torno al fen¨®meno de la emancipaci¨®n se asent¨® la construcci¨®n de las nuevas rep¨²blicas latinoamericanas y a partir de ella los historiadores liberales del siglo XIX se dedicaron a construir las ideolog¨ªas fundacionales de sus respectivas nacionalidades. Ellos fueron los que elevaron a los h¨¦roes de la independencia, los libertadores, a los respectivos panteones nacionales tras el oportuno proceso de santificar a unos l¨ªderes pol¨ªticos y militares con ciertos toques de genialidad, que de ese modo eran convertidos en pr¨®ceres.
LOS LIBERTADORES. LA LUCHA POR LA INDEPENDENCIA DE AM?RICA LATINA (1810-1830)
Robert Harvey Traducci¨®n de Carmen Aguilar RBA. Barcelona, 2002 572 p¨¢ginas. 30 euros
Robert Harvey sigue en esta
obra la estela dejada en su momento por los Bartolom¨¦ Mitre o los Carlos Mar¨ªa Bustamante de turno. As¨ª nos presenta siete biograf¨ªas (Francisco de Miranda, Sim¨®n Bol¨ªvar, Jos¨¦ de San Mart¨ªn, Bernardo O'Higgins, Lord Cochrane, Agust¨ªn de Iturbide y Pedro I de Brasil) centradas en recoger las gestas heroicas que seg¨²n nuestro autor hicieron posible las revoluciones de independencia. As¨ª comienza en las haza?as b¨¦licas y amatorias de Miranda a lo largo y ancho de Europa y termina en el encaprichamiento de Pedro I con Domitila de Castro. De todas formas, la parte de le¨®n se la lleva Bol¨ªvar, cuyos logros pol¨ªticos y guerreros ocupan casi la mitad del libro. Una vez m¨¢s el mito bolivariano se alza sobre la faz de la tierra: 'Aquellos que ven en Bol¨ªvar a una figura casi m¨ªtica, est¨¢n cerca de lo cierto. Porque, medidos con cualquier vara, la vida que llev¨® y los logros que alcanz¨® son casi sobrehumanos'. Por el contrario, uno de los principales m¨¦ritos de su trabajo son las continuas referencias a las respuestas brit¨¢nicas a la evoluci¨®n de la coyuntura americana.
Sin embargo, el principal problema de su obra no son los perfiles totalmente hagiogr¨¢ficos de los h¨¦roes de la independencia, sino la serie de t¨®picos que maneja sobre el pasado colonial de los imperios ib¨¦ricos, as¨ª como de la actualidad latinoamericana. Por eso dice que 'el Imperio espa?ol era ante todo una estructura militar, derrocada por una clase tambi¨¦n militar, que dej¨® abierta una gran brecha entre los terratenientes y las clases despose¨ªdas de tierras. La clase comerciante jug¨® poco o ning¨²n papel en la ca¨ªda del Imperio. La revoluci¨®n norteamericana la hizo la clase media; en cambio, la revoluci¨®n de las colonias espa?olas la hicieron los arist¨®cratas y los militares, aprovechando un trasfondo de odio racial y de clase'. Su profundo desconocimiento de la realidad colonial lo lleva a ignorar el car¨¢cter meramente pol¨ªtico de las revoluciones de independencia, que implic¨® el inicio de la construcci¨®n de rep¨²blicas con gobiernos representativos elegidos mediante elecciones y el paso de sociedades de s¨²bditos a otras de ciudadanos. Y es ese mismo desconocimiento y su visi¨®n poco matizada de la actualidad latinoamericana lo que lo llevan a acentuar el peso de la herencia colonial en la realidad de la regi¨®n. Mucho ha avanzado la historia pol¨ªtica de la ¨¦poca en los ¨²ltimos a?os como para seguir insistiendo en versiones rom¨¢nticas de la independencia.
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